Y dijo Jesús:
Cuidado con hacer
vuestras obras de piedad delante de la gente para llamar la atención; si no, os
quedáis sin paga de vuestro Padre del
cielo. Por tanto, cuando des limosna no lo anuncies a toque de trompeta, como
hacen los hipócritas en las sinagogas y en la calle para que la gente los
alabe. Ya han cobrado su paga, os lo aseguro. Tú, en cambio, cuando des
limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu
limosna quede escondida; y tu Padre, que mira escondido, te recompensará.
Cuando recéis, no hagáis
como los hipócritas, que son amigos de rezar de pie en las sinagogas y en las
esquinas para exhibirse ante la gente. Ya han cobrado su paga, os lo aseguro.
Tú, en cambio, cuando quieras rezar, métete en tu cuarto, echa la llave y
rézale a tu Padre que está escondido; y tu Padre, que mira escondido, te
recompensará. Pero, cuando recéis, no seáis palabreros como los paganos,
que se imaginan que por hablar mucho les
harán más caso. No seáis como ellos, que vuestro Padre sabe lo que os hace
falta antes que se lo pidáis.
Cuando ayunéis, no os
pongáis cariacontecidos, como los hipócritas, que se afean la cara para
ostentar ante la gente que ayunan. Ya han cobrado su paga, os lo aseguro. Tú,
en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para no
ostentar tu ayuno ante la gente, sino ante tu Padre que está escondido; y tu
Padre, que mira escondido, te recompensará.
(Evangelio de Mateo, 6)