He tenido el honor de traducir el libro
de Michela Fontana
En el s.XVI, el jesuita Matteo Ricci, llegó a la China de los Ming para reavivar la llama misionera de Francisco de Javier. Ricci comenzó una evangelización muy exitosa basado en el diálogo. Gracias a su gran carisma y dominio del mandarín, consiguió relacionarse con altos funcionarios y científicos, estableciendo un diálogo religioso y científico que acercó distancias entre Oriente y Occidente. Una gran figura de la Compañía de Jesús.
Te invito a leerlo para conocer las vicisitudes de este gigante que logró acercar dos civilizaciones milenarias en su cultura, su ciencia y su religión.
Está publicado en Mensajero, marca editorial del Grupo de Comunicación Loyola.
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