tag:blogger.com,1999:blog-82417347750752045472024-03-18T10:47:27.761+01:00El duende del desvánJuan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.comBlogger353125tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-55276084959759604122024-03-18T10:00:00.000+01:002024-03-18T10:17:35.739+01:00SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ - 19 de marzo<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: georgia;"><br />
</span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-TmFpnVrkAiM/XJCWPx0mAlI/AAAAAAAArSk/QT-Of5X0zxYWmed_9YkX-KgwL6GfVkX_QCLcBGAs/s1600/San-Jos%25C3%25A91.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia;"><img border="0" data-original-height="632" data-original-width="630" height="400" src="https://4.bp.blogspot.com/-TmFpnVrkAiM/XJCWPx0mAlI/AAAAAAAArSk/QT-Of5X0zxYWmed_9YkX-KgwL6GfVkX_QCLcBGAs/s400/San-Jos%25C3%25A91.jpg" width="397" /></span></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: georgia;">Primera
Lectura: <a href="https://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=2+Sam+7%2C+4-5.12-14.16&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" target="_blank">2 Sam 7, 4-5a.12-14a.16</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: georgia;">Salmo
Responsorial: <a href="https://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Sal+89&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" target="_blank">Salmo 88</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: georgia;">Segunda
Lectura: <a href="https://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Rom+4%2C+13.16-18.22&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" target="_blank">Rom 4, 13.16-18.22</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: georgia;">Evangelio:
<a href="https://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Mt+1%2C+16.18-21&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" target="_blank">Mt 1, 16.18-21</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><div style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: georgia;">Hay
una tradición que supone que José ya era un hombre maduro cuando se casó con
María. Y, sin embargo, el conocimiento sociológico del país de los judíos en
aquellos tiempos indica que los esponsales ocurrían entre parejas muy jóvenes. Sin
embargo, esa antigua tradición prefirió presentar a José viejo para justificar
su desaparición precoz, según los textos bíblicos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hay
una tradición que supone que José ya era un hombre maduro cuando se casó con
María. Y, sin embargo, el conocimiento sociológico del país de los judíos en
aquellos tiempos indica que los esponsales ocurrían entre parejas muy jóvenes. Sin
embargo, esa antigua tradición prefirió presentar a José viejo para justificar
su desaparición precoz, según los textos bíblicos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">De
hecho, cuando empieza la vida pública de Jesús, su padre adoptivo no aparece
nunca. Lógicamente se puede suponer su muerte, pero no hay por qué suponerle por
ello una edad avanzada. Hay que tener en cuenta que la mortalidad era muy grande
y, probablemente, la edad media de los judíos no pasaba de los 30 años. No es,
pues, equivocado suponer que José, el carpintero, fuese un joven de unos 20
años cuando afrontó el dilema ante del misterioso embarazo de María. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Contemplemos,
por tanto, con esta idea la ternura juvenil de aquella pareja y la generosidad quizás
ingenua de José en los primeros momentos, premiada con la revelación que lo
muestra y sitúa tan cercano al Mesías. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Al
pobre José le estaba pasando de todo en la vida. Primero, Dios que le roba a la
chica y, luego, el agobio de un hombre como él - carpintero acostumbrado a la garlopa
y los clavos – con el agobio y la fatiga de tener que comprender la situación
de un niño tan especialmente ordinario y una mujer tan querida, pero toda ella envuelta
en el Misterio. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Tan
es así que nosotros los cristianos nos hemos puesto a rellenar los agujeros que
el evangelio deja tan ampliamente al descubierto, como si no bastara lo que hoy
nos cuenta Mateo de José, inventándonos así una improbable figura del
silencioso carpintero de Nazaret que tampoco satisfacer del todo nuestra
curiosidad.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Entre
María y José hay amor, aunque sólo los evangelios de Mateo y Lucas nos hablan
discretamente de su relación. Están "prometidos”, es decir, son más que novios
en la cultura de Israel. Por un año los prometidos podían vivir conyugalmente,
pero sin cohabitar. Por eso, el único que sabía que aquel hijo no era suyo era precisamente
José. ¿Nos imaginamos la noche toledana que pasa José cuando se entera del
embarazo de María? ¿Qué habrá pensado de ella? Cuánto sufrimiento y dolor en su
corazón... ¿se habrá equivocado al querer a esta chica de Nazaret? La ley exigía
que María fuera denunciada y, por consiguiente, condenada a ser apedreada. José
la ama, quiere salvarla, y para ello encuentra un subterfugio: dirá que está
aburrido de ella, la repudiará diciendo que ya no la quiere como esposa. Así salvará
la vida y el honor de su amada María.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Mateo
– como buen judío que era - describe esta actitud como “justa”. José es “justo”,
es decir irreprensible, auténtico, honesto, de alto perfil; no juzga según las
apariencias: incluso herido de muerte sabe superar su orgullo y usa la
misericordia hacia la mujer que tanto quiere. “Justo” como los justos del Antiguo
Testamento, como los piadosos ante Dios, como los rectos de corazón a los que tanto
alaba la Escritura. Y, durante la noche, llega el sueño, la invitación a
fiarse, a dar una inaudita clave de lectura a estos acontecimientos, lo que
significa abrazar lo inaudito de Dios. Y – fijaros - José se despierta, hace
caso al ángel y así hace suya la locura de Dios.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Francisco,
en su Carta Apostólica <i>Patris corde</i> (Con corazón de padre), convocando Año
de San José de 2021, recordaba a José como un padre amado; un padre en la
ternura, en la obediencia y en la acogida; un padre de valentía creativa, un
trabajador, siempre en la sombra. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
</p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Grande,
inmenso José. Cuántas cosas nos dices hoy, cuántas sugerencias nos das tú,
hombre acostumbrado a pocas palabras y a mantenerte un poco aparte, pero que
fuiste elegido esposo fiel y paciente de María, tutor y protector de la
infancia de Jesús. Tú vas delante de nosotros como un ejemplo de fe y rectitud.
A ti dirigimos hoy esta oración: Ayúdanos a entrar, con sencillez y abandono,
en el designio de Dios sobre nuestra vida para que seamos signos del amor del
Padre a nuestro mundo. Amén.<o:p></o:p></span></p></div><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
</p></div></div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-38966403885703408762024-03-16T10:00:00.000+01:002024-03-16T10:03:44.642+01:00DOMINGO 5º DE CUARESMA (Ciclo B)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh6.googleusercontent.com/-fi7rH7YcYPk/VQ6MRcae_3I/AAAAAAAAY6w/ovIYOvNhV88/s640/blogger-image-748965895.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia;"><img border="0" height="300" src="https://lh6.googleusercontent.com/-fi7rH7YcYPk/VQ6MRcae_3I/AAAAAAAAY6w/ovIYOvNhV88/s400/blogger-image-748965895.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-align: left;">
<div style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: georgia;">Primera lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Jer+31%2C+31-34&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Jer 31, 31-34</a></span></i></div>
</div>
<div style="text-align: left;">
<div style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: georgia;">Salmo Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Sal+51&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Salmo 50</a></span></i></div>
</div>
<div style="text-align: left;">
<div style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: georgia;">Segunda lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Heb+5%2C+7-9&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Heb 5, 7-9</a></span></i></div>
</div>
<div style="text-align: left;">
<div style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: georgia;">Evangelio: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Jn+12%2C+20-33&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Jn 12, 20-33</a></span></i></div>
</div>
<div style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;"><br /></div></div><div style="text-align: left;"><div style="text-align: justify;"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dios sólo tiene un deseo: salvarnos, hacernos
felices, llenar de ternura nuestro tibio corazón. Dios se ha tomado la molestia
de venir a decírnoslo en la persona de Jesús, el hijo de Dios, que nos desvela
cumplidamente el designio del Padre, y además nos dice que está dispuesto a
morir por conseguirlo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En este recorrido de vida que es el Cuaresma, se
nos ha ido pidiendo una reiterada conversión: pasar de la idea de un Mesías
triunfante a la de un Mesías modesto; pasar de un Dios al que corromper para conseguir
nuestro propio beneficio, y con el que hay que regatear la salvación, al Padre
que sabe lo que necesitan sus hijos; pasar de un Dios misterioso y extravagante
que nos juzga con severidad, al Dios que desea nuestra felicidad más de lo que
nosotros mismos la deseamos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Somos libres, espléndida y dramáticamente libres,
porque el amor es libre y nos hace libres. Pero con esa libertad Dios corre el
riesgo de ser rechazado y acepta el hecho de que nosotros podemos elegir las
tinieblas, aunque eso impida que nuestras obras salgan a la luz. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Frente a la libertad del hombre, Jesús queda descolocado.
El gran proyecto del anuncio del Reino, que ha estado llevando adelante con
pasión durante tres años, ahora se está revelando como un fracaso. Después del entusiasmo
del principio, la gente considera a Jesús una estafa porque los romanos todavía
están allí, los enfermos siguen siendo numerosos, el reino mesiánico, ingenuo y
triunfante, no ha llegado todavía. Poco o nada ha cambiado. El Nazareno no puede
ser el verdadero Mesías.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Queremos ver
a Jesús</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Los griegos del evangelio querían ver a Jesús. Como
nosotros. Eran los paganos que simpatizaban con la religión hebrea, que subían a
Jerusalén para obtener la iluminación, para entender, para creer. Alguien les
había hablado del Nazareno y querían conocerlo. No hay ninguna superficialidad
en su solicitud, sólo un sincero deseo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y se sirven de Andrés y Felipe para facilitar un
encuentro, ya que sus nombres mostraban una procedencia extranjera.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">A nosotros nos pasa lo mismo: la curiosidad nos
empuja hacia Dios. Creemos conocerlo desde hace tiempo y, sin embargo, no acabamos
nunca de encontrarlo realmente. Tenemos la cabeza llena de palabras e ideas
sobre Dios y corremos el riesgo de pasar toda la vida creyendo que creemos. La
fe, en cambio, es el deseo de encontrarnos con el Señor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">También nosotros queremos ver a Jesús, pero este
encuentro sólo ocurre por la mediación, a veces pobre y cansada, de personas como
Felipe y Andrés. Son los discípulos de Jesús, todavía hoy, los que nos hacen
posible el encuentro con Dios, los que nos indican el camino.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> Y lo que
Jesús les dice a los griegos en ese encuentro es desconcertante, es una nueva
lógica: la lógica de la donación, de la entrega, de sí mismo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El grano de
trigo</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Los griegos del evangelio – los paganos - escucharon
la difícil Palabra de Dios. También fueron los griegos los que teorizaron sobre
la existencia de los mejores (</span><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Graeca; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Yu Mincho Light";">aristoi</span></b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">), llamados a
mandar.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Son los griegos – los paganos - de hoy: los
bancos, los mercados, los que exigen ser los poderosos vencedores para dominar
la sociedad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús, en cambio, habla de perder la vida, de entregarla,
para ganarla. Igual que él sabría hacer en pocas semanas. Porque si el grano de
trigo no muere, queda sin dar fruto… <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Nosotros</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y nosotros discípulos, desconcertados, meditamos
esta palabra luminosa e inquietante: para vivir, a menudo, tenemos que afrontar
una muerte. Y esto nos asusta enormemente. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Estamos convencidos de que la mejor vida posible es
aquélla sin apuros, sin obstáculos, sin sufrimiento. En el fondo pensamos –
aunque los critiquemos - que benditos son los que tienen poder y dinero, que no
dependen de los demás y que pasan de todo. Listos y benditos. Felices los que
saben usar y abusar del prójimo sin prejuicios y sin escrúpulos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¡Pero no, no es así! El Señor nos dice que si
queremos avanzar, renacer, vivir, tenemos que prepararnos a morir a algo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y es verdad. El marido “muere” a su egoísmo para
dedicarse a su mujer. La esposa “muere” sacrificando su libertad para dar a la
luz un hijo. El religioso “muere” a su ego para entregar su vida al Señor y a
los hermanos. El voluntario “muere” dedicando su tiempo libre al enfermo. Y
tantas otras “muertes” que nos rodean día a día.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Sin embargo, todos estos gestos dan a luz una nueva
dimensión, la del amor, y una nueva criatura, la solidaridad. La imagen del
parto es bien expresiva de esta lógica entretejida en todas las cosas: los
dolores son necesarias para dar a la luz a una nueva criatura. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Eso sí, aceptar este discurso es difícil. Cuando se
está sufriendo, no se piensa en la vida que va nacer. Cuando estamos mal, nos
cuesta entrever más allá. Cuando estamos en la oscuridad y en el frío de la
tierra, como el grano sembrado, no pensamos en un Dios misericordioso, sino en un
déspota que permite nuestro sufrimiento.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús también tiene miedo de la llegada de ese momento,
y se siente aturdido cuando ve llegar a los griegos; sabe que su hora se
acerca. ¡Qué humano es este Dios nuestro, tan agitado y asustado como nosotros!
<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Sin embargo, Jesús entiende el designio que eligió
libremente en el desierto, comprende la necesidad de su destino, y acepta morir
por amor, sólo por amor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
</p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Tengamos el coraje de morir a nosotros mismos,
como ha hecho el Señor Jesús. De aprender a asumir la vida con realismo, para dar
fruto. Pues entonces, y sólo entonces, en nuestro camino cuaresmal, de búsqueda
de lo esencial, una vez abandonado el lastre que nos impide avanzar, descubriremos
cuánto nos quiere Dios y en nuestro corazón, con la mirada de la fe, encontraremos
hoy al Señor Jesús.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></p></div></div>
</div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-61133131752120428812024-03-09T10:00:00.000+01:002024-03-09T10:06:47.283+01:00DOMINGO 4º DE CUARESMA (Ciclo B)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-v3P7Figiryc/VQVe_LR2shI/AAAAAAAAY2M/Rdg7qZ9j8I8/s1600/nicodemo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://3.bp.blogspot.com/-v3P7Figiryc/VQVe_LR2shI/AAAAAAAAY2M/Rdg7qZ9j8I8/s1600/nicodemo.jpg" width="383" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: georgia;">Primera
lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=2+Cro+36%2C+14+-16.19-23&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">2 Cro 36, 14 -16.19-23</a></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: georgia;">Salmo
Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Sal+137&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Salmo 136</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: georgia;">Segunda
lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Ef+2%2C+4-10&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Ef 2, 4-10</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: georgia;">Evangelio:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Jn+3%2C+14-21&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Jn 3, 14-21</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><br /></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¡Qué difícil es convertirse! ¡Qué difícil es creer
en el Dios de Jesús!<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Qué difícil es saber elegir de qué parte estar en
la vida, siempre descoyuntados (como si de un potro de tortura se tratase) entre
las demasiadas cosas que hacer, inquietos y resignados, atropellados por mil
preocupaciones, sin tiempo para el sosiego.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Por eso nos es necesario el silencio, aunque sea minúsculo,
aunque sea conquistado con esfuerzo recortando algún minuto a nuestros días. Necesitamos
volver a lo esencial, ahora, cuando las dificultades crecen y la tentación de
la desconfianza amenaza también a nuestra Iglesia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Teniendo fija la mirada en la belleza de Dios, que
intuimos, que saboreamos, o que buscamos, podremos volcar los tenderetes de
nuestras aproximadas y vanas imágenes de Dios para poder liberar de una visión mercantilista
de la fe, tanto el templo de nuestro corazón como el templo de la Iglesia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es un recorrido largo y pesado. De eso saben algo tanto
el libro de las Crónicas, como el judío Nicodemo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dios juez</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es connatural al ser humano tener una visión horrible
de Dios, en el que proyectamos todos nuestros malos hábitos. Una imagen que
llevamos en el corazón, en el inconsciente, en el vano intento de dar una
apariencia de justicia a la absurda dinámica de este mundo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El camino del hombre bíblico estaba erizado de
dificultades, de continuas conversiones, de razonamientos que avanzaban entre brumas.
¿Si Dios es bueno, se pregunta la Biblia, de dónde deriva el dolor?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En particular, en el fragmento del libro de las
Crónicas, que hoy hemos leído, el autor busca una respuesta a la brutal destrucción
del templo y al sucesivo destierro en Babilonia. Y la dramática respuesta es
que el destierro ha sido un castigo por no haber respetado el ciclo sabático de
la naturaleza. Un año cada siete era sabático, para dejar descansar a la tierra;
pero se dejó de hacer a causa de una avariciosa explotación de ella. Dios, juez
justo, escuchó la queja de la naturaleza por él creada, y repuso el aliento de
la tierra explotada durante los setenta años de destierro forzado para pueblo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es una visión simplista, pero, sin embargo, muy eficaz:
Dios castiga el pecado del pueblo. En el Antiguo Testamento ya se había
profundizado en este tema del mal, entendiendo que no es Dios el que castiga,
sino el propio pecado el que nos condena. ¡El pecado es malo porque nos hace
mal, porque nos hace daño!; ¡el pecado es quien nos destruye, no Dios! Sin
embargo, qué connatural es esa visión de Dios, tan opresora, en nuestras
creencias y en nuestra sociedad. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Cómo es posible que nos empeñemos en mantener semejante
idea de un Dios justiciero, tan poco liberador y, por eso, tan poco cristiano?
Porque el Dios, Padre de Jesucristo, es completamente otro.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Nicodemo</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús habla con un animado Nicodemo que lo busca durante
la noche, para no dejarse ver. Él tiene una reputación que defender y, a la vez,
es muy curioso. Él es un judío creyente, miembro del Sanedrín, que conoce bien a
Dios y sus leyes. Pero no está convencido del todo y busca un rostro de Dios
diferente, el rostro del Dios verdadero. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús le revela algo inesperado e inaudito, lo que
nunca nadie osó imaginar. Jesús le habla del pensamiento de Dios. De lo que Dios
quiere.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dios no quiere una tropa disciplinada de buena
gente que obedece sonriendo. Dios quiere personas auténticas, que sepan ponerse
en juego, que acepten crecer como personas (lo que no siempre significa mejorar
de nivel), que, como adultos, sepan distinguir sus propias oscuridades. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús se expresa con diáfana claridad: <i>Dios no ha mandado al Hijo al mundo para
condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvado a través de él. </i>Dios
quiere la salvación, hermanos, es decir la plenitud de vida para cada persona,
para cada uno de nosotros. Y, para hacerlo, para manifestar la seriedad de su amor,
Jesús habla de la entrega total de sí hasta la muerte, del misterio de la cruz.
La cruz que pone todo en tela de juicio, que pone a cada cosa y a cada uno en su sitio. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Cada persona tiene la posibilidad de elegir: o
bien llegar a ser una obra maestra de Dios, o bien una fotocopia desteñida. Y serán
nuestras propias opciones las que nos juzguen; podemos elegir vivir en un
prolongado invierno, gris y sin luz, obstinándonos en decir que no hace ningún buen
tiempo o, a lo sumo, tranquilizándonos con que sabemos vestirnos mejor que los
otros en ese invierno eterno.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Cuando todo es gris es difícil ver la sombra detrás
de uno. Por eso, vivir una vida gris no es una opción de vida que nadie, en su
sano juicio, pueda desear.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dios quiere nuestra salvación, a cualquier precio.
Una vida sin ningún juez, sin ningún rector, sin ningún policía… Sólo con un
padre tierno, que es Él mismo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pero</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pero… el mal siempre aparece, y se nos presenta bajo
capa de bien, porque… nadie bebería de una botella que estuviese etiquetada
como veneno… ¿verdad?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El mal es persuasivo, convincente, y minimiza sus
efectos. El mal, hoy, ha asumido esas nuevas formas que tanto cuesta a los
creyentes considerarlas como pecado: la arrogancia en los despachos, la
presunción, la mentira continuada, la ambición desenfrenada, la excesiva exterioridad
y apariencia, un egoísmo pueril cultivado y mostrado con ingenuidad, una
dominante “pornocracia” que usa a las personas como cacharros, una doctrina de
mercado cínica y desvergonzada, la falta de respeto por las diversidades
culturales y por la naturaleza.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Todo ello es un pecado muy distinto, y hasta mucho
mayor, que olvidarse de las oraciones de la mañana o de la tarde…<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Necesitamos urgentemente remachar lo qué es luz y lo
qué son tinieblas, en un mundo en el que se prefieren las luces de neón, láser
o led.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Además, el vacío rebosante de nuestro tiempo, y de
sus modelos de vida, lo contagia todo: desde la clase política a la intelectual,
desde el ama de casa en el supermercado al chavalito en la escuela. ¡Qué bonito sería tener un ataque sano de orgullo
para volver a buscar los valores compartidos desde siempre por las culturas, y
a los que el cristianismo ha sabido dar tanto!<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús, sin embargo, es optimista: el problema no está
en ceder a las tinieblas, cosa que nos pasa a todos, sino en que prefiramos las
tinieblas a la luz, para así evitar ponernos en tela de juicio. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús, a un atónito Nicodemo, le da la señal de aquella
serpiente de bronce levantada como un estandarte por Moisés para curar a los
judíos que eran mordidos por las serpientes en el desierto. También Jesús será
levantado en la cruz y salvará a todo el que vuelva su mirada confiada hacia de
él.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús ya barrunta en el horizonte la derrota de su
ministerio, pero no por ello deja de querer seguir hasta el final. Porque Dios
está dispuesto a morir para salvar a todos, para salvar a cada uno de nosotros
de todas nuestras oscuridades. Dios lleva también sobre sí el dolor del
inocente - del que sufre y muere sin razón -, Dios lo asume, lo redime y lo
salva.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dirijamos la mirada a la cruz, en el desierto de
nuestra vida, dirijamos la mirada a lo que es la medida sin límite del amor de
Dios. Éste es, hermanos, el Dios en quien creemos. Lo demás son ídolos
carroñeros que nos destruyen.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
</p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dios quiere que Nicodemo y nosotros renazcamos a la
luz para vivir en verdad, para reconocer que estamos necesitados de salvación.
El Señor desea nuestra plenitud, nuestra alegría, nuestro bien. Para que también
sea primavera en nuestros corazones. Que así sea.<o:p></o:p></span></p></div></div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-67303391382584873702024-03-02T10:00:00.000+01:002024-03-02T10:08:59.761+01:00DOMINGO 3º DE CUARESMA (Ciclo B)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-tSMqCwknICI/VPyLzJWMuKI/AAAAAAAAYyo/x9sFUGO1QPM/s1600/Tiepolo%2BExp._Mercaderes.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="217" src="https://3.bp.blogspot.com/-tSMqCwknICI/VPyLzJWMuKI/AAAAAAAAYyo/x9sFUGO1QPM/s1600/Tiepolo%2BExp._Mercaderes.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;"><span style="font-family: georgia;"><i>Primera lectura: <a href="https://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Ex+20%2C+1-17+&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es" target="_blank">Ex 20, 1-17 </a><br />Salmo Responsorial: <a href="https://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Sal+19&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" target="_blank">Salmo 18</a> </i><br /><i>Segunda lectura: <a href="https://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=1Cor+1%2C+22-25&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" target="_blank">1Cor 1, 22-25</a> <br />Evangelio: <a href="https://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Jn+2%2C+13-25&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" target="_blank">Jn 2, 13-25</a></i></span>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: georgia;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;">El tiempo cuaresmal se nos da para hacer un balance
de situación. El riesgo real es ser arrollados por las cosas que tenemos por hacer,
de no lograr dar un sentido unitario a las opciones que hemos hecho o padecido,
de no tener un hilo conductor que dé un sentido al devenir de las cosas. Vamos
como a empujones.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El Espíritu siempre, pero sobre todo en este
tiempo, nos empuja al desierto para que nos demos cuenta de que los ángeles
están cerca y nos sirven, y para amansar las fieras de la desconfianza y del
pesimismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Estamos también invitados a redescubrir la belleza
que habita el mundo, aquella belleza primigenia e insuperable que es Cristo, el
resplandor del Padre. La semana pasada estuvimos en el monte Tabor para ver la
belleza absoluta de Dios, y así volver a ser auténticos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hoy la Palabra de Dios nos ofrece otras tres
indicaciones preciosas y concretas, tres actitudes que alcanzan al corazón de
nuestra fe, para prepararnos a celebrar al Resucitado y para ayudarnos a resucitar
con él: escuchar, meditar, liberar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Shemá</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">“<b>Escucha</b>
Israel”</span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">:
yo soy el Dios que te ha liberado. No el que te quiere afligir, o el que te
manda las enfermedades, o el que se desinteresa de ti. Yo soy el Dios que te ha
demostrado mil veces mi atención, mi cuidado y mi cariño.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Las diez palabras dadas por Dios al libertador a
Israel son el meollo de la reflexión de hoy. No son diez “mandamientos”, como
si fuera el reglamento de la escuela, o el Código de circulación. Más que mandamientos,
son “indicaciones”, propuestas, recorridos a realizar, itinerarios de vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Son indicaciones para alcanzar Dios, y así poder llegar
a ser más humanos. El Dios que nos ha creado nos ofrece también un manual de
instrucciones, una serie de indicaciones simples para alejar y contener las
sombras que descubrimos dentro de nosotros. Son diez palabras para vivir.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Palabras llenas de un absoluto sentido común, dadas
por un Dios que quiere desvelar al hombre el secreto de la vida, y que le
propone una vida en plenitud. Él, que nos ha creado, que sabe cómo funcionamos,
y que elige un pueblo para que recorra con Él un camino hacia la felicidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Estas diez palabras son breves y concisas para que
queden en la memoria de cada israelita, son indicaciones preciosas para
descubrir el secreto de la felicidad. Señalando la parte oscura de la vida, las
diez palabras nos invitan a ser prudentes, a evitar los peligros y los engaños
de la realidad; nos desvelan, en definitiva, que el pecado es un mal porque nos
hace daño, porque perjudica nuestro ser humano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Sin embargo, nosotros, a menudo, acogemos los
mandamientos como una antipática injerencia del Altísimo, al que nos imaginamos
como un ser envidioso de nuestra libertad, y que nos corta las alas con una
minuciosa serie de obligaciones sin sentido. Una visión tan distorsionada de la
relación con Dios, es una amenaza que disfraza y hace grotesco el verdadero rostro
del Dios de Jesús.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Purifiquemos nuestro corazón de esta horrorosa
visión de la Ley, porque, en la Sagrada Escritura, la Ley de Dios es una ley de
libertad, ley del amor, ley de la verdad y del crecimiento humano.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Sólo Cristo
crucificado</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">A la luz de la segunda lectura hemos de <b>meditar
</b>también en el sentido de la cruz, que ha llegado a ser la medida de todo
cristiano. A pesar de las indicaciones, a pesar del esfuerzo tranquilo que hacemos
para seguir el camino, a veces vivimos intensos períodos de sufrimiento y de cansancio,
de duda y de fragilidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pablo, escribiendo a los Corintios, medita en voz
alta que él ha experimentado la cruz como medida del absoluto amor de Dios, y
ha descubierto que, a veces, el amor para ser auténtico debe ser crucificado,
es decir dado sin medida, como ha hecho Jesús.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En la comunidad de Corinto, había personas que vivían
de modo exaltado la nueva fe, llena de carismas y de manifestaciones del
Espíritu, y que casi olvidaban la cruz del Señor. Un tema embarazoso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La cruz es el nuevo punto de referencia de la fe
del discípulo, y Pablo reprocha severamente a la comunidad que está a punto de
olvidarlo. Y también a nosotros que quizá nos incomoda tener un Dios colgado de
una cruz. Preguntémonos si queremos de verdad a un Dios perdedor, derrotado y muerto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Purificar el
templo</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Finalmente, hemos de <b>liberar</b>, purificar
nuestro modo de dirigirnos a Dios. Para Juan la purificación del Templo está
antes de cualquier otro gesto religioso, es previo a toda conversión. Hay que
echar a los vendedores del templo; echar a los vendedores de humo del mundo de
la fe – que los hay - para poder desvelar
las intenciones profundas que empujan a una persona a buscar Dios. Señala Juan
que Jesús conoce a cada uno de nosotros por dentro: no tiene necesidad de
mediaciones o consejos, sabe lo que se aloja en cada corazón.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y Jesús sabe bien que, entonces como hoy, existe
un modo de acercarse a Dios que tiene que ver más con el mercadeo que con la
fe. ¿Por qué Jesús la toma de ese modo con los mercaderes del Templo?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Lo que Jesús rechaza radicalmente es la visión
subyacente al mercadeo: el querer comprar los favores de Dios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Ofrecer holocaustos y sacrificios, gestos que en su
origen significaba reconocer el predominio de Dios sobre cada vida, llegó a convertirse
en una especie de contrato, como si fuera el soborno a un funcionario público: trato
de convencer Dios para que me escuche, le ofrezco algo que pueda doblegarlo a mi
voluntad. Cumplo ritos y prescripciones para “estar a bien” con Él, sin que
ello comprometa para nada mi vida…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">También hoy sucede así: participamos en misas,
hacemos alguna limosna, hacemos fatigosamente algún sacrificio con la oculta
esperanza de que, gracias a ello, Dios pueda escucharnos. ¿Estará Dios siempre
tan distraído que se ha olvidado de cada uno de nosotros y tenemos por eso que
llamar su atención?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">No se trata de un déspota al que tengamos que corromper,
ni un poderoso lunático al que nos dirigimos en la oración, sino del Dios de
Jesús, ¡que conoce las necesidades de sus hijos! <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La primera purificación que hemos de hacer es
convertir nuestro corazón al Dios de Jesús.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El espléndido Templo de Jerusalén, construido durante
más de medio siglo (aún no estaba acabado cuando murió Jesús), sería destruido
en una sola noche por los soldados romanos, en la primera guerra judía iniciada
en el año 70 después de Cristo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Eso mismo nos puede ocurrir en la vida: haber
construido un templo lleno de fe, de belleza, de certezas, de discípulos, de
estructuras… y ver que todo se derrumba en un instante.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es la noche de la fe, es la prueba que purifica
nuestra fe, la prueba que también Jesús padecerá para luego resurgir triunfante
y glorioso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Como decía el salmo del domingo pasado: <i>“Tenía fe aun cuando dije: ¡qué desgraciado soy!”</i>;
la fe se purifica y se prueba – se libera - justo en los momentos de agobio y
desaliento, si nos mantenemos fieles a la promesa. A los hermanos y hermanas
que atraviesan la noche de la fe, hoy el Señor les da un signo: la señal de sí
mismo y su tenacidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Tres indicaciones simples para volver a lo
esencial: escuchar, meditar, liberar. Buen recorrido cuaresmal.<o:p></o:p></span></p></div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-4898349560874529892024-02-24T10:00:00.002+01:002024-02-24T10:06:08.973+01:00DOMINGO 2º DE CUARESMA (Ciclo B)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-jkjZZpujKiE/VPLp78zGubI/AAAAAAAAYvQ/vEJJAEIPn6I/s1600/TRANSFIGURACI%C3%93N%2BDEL%2BTABOR%2B2.-GIOVANNI%2BBELINI.-RENACIMIENTO.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="307" src="https://1.bp.blogspot.com/-jkjZZpujKiE/VPLp78zGubI/AAAAAAAAYvQ/vEJJAEIPn6I/s1600/TRANSFIGURACI%C3%93N%2BDEL%2BTABOR%2B2.-GIOVANNI%2BBELINI.-RENACIMIENTO.jpg" width="400" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: georgia;">Primeros
Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Gen+22%2C+1-2.9.10-13.15-18&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Gen 22, 1-2.9a.10-13.15-18</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: georgia;">Salmo
Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Sal+116&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Salmo 115</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: georgia;">Segunda
Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Rom+8%2C+31-34&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Rom 8, 31b-34</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: georgia;">Evangelio:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Mc+9%2C+2-10&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Mc 9, 2-10</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
Cuaresma es un tiempo para renacer a la vida: igual que Jesús tuvo que
enfrentarse con las fieras del desierto y con sus fantasmas para decidir qué
tipo de Mesías quería ser, también nosotros, en estos cuarenta días, estamos
invitados a preguntarnos qué tipo de personas hemos llegado a ser y cómo
quisiéramos vivir. En este tiempo permitimos que aflore nuestra alma;
parándonos un poco permitimos que nuestro “interior” se apropie de nuestra
vida.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Mediante
la oración diaria, el ayuno, la atención a los pobres, podemos preparar en
serio nuestra conversión a la alegría, podemos prepararnos a la Pascua de la Resurrección.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Desiertos</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">También
Abrahán entra en un desierto, pero con una orden incomprensible de parte del
Dios que lo ha llamado y que le ha prometido una descendencia infinita. Dios le
pide que sacrifique al hijo de la promesa.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es
ésta una página terrible, absurda, una locura. Kieerkegard, filósofo del siglo
XIX, ve en este drama el gesto absoluto de la fe total, y por eso Abrahán se
convierte en el padre fundador de todos los creyentes.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hay
momentos y situaciones incomprensibles, insanables, absurdas en nuestra vida,
en las que el dolor, tan desgarrador como es perder a un hijo, parece que
prevalecen. Es entonces cuando, aunque estemos sobre el monte Moria como
Abrahán con el cuchillo tendido, aunque Dios nos parezca insensato y cruel,
tenemos que buscar el ánimo de mirar hacia la belleza del monte Tabor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Colinas</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hoy,
prácticamente al principio de la Cuaresma, nos fijamos en el Tabor. Comenzamos
la purificación de nuestros corazones mirando a esta pequeña colina cercana a
Nazareth, de una belleza salvaje, que posee una fuerza misteriosa. Jesús lleva
consigo a sus amigos más íntimos a dar un bonito paseo. Y allí, sobre el monte
golpeado por el viento, sucede lo inesperado. Jesús ha querido llevar consigo a
los suyos para que vean su verdadero rostro. <span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
</p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En
la soledad y en la oración, Dios se muestra en toda su seductora belleza,
porque es en la interioridad, sobre todo, donde Dios desvela su rostro. Y allí,
en el monte, hubo asombro, alegría, ebriedad: Jesús que habla con Moisés y
Elías, en los que se hacen presentes la antigua Ley y los Profetas; la
confirmación de la mesianidad de Jesús; la nube, en recuerdo de la nube
primordial que aleteó sobre las aguas de la creación; el temor que agarrota a
Pedro y a los otros, porque frente a la majestuosidad de Dios nuestra
arrogancia y sabiondez se desvanecen.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y al final de aquel
magnífico espectáculo, la afirmación ingenua y divertida de Pedro: ¡qué bueno
es quedarnos aquí, Maestro!<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Belleza</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Tenemos una urgente y
absoluta necesidad de recobrar el sentido de lo bello en nuestra vida. La
belleza resulta ser una extraordinaria fuerza que nos atrae hacia Dios, que es
armonía en sí misma, plenitud y verdad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es bello creer. Es bella
la fe porque desvela en mí y en los demás la íntima y escondida belleza que une
a las personas, los acontecimientos y las emociones.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Cuántos hombres y mujeres,
en la historia, se han acercado a la fe atraídos por la belleza de Cristo, por su
inigualable humanidad, por su profunda ternura, por su asombrosa madurez. Sí,
Señor, es bueno estar contigo, es bello ser tus discípulos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿No habéis sentido alguna
vez cortarse el aliento, al daros cuenta de que un dique se estaba desbordando
en lo profundo de vuestro corazón y que inundaba vuestra vida? Aquel atardecer
en los acantilados de nuestras costas; aquel paseo por la montaña, en el
silencio ensordecedor de la naturaleza; aquel viaje a la paz de aquel
monasterio; aquella vigilia de oración que os impresionó particularmente.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Para todos existe un monte
Tabor: ese momento en el que, aunque fuese por un instante, tuvimos la
experiencia de Dios, la experiencia de Dios como absoluto.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es verdad que existe el
riesgo de quedar cerrados en la emoción pasajera, de atarse demasiado a un sentimiento
sin abrirse a las consecuencias que ese encuentro nos trae para la vida real.
Así los apóstoles, al bajar del Tabor, tendrán que subir a la colina del
Gólgota. Allí su fe será machacada y enterrada, en definitiva, será purificada.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hermanos, sin una
implicación emotiva, sin una belleza real, sin un entusiasmo vital, es difícil
ser creyente, es difícil permanecer siendo cristianos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Nuestro mundo necesita de
la belleza y de la armonía. En el caos del exceso, que puede ser bonito en
apariencia pero que a menudo no esconde nada, nuestro mundo puede aprender del
cristianismo la belleza de la fe, el silencio en la oración, el gesto de amor
hacia el hermano.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Un Dios bellísimo</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Tendremos que recobrar
quizás este aspecto en nuestra vida cristiana, repartir belleza por doquier.
Nuestras periferias son horrorosas, horrorosas las ciudades, horribles las
vacaciones con simulacros que nos proponen falsos y prefabricados entornos
inmaculados y de fábula. Horrible el lenguaje y las personas que se nos acercan
tanto desde el mundo de una política rastrera que no sirve al bien común, como del
espectáculo vacío y alienante. Necesitamos urgentemente la belleza plena, la
belleza de Dios que es verdad, bondad y amor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿No es ésta la fragilidad
de nuestra fe contemporánea? ¿No es ésta la razón de tanta tibieza en las
comunidades cristianas? ¿No hemos perdido tal vez la belleza a la hora de
contar nuestra fe a los demás, a la hora de celebrar al Resucitado?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dicen que es aburrido
creer. Ciertamente. Puede ser inmensamente aburrido. Pero el Evangelio de hoy
nos dice, justo lo contrario, que creer puede ser espléndido. Merecería la pena
recobrar el sentido del asombro y la belleza, la escucha de la interioridad que
nos lleva hacia lo alto, al monte, para fijar la mirada en Cristo
transfigurado.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hagamos de nuestras celebraciones
lugares de belleza: la palabra de Dios, el silencio, la música, la fe, el lugar
donde oramos, puede traernos una pizca de belleza divina a nuestra rutina
cotidiana.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Una cosa es segura: si no
nos encontramos con la belleza de Dios, no lograremos nunca entregarnos
definitivamente a Él. Como le pasó a Abrahán y a los apóstoles que vivieron
antes la gloria y la belleza de Dios, y luego afrontaron la cruz. Otros, en
cambio, viven toda una vida de cruz para luego cruzarse en el camino con la
belleza de Dios.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Nuestra Cuaresma es
también eso: espera y descubrimiento de las huellas de Dios a nuestro alrededor.
Huellas frágiles, esporádicas, y sin embargo tan increíbles y muy presentes, si
sabemos mirar.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Sin belleza no podemos
vivir. Sepámoslo. Belleza de la naturaleza, belleza del arte, belleza de los
gestos y el cariño de los amigos. Belleza que nos lleva, de algún modo hacia
Dios. La belleza convertirá el mundo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
</p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y nosotros, frágiles
discípulos, estamos llamados a testimoniar con sencillez y verdad que sólo
Jesús, el más bello de los hombres, es quien llena nuestro corazón y nuestra
alma.</span><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p></div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-10516114961501688592024-02-17T10:00:00.000+01:002024-02-17T10:01:46.578+01:00DOMINGO 1º DE CUARESMA (Ciclo B)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-dIRFfbj2nyo/VOmtaD4cKoI/AAAAAAAAYZs/ipYTA0dnj5M/s1600/Tentaciones%2Bde%2BCristo-Sandro%2BBotticelli-Pared%2Bnorte-6.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia;"><img border="0" height="265" src="https://4.bp.blogspot.com/-dIRFfbj2nyo/VOmtaD4cKoI/AAAAAAAAYZs/ipYTA0dnj5M/s1600/Tentaciones%2Bde%2BCristo-Sandro%2BBotticelli-Pared%2Bnorte-6.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: georgia;">Primera
lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Gen+9%2C8-15&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Gen 9,8-15</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: georgia;">Salmo
Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Sal+25&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Salmo 24</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: georgia;">Segunda
lectura:<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=1+P+3%2C18-22&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank"> 1Pe 3,18-22</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: georgia;">Evangelio:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Mc+1%2C12-15&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Mc 1,12-15</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¡Fuera las
máscaras!<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Quitémonos las máscaras. Primero las del reciente Carnaval,
pero sobre todo las que siempre llevamos puestas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Comenzamos la Cuaresma, el tiempo que cada año se
nos da para volver a lo esencial, para volver a nosotros mismos, para conseguir
que el alma aflore en nuestra vida, en definitiva… para encontrar a Dios.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La verdad es que lo deseamos, pero también sabemos
lo difícil que es conservar la fe, lo difícil que es hacer del evangelio la
medida con la que juzgamos nuestra vida, lo difícil que es mantenernos en
intimidad con nosotros mismos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Este tiempo, que busca ponernos en contacto con
las cosas esenciales, nos prepara para la gran fiesta de la Pascua, y hemos de
ponernos en guardia para que las muchas iniciativas propuestas por las
parroquias y centros de culto no nos se nos hagan rutinarias, diluidas y ya
sabidas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">No se trata de quitarnos el disfraz que
habitualmente llevamos en la vida de cada día, para vestir otro disfraz de penitente
cuaresmal, pensando que así complacemos a Dios. El problema no es comer o no
comer carne los viernes, o dar parte de mi dinero a los necesitados o a las
misiones, ni poner caras largas de mortificados, sino hacer más viva nuestra
fe. Hacer de nuestra fe, de nuestra confianza en Jesús, una fuente viva que
riegue hasta el último surco de nuestra vida.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Como Jesús fue al desierto para decidir de qué
modo afrontar su misión, así nosotros entramos en el desierto cuaresmal para
enfocar bien las opciones de vida que queremos hacer.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La verdad es que, leyendo el evangelio de Marcos, uno
se queda bastante decepcionado: el evangelista resume las tentaciones de Jesús
en sólo dos versículos, sin entrar en el detalle. Pero vamos aprendiendo a desconfiar
de las aparentes simplificaciones de Marcos, porque los matices que
caracterizan su narración son un universo que tenemos que descubrir.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Espíritu</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En primer lugar, es el Espíritu el que empuja a Jesús
al desierto para satisfacer su deseo de verdad, de oración y de silencio. En
otro fragmento del evangelio, ya habíamos encontrado al Maestro, por la noche, solo,
orando con el Padre. Ahora lo encontramos concentrándose en esa relación con
Dios por un largo período de tiempo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Por qué nosotros no tenemos también el ánimo y el
deseo de aprender en el silencio, de descubrir lo que es una oración hecha de
escucha de la Palabra de Dios? ¿Por qué no nos atrevemos, empujados por el
Espíritu, a dedicar algún tiempo durante el año para dejar aflorar nuestro
espíritu y nuestra alma? ¡Ojalá tengamos el ánimo y el deseo de repetirle, una
y otra vez, a nuestro tibio cristianismo que es el Espíritu el que nos empuja
hacia nuestra interioridad!<span></span></span></p><a name='more'></a> <o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En segundo lugar, Jesús se queda en el desierto
durante 40 días, tentado por Satanás.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">No es éste un paréntesis en su vida para sufrir
todas las tentaciones juntas, y ya está. Los cuarenta días hacen referencia al
camino del Éxodo (durante 40 años), indicando así toda una generación, es decir
toda una vida. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús, durante toda su vida, quiso estar en
contacto íntimo con Dios, en el desierto de su corazón. Jesús, durante toda su vida,
combatió contra el maligno, contra Satanás.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Éste es el término que usa Marcos, entre los
muchos que tenía a su disposición para elegir; en este caso no indica tanto la
personificación del mal cuanto el espíritu maligno, el adversario, el causante
de la división y los enfrentamientos. Es la parte oscura de la realidad que nos
expone continuamente a una dura prueba.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El mal existe y actúa continuamente en nuestras
vidas, llevándonos a la parálisis, al abandono y al aislamiento, o a la lepra,
como decíamos el domingo pasado.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Somos libres porque Dios nos ha hecho así, y muchas
veces nos cuesta elegir la parte luminosa de la realidad, aquella que proviene
del Señor. Incluso a veces tenemos la impresión de estar siempre combatiendo
contra el mal. Por eso, es consolador saber que también Jesús vivió así
luchando y, sobre todo, saber que venció y sigue venciendo al maligno.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Fieras y
ángeles</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">También nos dice Marcos que las fieras y los
ángeles servían a Jesús en el desierto. ¿Qué significa esto? Los exegetas dan
dos explicaciones, vosotros elegiréis la que más os guste.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Una es que, quizás, Marcos piense que Jesús está
creando una nueva realidad. El hombre que vive en armonía con la creación, con
las bestias feroces, vuelve a reclamar el estado inicial de Adán. Es como
decir: Jesús es el nuevo Adán. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Además es como decir que allí, en el desierto, Jesús
encuentra la armonía primordial, y también nosotros en el desierto podemos encontrar
la energía inicial. ¿Qué otra cosa mejor se nos puede decir para que deseemos y
nos apropiemos del silencio y de la oración que nos propone la Cuaresma?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Otra explicación es que, quizás, Marcos se refiera
a las fieras que aparecen en la profecía de Daniel: allí se hacía referencia a las
grandes potencias extranjeras de la época. Aquí las fieras se referirían a los
poderes contra los que Jesús tiene que vérselas (Roma, el Sanedrín, los
fariseos) pero, también, a cualquier poder, de entonces y de ahora, que no reconozca
la supremacía de Dios.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Nuestra vida es como un tejido: la trama la
diseñamos nosotros, pero tiene que ser necesariamente entrelazada con la
urdimbre. La sensación que tenemos de que nuestra vida no va a ninguna parte,
tal vez deriva del hecho de que nos ilusionamos con entretejer un tejido sin ninguna
urdimbre en la que apoyar nuestras tramas y, claro, así no hay nada consistente
y todo se nos va entre los dedos, como se va el agua en un cesto.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Los ángeles, en este caso, nos indican las muchas
presencias que Jesús y nosotros, encontramos en nuestro recorrido de fe, y que
nos vuelven a llevar a Dios. Un amigo, un cura, un acontecimiento, un libro…
pueden convertirse en ángeles que nos ayudan a superar las tentaciones, a
reconstruir la urdimbre del tejido de nuestra vida, haciéndola consistente.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Galilea</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Marcos es el único evangelista que une el final
del desierto con el principio de la predicación de Jesús en Galilea. Quiere
esto decir que no vamos al desierto para quedarnos en él, que no estamos construyendo
un mundo aparte e ideal para consolarnos en lo espiritual, escapando de la dura
realidad, sino que después de superar la tentación del maligno y después de
volver a la armonía inicial, gracias a la ayuda de tantos “ángeles” que Dios
nos pone en el camino, regresamos a nuestra Galilea particular, a nuestra vida
concreta, para ser testigos creíbles, para realizar el Reino de Dios, con la
ayuda del Señor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;">Que tengamos una buena Cuaresma los que queremos
ser seguidores de Jesús, el Maestro. Dejemos que el Espíritu nos empuje al
desierto con él.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></p></div></div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-88274335910701891572024-02-14T10:15:00.000+01:002024-02-14T18:27:16.926+01:00MIÉRCOLES DE CENIZA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-wS8jeV5cYwc/VrzB_n2aeSI/AAAAAAAAZ1M/INBw55LjYLo/s1600/ashes.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="215" src="https://4.bp.blogspot.com/-wS8jeV5cYwc/VrzB_n2aeSI/AAAAAAAAZ1M/INBw55LjYLo/s400/ashes.jpg" width="400" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12pt;">Primera
Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Joel+2%2C+12-18&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Joel 2, 12-18</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12pt;">Salmo
Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Sal+51&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Salmo 50</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12pt;">Segunda
Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=2+Cor+5%2C+20+%96+6%2C2&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">2 Cor 5, 20 – 6,2</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12pt;">Evangelio:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Mt+6%2C+1-6.16-18&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Mt. 6, 1-6.16-18</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Ceniza<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Hoy comienza la Cuaresma
en la Iglesia católica latina. Son 40 días de recorrido que nos llevará hasta
la celebración de la Pascua. Un tiempo en el que somos invitados a vivir en la renovación
y el crecimiento personal y comunitario. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¡Tomemos en serio este
tiempo de salvación! Tomar en serio no significa poner el rostro adusto y
triste, cara de vinagre… sino tomar la vida en nuestras manos y revisarla junto
con el Señor a través de su mirada tierna y amorosa. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Particularmente, en este
año caracterizado por una crisis global que afecta a diversos países, con las
guerras de Ucrania y de Palestina que no cesan, el Papa Francisco nos invita a
vivir la Cuaresma como un camino en el que <i>«A través del desierto Dios nos
guía a la libertad».<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Mensaje</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Entre otras cosas, dice
el Papa en su mensaje de este año que la Cuaresma es el tiempo de gracia en el
que el desierto vuelve a ser el lugar del primer amor como dice Oseas 2,16-17. El
desierto es el espacio en el que nuestra libertad puede madurar en una decisión
personal de no volver a caer en la esclavitud.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 53.45pt; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Georgia; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: Georgia;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-variation-settings: normal; line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">El éxodo de la
esclavitud a la libertad no es un camino abstracto. Para que nuestra Cuaresma
sea también concreta, el primer paso es querer ver la realidad. Cuando en la
zarza ardiente el Señor atrajo a Moisés y le habló, se reveló inmediatamente
como un Dios que ve y sobre todo escucha: «Yo he visto la opresión de mi
pueblo, que está en Egipto, y he oído los gritos de dolor, provocados por sus
capataces. Sí, conozco muy bien sus sufrimientos. Por eso he bajado a librarlo
del poder de los egipcios y a hacerlo subir, desde aquel país, a una tierra
fértil y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel» (Ex 3,7-8). También hoy
llega al cielo el grito de tantos hermanos y hermanas oprimidos. Preguntémonos:
¿nos llega también a nosotros? ¿Nos sacude? ¿Nos conmueve? Muchos factores nos
alejan los unos de los otros, negando la fraternidad que nos une desde el
origen.<span></span></span></i></p><a name='more'></a><i><o:p></o:p></i><p></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 53.45pt; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Georgia; mso-fareast-font-family: Georgia;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-variation-settings: normal; line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">En el relato del Éxodo
hay un detalle de no poca importancia: es Dios quien ve, quien se conmueve y
quien libera, no es Israel quien lo pide. El Faraón, en efecto, destruye
incluso los sueños, roba el cielo, hace que parezca inmodificable un mundo en
el que se pisotea la dignidad y se niegan los vínculos auténticos. Es decir,
logra mantener todo sujeto a él. Preguntémonos: ¿deseo un mundo nuevo? ¿Estoy
dispuesto a romper los compromisos con el viejo? </span></i><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 53.45pt; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Georgia; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: Georgia;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-variation-settings: normal; line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">A diferencia del Faraón,
Dios no quiere súbditos, sino hijos […] Pero más temibles que el Faraón son los
ídolos; podríamos considerarlos como su voz en nosotros. El sentirse
omnipotentes, reconocidos por todos, tomar ventaja sobre los demás: todo ser
humano siente en su interior la seducción de esta mentira. […] Por eso, podemos
apegarnos al dinero, a ciertos proyectos, ideas, objetivos, a nuestra posición,
a una tradición e incluso a algunas personas. Esas cosas en lugar de
impulsarnos nos paralizarán. En lugar de unirnos nos enfrentarán. Existe, sin
embargo, una nueva humanidad, la de los pequeños y humildes que no han
sucumbido al encanto de la mentira.</span></i></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 53.45pt; text-indent: -18pt;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"><br /></span></b></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 53.45pt; text-indent: -18pt;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Conversión</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Es tiempo de actuar, y
en Cuaresma actuar es también detenerse en oración para acoger la Palabra de
Dios para convertirse. Convertíos a mí de todo corazón, escuchamos en la
profecía de Joel (1ª lectura). Convertirse significa volver la mirada a Dios,
buscarle y dejarnos encontrar por Él.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">En el Evangelio de hoy,
Jesús, después de haber afrontado algunos temas sensibles de la tradición oral
de la Torah, apunta alto y polemiza contra la manifestación de la fe de los que
eran considerados como los devotos de su tiempo. Y tiene para todos, enseñando
la necedad de algunas actitudes que, desafortunadamente, todavía encontramos
hoy entre quienes se dicen cristianos. ¡Sobre todo la limosna ostentosa, la
caridad que acaba en los periódicos y ante las televisiones, las listas de
bienhechores expuestas a la puerta de las iglesias y, además, en orden
decreciente! Todas éstas son actitudes que ofenden al evangelio. La caridad
tiene que ser discreta, humilde, nunca llamativa: “que no sepa tu mano
izquierda lo que hace la derecha”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Jesús, además, se opone
a la costumbre de la oración que se convierte en una manifestación devocional
excesiva, en una ritualidad encerrada en sí misma, reducida a pura exterioridad
y que no conduce a nada. Porque la verdadera oración es diálogo que nos lleva a
la intimidad con Dios. Si alguna oración debe prevalecer es la oración
personal, íntima, escondida, “porque tu Padre ve en lo secreto”, nos dice el
evangelio. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Finalmente, Jesús la
toma contra quien practica la ascesis y la mortificación, sobre todo
haciéndosela sufrir a los demás; presumiendo de estar haciendo un sacrificio
para aplacar la ira de un dios justiciero, que no tiene nada que ver con el
Padre misericordioso de nuestro Señor Jesucristo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Mejor digamos: Señor,
¿qué ayuno necesito? ¿Cuáles son las obesidades que me hacen pesado y torpe a
la luz del Espíritu? ¿De qué me tengo que vaciar para que tú puedas entrar más
en mí?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">En resumen, leer esta
página evangélica con seriedad nos ha de servir para hacer una revisión de
nuestra vida que nos lleve a encontrarnos con nosotros mismos, tal como somos,
con honestidad; a encontrarnos fraternalmente con los demás, y todos juntos con
Dios como hijos queridos del Padre. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">¡Ánimo, que es una
aventura preciosa que merece la pena vivir! Que el Señor nos conceda la gracia
de llegar a ser personas de oración íntima y personal. Que la ceniza que hoy
recibimos sea una señal de la conversión del corazón, de un camino hacia la fe
profunda e interior que alimente nuestro amor y servicio a los demás. Que así
sea. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
</p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;"> </span></p></div></div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-88140953368081091272024-02-09T10:30:00.000+01:002024-02-09T10:31:00.502+01:00DOMINGO 6º DEL TIEMPO ORDINARIO (Ciclo B)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-xXGMTW-KEww/VOBzcoA5y7I/AAAAAAAAYYM/TavCXQfI_qU/s1600/Jes%C3%BAs%2Bcura%2Ba%2Bun%2Bleproso.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia;"><img border="0" height="298" src="http://1.bp.blogspot.com/-xXGMTW-KEww/VOBzcoA5y7I/AAAAAAAAYYM/TavCXQfI_qU/s1600/Jes%C3%BAs%2Bcura%2Ba%2Bun%2Bleproso.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: georgia;">Primera
lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Lev+13%2C1-2.45-46&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Lev 13,1-2.45-46 </a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: georgia;">Salmo
Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Sal+32&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Salmo 31 </a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: georgia;">Segunda
lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=1+Cor+10%2C31-11%2C1&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">1 Cor 10,31-11,1 </a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: georgia;">Evangelio:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Mc+1%2C+40-45&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Mc 1, 40-45 </a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hay experiencias o situaciones en la vida que nos
aíslan de los demás, que nos hacen caer en un grupo especial no deseado y condenado
a ser marginado.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Como cuando perdemos a una persona querida, como
cuando el dolor físico irrumpe en nuestra vida, como cuando una quiebra afectiva
resetea nuestra vida. En esos momentos nos sentimos extraños a la vida y la
gente nos evita.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿De qué hablar? ¿Con quién? ¿Quién quiere tener cerca
a alguien que ha sido mordido por el demonio del sufrimiento?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En esos momentos, a veces, nos acercamos a Dios.
Sólo a veces. Es más frecuente, por desgracia, que en el dolor y en la soledad se
pierda la fe, sin más historias.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y de eso el leproso de hoy sabe algo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¡Leproso!
¡Leproso!</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La lepra era una enfermedad de la pobreza; una
enfermedad que hace que tu carne se pudra, que te hace sentir solo, que anula
los encuentros, que impide los abrazos. Desoladora, incesante, inmunda, en la
que uno se va consumiendo, pudriéndose poco a poco. En Israel, como en todas las
civilizaciones del pasado, se entendía muy bien la gravedad de aquella enfermedad
y de su contagio, lo que imponía a los leprosos quedarse lejos de las
poblaciones y gritar su condición de leproso en caso de que se encontraran con
otras personas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Una enfermedad que estaba recargada además con un sentido
de culpa que todos echaban sobre el enfermo. La lepra era el más terrible de
los castigos de Dios, según la mentalidad punitiva de aquella cultura del
Antiguo Testamento. No había ninguna piedad para los leprosos, ninguna compasión,
sólo fastidio y miedo a encontrarse con ellos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Una enfermedad que aislaba, como un cáncer del
alma.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La breve narración que hoy nos ofrece Marcos, es
una joya de matices.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El leproso tiene confianza en Jesús, se acerca a
él con confianza, con cautela y con humildad. Es el único caso del evangelio en
que un enfermo se presenta él solo ante el Señor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y no le pide la curación sino la purificación.
Para esta persona es más fuerte el deseo de ser rescatada socialmente que el de
volver a estar sana. Lo mismo nos pasa a nosotros: lo que nos mata es la
soledad, el aislamiento, y no tanto el mal físico. Jesús, diversamente a los
demás, siente compasión. Siente el sufrimiento del leproso. Lo toca y lo sana.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> </span><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Nuestro Dios</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Los devotos de aquel tiempo (y los de hoy) dividían
la realidad en dos categorías: por una parte, la luz y la pureza, donde está Dios
y todos los buenos chicos y, por otra, las tinieblas y la impureza, donde están
todos los demás que no sean ellos mismos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Que Dios toque a un leproso no puede imaginárselo
nadie. Que Dios no esté en la pureza es una provocación infinita. Sin embargo ésta
es la gran novedad del evangelio, la conversión que supone acoger a todos; la
locura ya expresada en el bautismo de Jesús, cuando el Hijo de Dios se puso en
fila con los pecadores.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Ese es nuestro Dios insólito que se ensucia las
manos.<span></span></span></p><a name='more'></a> <o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Ya no es la oscuridad la que entra en una
habitación, sino que es la luz la que sale por la ventana para iluminar la
noche. Y así es: Jesús lo toca y no se infecta, sino que contagia al leproso
con su energía divina, con su espíritu de luz y de paz, y así lo sana. El
Señor, si nos dejamos, nos contagia su vida y así nos salva.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dios se mete en la impureza de nuestra lepra y así
somos curados de todo mal, de toda soledad, de todo pecado. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Molesto</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pero, en la segunda parte del relato, el tono cambia de repente. Jesús parece ser
otra persona: se enfada, reprocha e intimida al leproso; se nota evidentemente que
está molesto. El leproso tenía que haberse callado y visitar a los sacerdotes
para ser readmitido en la comunidad, como estaba previsto por la Ley de Moisés,
a la que Jesús no ignora ni desdeña.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pero el leproso desobedece, exagera los hechos y se
desmadra. Hasta el punto de que Jesús ya no puede entrar tranquilo en ninguna ciudad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Jesús pasa de la compasión a la rabia, qué es lo
que ha sucedido?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> </span><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Gurú</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús pide silencio al leproso curado porque no
quiere ser tenido por un curandero, por un santón o por un gurú esotérico (tan
de moda en nuestros días).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Cómo va a poder invitar a la gente a escuchar su
Palabra y la novedad del Reino de Dios, si la gente sólo lo busca para
solucionar sus propios problemas? ¿Cómo podrá atender a la gente que sólo pide
a Dios su curación y no su conversión? ¿Cómo podrá hacer entender a las
personas el sentido profundo de la vida, si éstas creen que ya lo conocen y sólo
le piden a Dios que se adapte a sus propias exigencias?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En
aquel tiempo, como hoy, éste es el dilema que atenaza a Jesús: por una parte, sentir
compasión, ciertamente, e intervenir en la vida humana, pero sin por ello convertirse
en ese Dios pelele que, mezquinamente, llevamos en el corazón; sin por ello convertirse
en un Dios a nuestro servicio. ¡No es así, hermanos! Somos nosotros los que
tenemos que servir al Señor y a los hermanos. No al revés.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Testigos</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Leyendo esta página del evangelio, nos viene a la
memoria el padre Damián de Veuster (canonizado por Benedicto XVI, el año 2009).
El P. Damián, en 1873, desembarcó en Molokai, una isla de las Hawái en la que había
aislados 600 leprosos, una isla donde la violencia y la depravación eran
comparables sólo a la inhumanidad de aquella enfermedad. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El padre Damián murió en Molokai, haciendo renacer
la dignidad de los leprosos, dándoles fe, esperanza, fiestas, un cementerio,
canciones, cariño; en definitiva dándoles a Jesucristo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Obligado a confesarse gritando sus pecados a un compañero,
que los escuchaba desde un barco; visto con fastidio por sus superiores, que lo
consideraban un extravagante, el padre Damián moriría de lepra después de
dieciséis años devolviendo la dignidad a los leprosos de Molokai.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Después de su muerte, en las páginas de la prensa
internacional, apareció un obsceno artículo de un polemista inglés, que insinuaba
la idea de que el padre Damián hubiera contraído la lepra a causa de relaciones
sexuales, queriendo convertir así al santo de los leprosos en un atroz personaje.
<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El gran escritor R.L. Stevenson, anglicano – el autor
de <i>La isla del tesoro</i>, <i>El doctor Jekill y mister Hyde</i> - habiendo
leído el artículo en su cama de enfermo tuberculoso, escribió una carta abierta
a todos los periódicos ingleses diciendo que quien ultrajaba de ese modo la
memoria del padre Damián se “<i>había
quedado sin gloria, inmerso en su bienestar, sentado en su bonita habitación (...)
mientras el padre Damián, coronado de glorias y de horrores, trabajaba y se pudría
en aquella pocilga de los arrecifes de Kalawao</i>.”<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Ante el
misterio del dolor, Jesús no da respuestas, sino que sufre amando. Es lo que el
padre Damián y tantos seguidores de Jesús hicieron y hacen: compadecerse =
padecer con el que sufre, estar presentes amando. Sin respuestas elaboradas,
pero amando. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Este año de <b>Manos Unidas</b>, quiere ponerse al
lado de los llamados «descartados climáticos», aquellos que son más vulnerables
a la variación y los efectos cambiantes del clima, aunque sean los que menos
han contribuido al deterior ambiental. Con el lema <b>“El efecto ser humano”</b>
quiere concienciarnos de que el maltrato al planeta tiene consecuencias mucho mayores
al otro lado del mundo. La verdadera lucha contra la injusticia climática debe
partir de la convicción tantas veces evidenciada por el papa Francisco de que
existe una auténtica <i>«deuda ecológica»</i> entre los países del Norte y los
del Sur.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
</p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Para bien y para mal, somos la única especie capaz
de cambiar el planeta a mejor, o podemos ser causa de la injusticia climática
cuando contaminamos la naturaleza inconscientemente. ¡Que el Señor nos perdone!<o:p></o:p></span></p></div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-3126858857416175902024-02-03T10:00:00.000+01:002024-02-03T10:30:21.376+01:00DOMINGO 5º DEL TIEMPO ORDINARIO (Ciclo B)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-OfoVP_6yHSQ/VNc8erh0NRI/AAAAAAAAYXs/61GWPNfn0Ro/s1600/mitras1-600x400.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="265" src="https://1.bp.blogspot.com/-OfoVP_6yHSQ/VNc8erh0NRI/AAAAAAAAYXs/61GWPNfn0Ro/s1600/mitras1-600x400.jpg" width="400" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><span> </span><i style="text-align: center; text-indent: 35.45pt;"><span>Primera
lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Job+7%2C1-4.6-7&id22=1&pos=0&set=14&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Job 7,1-4.6-7</a></span></i></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Salmo
Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Sal+147&id22=1&pos=0&set=14&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Salmo 146</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Segunda
lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=1+Cor+9%2C+16-19.22-23&id22=1&pos=0&set=14&l=es" rel="nofollow" target="_blank">1 Cor 9, 16-19.22-23</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Evangelio:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Mc+1%2C+29-39&id22=1&pos=0&set=14&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Mc 1, 29-39</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br />
</span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El
ministerio público de Jesús comenzó en la sinagoga de Cafarnaúm, la ciudad donde
vivían Pedro y Andrés. Son precisamente ellos, junto con Santiago y Juan, los
primeros discípulos a los que Jesús llama. Los cuatro dejan las redes que están
zurciendo para seguirlo, para iniciar la loca aventura del evangelio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dios
nos llama allí donde estamos y nos convierte en pescadores de humanidad,
capaces de sacar fuera de nosotros mismos, y de los demás, toda la humanidad
que necesitamos para vivir.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dejemos
de zurcir las redes, tratando de arreglar o de apañar todas las cosas; lo que
necesitamos es cambiar nosotros radicalmente, lo que necesitamos es la conversión.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Marcos
se muestra como un hábil narrador. Su estilo seco y sintético esconde unos matices
que hemos de captar para entender la intensidad del anuncio de la buena nueva. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Saliendo
de la sinagoga Jesús entra en casa de Pedro, cura a su suegra, acoge a la
muchedumbre al caer de la tarde, luego, por la noche, sale a orar. Éste es el
esquema de una jornada corriente de Jesús.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Nos
quejamos de tener poco tiempo y de andar corriendo desde la mañana hasta la tarde? No se lo digamos al
Maestro…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Curados para servir</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
suegra de Pedro está con calentura. La fiebre, como sabemos, puede ser señal de
una leve enfermedad o de una enfermedad mortal. Aquí sin embargo se convierte
en el símbolo de cualquier estado de malestar humano. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pedro
y Andrés van a Jesús y le hablan. No piden una intervención del Señor, ni una
curación; ellos son el modelo de discípulo que hace de la oración un momento
para confiar en Dios, y no una imposición al Señor de las soluciones hechas que
cada uno desea y ya tiene previstas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús
interviene con garbo y amabilidad, coge la mano de la suegra de Pedro y la
cura. La mujer se pone a servir al Señor y a los suyos, a sus amigos y
familiares.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El
verbo que Marcos usa aquí para la curación tiene que ver con la resurrección (</span><i><span style="font-family: Symbol; font-size: 12.0pt;">egeiro</span></i><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">)
y el verbo usado a continuación indica un servicio permanente y continuo (</span><i><span style="font-family: Symbol; font-size: 12.0pt;">diakonein</span></i><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">).
Estos son los dos atributos del discípulo: una persona curada que se pone a servir,
un renacido que se pone al servicio del Reino.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y
aquí, como más adelante el día de la resurrección del Señor, va ser una mujer,
la parte débil según la cultura judía, la que es curada y la que se pone a servir.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Estamos
sanados y salvados para servir, para anunciar el Reino de Dios, como la suegra
de Pedro. Resucitados para en todo amar y servir.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En el umbral</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
primera escena del evangelio de Marcos se desarrolla en la sinagoga, como vimos
la semana pasada; el pasaje de hoy, en cambio, se desarrolla en casa; en el
capítulo siguiente, de nuevo, volveremos a la sinagoga.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Quiere
decir esto que el nuevo lugar donde Dios está, y donde podemos hacer la experiencia
del encuentro con él, es en casa, en lo cotidiano, y no tanto en el templo. La
fe de Jesús y sus seguidores se desviste de la solemnidad, de la exterioridad y
de la ritualidad para entrar en lo cotidiano, en lo pequeño, en el hogar, en el
despacho, en el aula o en el taller. “Entre los pucheros”, como diría Santa
Teresa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús
también se encuentra en la plaza del pueblo con los habitantes de Cafarnaúm, que
se convierten en el emblema de toda la humanidad que anhela la curación, tanto exterior
como interior, que busca la salvación, que ansía ser sanada. Jesús los acoge los
bendice a todos a la puerta, en el umbral de la casa de Pedro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Así
tenemos que hacer los discípulos del Señor: estar en la frontera como Jesús,
que inicia su ministerio a Cafarnaúm, la ciudad situada en los confines de
Israel. Como discípulos, no podemos enrocarnos nuestras posiciones, haciendo de
nuestra fe una ciudad fortificada e inexpugnable. Como discípulos del Señor,
hemos de estar siempre disponibles en el umbral para anunciar el evangelio de
salvación a todas las personas y a todos los pueblos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Una
expresión muy del Papa Francisco es hablar de “la Iglesia en salida”, no
encerrada en sí misma, que deja la propia comodidad y sus seguridades, y se
atreve a llegar a todas las periferias y fronteras necesitadas de la luz del
Evangelio. Y allí bendecir a todos sin distinción. Como Jesús en Cafarnaúm.
Desde las barricadas no se puede bendecir a nadie.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Salgamos
de nosotros mismos, de nuestros localismos y particularismos, aunque en medio
de nosotros haya también grandes necesidades. Ahí está el ejemplo de Cristo:
son muchos los que lo buscan, los que lo reclaman en Cafarnaúm, pero él,
además, opta por salir a las aldeas cercanas para llevar también a ellas el
Reino de Dios. De la misma manera, las necesidades más cercanas a nosotros no
pueden servirnos de excusa para no escuchar el grito de nuestros hermanos en
otros lugares del mundo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La fuerza</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pero
¿de dónde toma su fuerza Jesús para lograr acoger y bendecir a todos, para escucharlos
y curarlos? ¿De dónde toma la energía para hacer de su vida un anuncio
constante? La fuerza la consigue en la oración.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En
una oración larga y cuidada, para discernir cuál es la voluntad del Padre. Una oración
que asombra y fascina a sus discípulos. Un oración que no es la “lista de la compra”
para presentar a Dios cuando las cosas no funcionan, acordándonos de Santa
Bárbara cuando truena, sino el diálogo íntimo, intenso y continuo de quien busca una identificación con el Señor, dejándose
modelar por Él y sus inspiraciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y
como la jornada es bastante frenética, Jesús reza por la noche. Cuando tenemos
demasiadas cosas que hacer y no encontramos tiempo para orar, es exactamente ese
el momento en que podemos recortar un tiempo para Dios, incluso restándolo al
sueño.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El
“secreto” de Jesús es una íntima conversación con el Padre que le permite hacer
de su vida un regalo para los demás. Ese puede ser también nuestro “secreto”,
nuestra fuerza para poder amar y servir a los otros. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Acaparadores</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Una
última reflexión: Pedro busca a Jesús, pero con una connotación negativa. Pedro,
al principio, no se pone en búsqueda de Jesús como un discípulo, sino que lo
busca para acapararlo y poseerlo. El reproche que lanza a Jesús, cuando le dice
“todos te buscan” está ocultando una queja: ¿por qué te vas de Cafarnaúm?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">A
Dios no se le “posee” ni se le manipula. No podemos atar a Dios a nuestros deseos,
ni a nuestras tradiciones. Porque nuestro Dios no tiene donde reposar la cabeza.
Es inútil querer hacerle un hermoso “chalet con piscina” donde encerrarnos con
él para vivir tranquilos, sin preocupaciones, huyendo del mundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En
cambio, si lo deseamos de verdad,
podemos hacernos seguidores del Señor. Salir con Jesús de nuestros cuarteles de
invierno para “predicar el Reino de Dios por las otras aldeas vecinas”. Pasar
del estar curados de nuestras propias ataduras, a contagiarnos con su misma
pasión de anunciar el verdadero rostro de Dios a todas las gentes. Que Él nos
ayude.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></p></div></div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-28015516288799657602024-02-01T19:00:00.000+01:002024-02-01T19:44:21.425+01:00PRESENTACIÓN DEL SEÑOR - 2 de febrero<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-_yXkyLBBBAk/VrE0zhiCSuI/AAAAAAAAZ0E/d9ffKIOFyws/s1600/Presentacion.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://4.bp.blogspot.com/-_yXkyLBBBAk/VrE0zhiCSuI/AAAAAAAAZ0E/d9ffKIOFyws/s400/Presentacion.jpg" width="321" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12pt;"> </span><i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12pt;">Primera Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Mal+3%2C+1-4&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Mal 3,1-4</a></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12pt;">Salmo responsorial:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Sal+24&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Salmo 23</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12pt;">Segunda Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Heb+2%2C+14-18&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Heb 2,14-18</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12pt;">Evangelio: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Lc+2%2C22-40&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Lc 2,22-40</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El
tema de la celebración de hoy parece más ligado al ciclo de Navidad, con sus
narraciones de la infancia de Jesús. Sin embargo, el núcleo del mensaje que hoy
nos trae la liturgia lo hemos escuchado en el Evangelio y lo escucharemos
después subrayado en el Prefacio: Jesús es revelado por el Espíritu Santo como
gloria de Israel y luz de los pueblos. Jesús es el Mesías esperado desde hace
tiempo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La esperanza de un pueblo</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pero
todo esto sucederá de una forma desconcertante. Cuando los padres de Jesús se
acercan al Templo con el niño, no son los sumos sacerdotes ni los demás
dirigentes religiosos los que salen a su encuentro. Muy al contrario, pasados unos
años, serán esos dirigentes los que lo entregarán al poder romano para ser
crucificado. Jesús no encuentra ninguna tipo de acogida en esa tipo de religión
segura de sí misma y olvidada del sufrimiento de los pobres.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Tampoco
vienen a recibirlo los maestros de la Ley que predican sus “tradiciones
humanas” en los atrios del Templo de Jerusalén. Esos mismo que, años más tarde,
rechazarán a Jesús por curar a los enfermos en sábado rompiendo la ley judía. Jesús
no encuentra ningún tipo de acogida en doctrinas y tradiciones religiosas que
no ayuden a vivir una vida más digna y más sana. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Toda
la espera del Mesías, incubada durante siglos por el pueblo elegido de Israel,
se hace presente en el templo por medio de la anciana Ana y del sacerdote Simeón.</span>
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dos ancianos de fe
sencilla y corazón abierto, que han vivido su larga vida esperando la salvación
de Dios. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Los
contemporáneos de Simeón y Ana ya se habían olvidado de la promesa de Dios. Sin
embargo, ellos son una fiel representación del Israel que espera, y reciben en
el templo al Dios de la gloria cuando Jesús entra en brazos de sus padres.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Los que acogen al Señor</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En
aquel momento, ¿quiénes acogen al Señor? María, la bella y joven madre, cuya
intimidad con el Señor la llevó a ser la mediación de nuestra salvación; su esposo
José, el hombre bueno y justo que permite a Dios realizar su plan de salvación
(cfr. Mt 1, 19-20); Simeón, un contemplativo conducido por el Espíritu, en cuyas
palabras resuenan los textos mesiánicos del profeta Isaías; y Ana, la mujer que
<i>“no se apartaba del templo día y noche, sirviendo
a Dios con ayunos y oraciones”.</i> Todos ellos representan a ese tipo de
personas que no viven cerradas en sí mismas, o absorbidas únicamente por las circunstancias
de la vida, sino que viven para <i>“el
Consuelo de Israel”:</i> para su liberación y para la salvación del mundo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Aunque
nadie lo sospecha – y ellos mucho menos -, justamente ellos, con su generosidad,
son los verdaderos héroes del pueblo. Por el modo de vida que tuvieron y por su
disponibilidad a ser conducidos por el Espíritu Santo, ellos fueron capaces de
dar testimonio de que aquel niño era el Mesías que todo Israel - y la Humanidad
- estaba esperando. Y eso a pesar de que el niño venía camuflado, porque no había
elegido venir en gloria sino “parecido en todo a los hermanos” (2ª lectura),
para poder así compartir su sufrimiento y estar dispuesto a ser “señal de
contradicción” (Evangelio). <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Los
ancianos Simeón y Ana, por su parte, dejan vía libre a los jóvenes padres con
su recién nacido; la promesa del Mesías redentor se transforma ahora en presencia.
En esta nueva situación, mirar de frente a la salvación va a exigir un heroísmo
aún más grande. En concreto, a María y José, antes de la violenta y desgarradora
contradicción que supondrá el rechazo de Jesús por parte de su pueblo, antes de su crucifixión y muerte, se les va a presentar
la larga y silenciosa prueba de fe que supone la contradicción de una tediosa normalidad
de la vida ordinaria en Nazaret.<span></span></span></p><a name='more'></a> <o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Vivir en esperanza</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Mirando
a estos testigos de la llegada del Señor a la historia, hemos de vivir la vida con
una esperanzada perspectiva de salvación.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Cuáles
son los horizontes en los que nos movemos? ¿Cuáles son las cosas que realmente nos
importan?, ¿el trabajo, el equipo local, la diversión, salir con los amigos, el
éxito, el dinero, la próxima cita, la familia...? Nuestra vida, como cristianos
que somos, no puede basarse definitivamente en ninguna de estas cosas, aunque
algunas sean importantes; porque ellas no son, ni nos dan el sentido de la vida.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Cada
cristiano tiene que ser para todas las personas un testigo del verdadero
sentido de la vida, y del lugar dónde ella se encuentra: en Jesús de Nazaret,
el Hijo de Dios, que para muchos será signo de contradicción, piedra de escándalo
y tropiezo. Para cada uno de nosotros, lo más importante ha de ser siempre la
salvación, que empieza ya ahora, y que continúa hasta la vida sin fin que el
mismo Jesús nos ha ganado con su resurrección. Salvación para nosotros mismos,
para nuestros seres queridos, y para todo el género humano, para todos los hijos
de Dios.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Se
basa de verdad nuestra vida en esto?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Todos
los aspectos de nuestra existencia tienen que ser encauzados hacia el único y
gran torrente de vida eterna, que ya está presente y que experimentamos de
alguna manera en esta vida.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Indudablemente,
en nuestro mundo, éste no es un camino fácil. Cualquier señal que queramos dar
en este sentido será obstaculizada. Y es que el discípulo no puede ser mayor
que el Maestro. Los santos, los grandes fundadores de órdenes religiosas
generalmente encontraron todo género de resistencias, malentendidos y
persecución. Ser entorpecido en el camino debería ser tenido cómo la suerte
normal del cristiano, sin importar la situación o momento en que uno viva. Ser
radicalmente cristiano, al estilo de Jesús, es ser piedra de toque y
contradicción, porque ese estilo contrasta en todo con los contravalores de
esta sociedad en la que hemos sido llamados a vivir. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Vida consagrada</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hoy
celebra la Iglesia el Día Mundial de la Vida Consagrada. Un estado de vida
radicalmente cristiana. En ella se elige la novedad de Cristo, que no envejece
nunca, frente a la flaqueza de un mundo y una cultura que están raídos y viejos,
especialmente en nuestra caduca Europa. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El
lema de este año es <i>Aquí estoy, Señor, hágase tu voluntad. </i>Al decir “aquí
estoy” estamos diciendo “aquí estamos”. No solo porque cuando un cristiano dice
“yo” está diciendo “nosotros”, sino porque en este momento concreto de la
historia, el nosotros de la Iglesia y de la Vida Consagrada nos invita a
ofrecernos a la misión y a buscar y hallar la voluntad divina como comunidad
sinodal, como el pueblo de Dios en camino. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><i><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">«¡Aquí
estamos!», «¡Hágase tu voluntad!» </span></i><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Como María, la joven Madre de Dios que, desde su entrega
total a Dios y a su plan de salvación, es la imagen de la vida consagrada que
nos enseña a vivir la misericordia en el seguimiento de Jesucristo
misericordioso. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pidamos
hoy por los religiosos y religiosas, y por todas las personas que viven las diversas
y variadas formas de vida consagrada, para que sean verdaderos signos de
contradicción en nuestro mundo, haciendo vida concreta la eterna novedad del
evangelio de la misericordia en cualquier parte del mundo, donde otros hombres
y mujeres tienen velado el rostro de Dios y desconocen el verdadero sentido de
la existencia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Que
María los sostenga y acompañe en su vocación, protegiendo con su maternidad la
consagración, comunión y misión de cada uno de nuestros hermanos y hermanas de
la vida consagrada. Así sea.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"><br /></span></p><p style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia;">
</span><a href="https://4.bp.blogspot.com/-yU6k510B9as/Uu4fqpsp4AI/AAAAAAAAUaw/0elQ855ZZD8/s1600/velas%2Bcuadradas.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia;"><img border="0" height="200" src="https://4.bp.blogspot.com/-yU6k510B9as/Uu4fqpsp4AI/AAAAAAAAUaw/0elQ855ZZD8/s200/velas%2Bcuadradas.jpg" width="200" /></span></a></p>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12pt;"><br /></span></div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-33876487990585681842024-01-27T09:30:00.000+01:002024-01-27T09:33:52.750+01:00DOMINGO 4º DEL TIEMPO ORDINARIO (Ciclo B)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-RLGtnhRpaDg/VM39ql7gwWI/AAAAAAAAYV8/6uDfak6_Ako/s1600/Imagen1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="http://4.bp.blogspot.com/-RLGtnhRpaDg/VM39ql7gwWI/AAAAAAAAYV8/6uDfak6_Ako/s1600/Imagen1.jpg" width="400" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Primera
Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Dt+18%2C+15-20&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Dt 18, 15-20</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Salmo
Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Sal+95&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Salmo 94</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Segunda
Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=1+Cor+7%2C+32-35&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">1 Cor 7, 32-35</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Evangelio:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Mc+1%2C+21-28&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Mc 1, 21-28</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Misterio y dolor<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hoy
la Palabra de Dios nos habla de la sinagoga; de la Iglesia, podemos decir
nosotros. Y es difícil hablar de la Iglesia, seamos honestos y no nos
engañemos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Si
todo y sólo fuera la teología, el evangelio, los santos, el misterio y su luz
envolvente, todo sería más sencillo, resplandeciente y transparente.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pero
no es sólo así. Jesús, pensando en la Iglesia, imaginándola como una comunidad
de hermanos que se pusieran al servicio de unos para otros, escogió sin embargo
personas llenas de límites y de defectos para ponerlas al frente de la
comunidad. Y así, en la Iglesia, convive desde siempre este enredo misterioso,
y a veces insoportable, de santidad y de pecado, de alas que nos elevan a lo
más alto y de pesos que nos hunden en el abismo. Un enredo de luz y de sombra.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Santa
y pecadora, casta meretriz, la Iglesia está formada por personas y por Dios
mismo, está hecha con nuestros límites y con la benevolencia amorosa del Señor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¡Cuánto
deseamos que no fuera así! ¡Cómo quisiéramos que la Iglesia estuviera hecha de
personas disponibles, coherentes, misericordiosas, que pensaran siempre con el
evangelio en el corazón! Y, en cambio, esto no siempre es así.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En
cada uno de nosotros habita toda la fuerza de la Palabra y la experiencia de
Dios. Y, a la vez, la contradicción de nuestras limitaciones y de nuestros cansancios.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Quizás
el Señor nos permite vivir en esta situación de tensión interior, de anhelo y de
deseo de santidad. Tal vez vueltos todos hacia él, con la nostalgia infinita de
su presencia, podríamos sentirnos orgullosos por la experiencia de la luz
divina, pero en ese mismo momento tropezaríamos con nuestra mezquina, pequeña y
dolorosa incoherencia de nuestras vidas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pero
hermanos, en esta Iglesia, a veces severa e incomprensible, es donde hemos
recibido a Cristo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Ciertamente,
algunas cosas de la Iglesia no nos agradan, ni nosotros agradamos a la Iglesia.
¿Pero podemos renegar de nuestra madre sólo porque la ropa que lleva la
envejece?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Convertir a la Iglesia<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Marcos
inicia su narración con un hecho desconcertante: la liberación de un
endemoniado. Dentro de la sinagoga. No fuera, ni cerca: dentro.<b><o:p></o:p></b></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es
como si Marcos dijera: el primer anuncio qué debemos y podemos hacer, la
primera liberación del demonio, del pecado y del mal, que tenemos que hacer
está dentro de la comunidad, está dentro de la Iglesia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Antes
de mirar afuera, al mundo hostil y oscuro, hace falta tener el coraje de
liberar de cualquier tiniebla en nuestras comunidades cristianas. Liberarlas de
la peor de las herejías de nuestro milenio reciente, es decir, la herejía del conformarse
con una fe que sólo es exterioridad, costumbre, cultura, conservadurismo a
ultranza, mantenimiento del “siempre se hizo así”. Liberar a las comunidades de
una fe que no tiene nada que ver con la vida real, porque muchas veces tiene
poco que ver con nuestro salvador Jesucristo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Qué tienes que ver tú con
nosotros, Nazareno?</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El
endemoniado del evangelio es símbolo de todas las objeciones que, en
definitiva, nos impiden volver a ser creyentes. El endemoniado habita en la
sinagoga – en la iglesia - participa en la oración, profesa su fe.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Marcos,
con descaro y franqueza, como un digno profeta, amonesta a la comunidad que lee
su Evangelio: el primer exorcismo que Jesús ejerce está en la comunidad, entre
los hermanos de fe.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Los
peligros no están “fuera”, sino “dentro” de nosotros, dentro de las opciones
que vamos haciendo cada día. Es ahí donde vivimos las contradicciones de la fe.
Dentro de nuestras comunidades es donde habita la lógica tenebrosa y diabólica de
la división.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
afirmación del creyente endemoniado es terrible: ¡Qué tienes que ver tú con
nosotros, has venido para arruinarnos! ¿Qué tienes que ver tú Señor Jesús con
nuestra Iglesia?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es
demoníaca una fe que mantiene a Dios lejos de la vida cotidiana y que lo relega
todo al ámbito de lo sagrado, una fe que sonríe benévolamente ante las piadosas
exhortaciones, sin bajarlas a la dura realidad de cada día.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es
demoníaca una fe que ve en Dios a un competidor y que contrapone su propio éxito a la vida de la fe. ¡Cuánta gente piensa
que si Dios existiese yo estaría castrado y no podría realizar mis deseos! Hay,
por desgracia, mucho creyente ateo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es
demoníaca una fe que se queda sólo en palabras sin adherirse al Señor de
corazón: el endemoniado reconoce en Jesús al santo de Dios, pero no se adhiere
a su evangelio.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Para
nosotros, discípulos que frecuentemos la iglesia, hay tres riesgos concretos y muy
medibles:<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">-
profesar la fe en un Dios que no tiene qué ver con nuestra vida<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">-
ver en Dios un adversario del que hay que defenderse<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">-
escuchar únicamente la voz de Dios, sin pasar esa voz a la acción de cada día.<o:p></o:p></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #073763;"><b>“¿Qué tienes que ver con nosotros, Señor?”</b></span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El
riesgo presente y extendido en la Iglesia de nuestro siglo, sobre todo en
occidente, - que cree creer, que está saciado y aburrido -, el trance es tener
una fe que se queda encerrada en el precioso círculo de lo sagrado, una fe
hecha de sagrados formalismos y de tradiciones venerables, pero que no logra
incidir ni cambiar la mentalidad y el destino del mundo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Una
fe que no cambia la vida, las relaciones económicas, la política, la justicia,
es una fe fingidamente cristiana.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Porque
no basta con creer: también el demonio cree, también él sabe bien quien es
Jesús y, precisamente por eso, sabe que el Señor ha venido para destruir las
tinieblas de la mentira y el error que habitan nuestro mundo con toda
prepotencia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
</p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Este
es el desafío que la Señor lanza a su Iglesia hoy: que sus miembros volvamos a
ser de verdad creyentes, que lleguemos por fin a ser sus discípulos y seguirle de
cerca en la vida de cada día. Que así sea.<o:p></o:p></span></p></div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-34651914565250337052024-01-20T10:00:00.000+01:002024-01-20T10:28:40.843+01:00DOMINGO 3º DEL TIEMPO ORDINARIO (Ciclo B)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-1LlOUvbF_DY/VMTEEdAgpqI/AAAAAAAAYVE/N9Yk__OPVqc/s1600/girasol-en-el-campo.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://2.bp.blogspot.com/-1LlOUvbF_DY/VMTEEdAgpqI/AAAAAAAAYVE/N9Yk__OPVqc/s1600/girasol-en-el-campo.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 16px; text-align: justify; text-indent: 47.2667px;"><span style="color: #783f04;">La conversión, como los girasoles: volverse hacia la luz<br />para resplandecer y adquirir dignidad.</span></span></td></tr>
</tbody></table>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="text-indent: 35.45pt;"><br /></span></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><span style="text-indent: 35.45pt;"> </span><i style="text-indent: 35.45pt;">Primera
lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Jon+3%2C+1-5.+10&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Jon 3, 1-5. 10</a></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Salmo
Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Sal+25&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Salmo 24</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Segunda
lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=1+Cor+7%2C+29-31&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">1 Cor 7, 29-31</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Evangelio:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Mc+1%2C+14-20&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Mc 1, 14-20</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-indent: 35.45pt;"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Marcos
era un muchacho cuando conoció a Jesús. Probablemente la comunidad se reunía con
cierta frecuencia en su casa, sobre todo durante los días de los
acontecimientos pascuales. Aún más probable es que el famoso huerto de
Getsemaní fuera propiedad de la familia de Marcos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Después
de una primera experiencia junto a los apóstoles Bernabé y Pablo, el joven
Marcos fue seguidor de Pedro, el pescador. Y es precisamente Marcos el que, por
sugerencia del mismo Pedro, escribe por vez primera un informe sobre la vida y
la predicación de Jesús, es decir un evangelio: el primer evangelio.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Estaba
dirigido a los paganos que se acercaban al anuncio (¿tal vez los romanos?) y
escrito gramaticalmente en un griego básico y bastante pobre. A través de este
evangelio podemos captar el frescor del anuncio, y podemos también detectar la
experiencia y el pensamiento del apóstol Pedro tras las palabras de Marcos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Marcos
hace una breve síntesis del Bautismo de Jesús y el período pasado en el
desierto para ir rápido lo esencial. A la predicación del Maestro. A la buena
noticia de Jesús.</span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Evangelio<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Eso
es lo que significa sencillamente la palabra evangelio: buena noticia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¡Cuánta
necesidad tenemos de buenas noticias en este momento oscuro de la Historia,
lleno de desaliento y desencuentros!<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús
inicia su predicación después del arresto de Juan Bautista: aquello era un
acontecimiento negativo, una mala noticia, que empuja a Jesús a la predicación.
El Bautista es “entregado”, señala literalmente el joven Marcos, como para
indicar que la providencia también se da en los acontecimientos humanos más
necios, la intervención de Dios también se da cuando Dios parece olvidarse de
sus hijos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús
recoge el testigo de Juan, prolonga su obra y da sentido al sacrificio vivido
por el profeta para prepararle el camino. Jesús inicia su ministerio cuando en
aquel momento difícil lo prudente hubiera sido no hacer nada. Sin embargo, él inicia
su misión en medio de un clima de persecución hacia los profetas…, algo que se
parece bastante a nuestro tiempo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús
anuncia una buena noticia de parte de Dios: <i>“El
plazo se ha cumplido y el reino de Dios está cerca; convertíos y creed en el
evangelio.” </i>El tiempo se ha cumplido, éste es el momento justo, no
esperemos más, no lo dejemos todo para más adelante: ahora, hoy, en este
momento Dios está aquí.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¡Cuántas
veces nos falta tiempo para hacer las cosas que queremos, para encontrarnos con
las personas que queremos, para sentarnos a gozar las pocas alegrías que la
vida nos da! ¡Cuántas veces posponemos las cosas que tenemos que hacer buscando
momentos más oportunos o esperando días mejores! ¡Cuánto agobio nos cuesta
vivir el presente - también el presente de la fe - posponiendo la conversión,
rindiéndonos a la tiranía del caos de cada día!<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dios
está aquí ahora, aunque no lo sintamos, aunque no nos enteremos, aunque el
cansancio o el dolor nos hayan nublado la vista interior. Dios está entre
nosotros, porque él se nos ha hecho cercano, porque la encarnación en la Navidad
nos ha abierto a la evidencia de un Dios que es tremendamente accesible.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El Reino está aquí</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">No
sólo es que Dios sea accesible, sino que es posible construir su Reino, vivir
en la lógica del Evangelio, crear espacios y lugares, que lleguen a ser
sucursales del Reino de Dios. No tenemos que esforzarnos ni tenemos que
merecerlo - ¡es gratis! -, sólo tenemos que darnos cuenta de ello y colaborar
en la misión.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Si
esto es así de verdad, si basta con volver la cabeza para cruzarnos con la
mirada de Dios, ¿a qué esperamos?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¡Cambiemos
nuestro acercamiento a Dios! Quizás no te des cuenta enseguida, dice Marcos,
quizás las vicisitudes de la vida nos han endurecido el alma, pero fiémonos. Si
volvemos la mirada acabaremos inexorablemente cruzándola con la del Maestro.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Esta
es la más bella noticia que podamos recibir hoy: que Dios se ha acercado a cada
uno de nosotros, porque nos quiere.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Toda
nuestra fe se encierra en este anuncio: en
la buena noticia de que el proyecto de bien que Dios tiene, se hace cercano.
Sólo queda nuestro empeño por acogerlo, nuestro esfuerzo para no dejarnos
arrollar por las malas noticias, y dejar en cambio que brote todo el bien y
todo lo bello que hay en nosotros.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y
ésta buena noticia es tan nueva tan verdadera y tan profunda, que todo lo demás
se vuelve relativo, y los hechos de la vida, incluso los más bonitos como los
afectos, son la escena en que se ve a Dios como el actor protagonista, nos dice
Pablo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> </span></b><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En cualquier lugar</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
llamada de los apóstoles nos revela que este anuncio nos alcanza justo allí
donde vivimos, que no tenemos excusa de ningún tipo, que no podemos escondernos
detrás de las demasiadas ocupaciones y cosas que tenemos por hacer, ni posponer
nuestra conversión a un retiro, a una peregrinación o a una semana de
ejercicios: Jesús llama a Simón y Andrés en el trabajo, y a Santiago y Juan
mientras se dan un respiro.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús
simplemente pasa por nuestra vida y nos llama a todos, en cualquier sitio.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">No
hay ninguna condición para llegar a ser discípulos suyos: la única cosa que se
nos pide es la conversión, es decir, la actitud de quien se da cuenta de que la
respuesta verdadera está en el corazón de Dios; de quien decide ponerse de
verdad a la escucha, como los habitantes de Nínive en la primera lectura, como
quién sigue la sugerencia de Pablo porque el teatro del mundo termina por acabarse.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
conversión es como imitar a los girasoles: volverse hacia la luz para así
resplandecer y adquirir una bella dignidad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
exhortación de Pablo a vivir en el presente con desapego es completamente
necesaria para la conversión. Pero ¡ojo!: “desapego” no significa
desinteresarse del mundo (algo que es un gran error cometido por bastantes
cristianos a lo largo del tiempo) sino que significa vivir en el mundo con el
justo equilibrio. Significa que el trabajo, la familia, el cónyuge y los hijos,
el negocio… son importantes, ciertamente, pero no son suficientes para llenar el
corazón, ni para apagar ese deseo de absoluto que nos quita el aliento. Y Pablo
lo sabe bien; él, cuya conversión recordaremos la próxima semana, vio cómo su
vida de super creyente, de fariseo celoso y de fiel intolerante, se convertía
en un instrumento para la evangelización en manos de nuestro Dios, el
imprevisible.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dejar las redes</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dejemos
las redes, todas las redes que nos atan, los agobios y preocupaciones, las
vueltas a la cabeza, las demasiadas ocupaciones que nos impiden dejarnos amar
por Cristo. Su mensaje continúa a través de nuestra pequeña vida, en nuestro
recorrido de cada día. Estamos llamados a ser pescadores de humanidad, llamados
a sacar fuera de nosotros toda la humanidad que tenemos escondida en los
pliegues de la vida; a sacarla en este mundo deshumanizado y deshumanizante que
nos ha tocado vivir. Estamos llamados, en este tiempo desesperado y
desesperante, a dar la buena noticia de un Dios que habita nuestras soledades.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El
Reino avanza, está presente, nos dice Jesús. A ver si nos enteramos, a ver si
nos dejamos alcanzar por él. Dios nos ama.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
</p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Esto
sí que nos cambia la vida. Éstas sí que son buenas noticias.<o:p></o:p></span></p></div></div>
</div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-26597591840371550942024-01-13T10:00:00.000+01:002024-01-13T10:05:57.484+01:00DOMINGO 2º DEL TIEMPO ORDINARIO (Ciclo B)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-N4IbKjf5nhc/VLuK9PNN8bI/AAAAAAAAYTY/OfEtOpnEy8U/s1600/Estees%2Belcordero.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia;"><img border="0" height="400" src="https://4.bp.blogspot.com/-N4IbKjf5nhc/VLuK9PNN8bI/AAAAAAAAYTY/OfEtOpnEy8U/s1600/Estees%2Belcordero.jpg" width="321" /></span></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br />
<br />
<span style="font-size: small;"><i style="text-indent: 35.45pt;"><span>Primera
lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=1+Sam+3%2C+3-10.19&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">1 Sam 3, 3b-10.19</a></span></i></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: small;"><i><span style="font-family: georgia;">Salmo
Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Sal+40&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" rel="nofollow" target="_blank">Salmo 39</a></span></i></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: small;"><i style="text-align: left; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: georgia;">Segunda
lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=1+Cor+6%2C+13-15.17-20&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es&idp0=23&idp1=24" target="_blank">1 Cor 6, 13-15.17-20</a></span></i></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: small;"><i><span style="font-family: georgia;">Evangelio:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Jn+1%2C+35-42&id22=1&id23=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Jn 1, 35-42</a><o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: georgia; text-indent: 35.45pt;"><br /></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hoy
comenzamos la celebración de los domingos del tiempo ordinario, aunque no sé por
qué lo llama así la liturgia. ¿Qué tiene de “ordinario” un tiempo habitado por Dios
para siempre? ¿Un tiempo que se convierte para nosotros en el lugar donde podemos
encontrar la plenitud de Dios, y descubrir nuestra verdadera identidad y
nuestra misión?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Qué
tiene de “ordinario” un tiempo que comienza con la experiencia de la llamada de
los dos primeros discípulos, y que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia
vocación?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Vocación
que es para todos, y no sólo cosa de curas y monjas. Todos estamos llamados a
hacer la experiencia de Dios, a conocerlo y buscarlo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Como
el pequeño Samuel.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En el templo</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Samuel
- como ocurre otras veces en la Biblia - es hijo de Ana, una mujer estéril. Con
la alegría de tener un hijo inesperado, la madre decide confiarlo al cuidado de
Elí, el sacerdote. Samuel se convertirá así en un profeta extraordinario que habrá
de consagrar a los primeros reyes de Israel.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Samuel
está en el templo, asiste a las liturgias y tiene una óptima dirección
espiritual con Elí. Pero todavía no conoce Dios. Lo mismo nos puede pasar a
nosotros, que podemos frecuentar el templo sin “conocer” a Dios allí dónde su conocimiento
se muestra en una cercanía íntima y absoluta: en las sagradas escrituras de la
Biblia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El
encuentro con Samuel ocurre en plena noche, el tiempo del silencio, porque sólo
si sabemos reservarnos espacios de quietud y silencio podemos “conocer” a Dios.
Pero, desgraciadamente, estamos demasiado faltos de estos espacios en las agitadas
vidas de nuestras ciudades.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Nosotros
también necesitamos de alguien que nos ayude a entender, alguien, como lo fue Elí
para Samuel, como el Bautista para sus discípulos, como Pablo para los gentiles:
ellos eran unos buenos guías que conducían hasta a Dios, sin buscarse a sí mismos.
Así, con esa guía, Samuel encuentra Dios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Juan y Andrés</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">No
es en el templo, sino en el desierto, donde Juan y Andrés encuentran a Dios.
Ellos siguieron el carisma del Bautista y dejaron todo para seguirlo. También
su piel ha sido abrasada por sol y el viento del desierto de Judá. Ahora su
maestro sabe que se acabó su tiempo. El Bautista permanece en el punto al que
ha llegado, mientras Jesús pasa por delante. Su tiempo se acabó, él lo sabe y señala
a Jesús, mezclado entre los penitentes. Ahora es a Jesús a quien sus discípulos
deben seguir.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Juan
lo llama “cordero de Dios”, como el cordero que los hebreos inmolaban la noche
de la Pascua, como el cordero inmolado en vez del pueblo el día del <i>Yom kippur,</i> como el cordero sacrificado en
vez de Isaac, como el cordero manso llevado al matadero del que habla el profeta
Isaías. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">No
sé si el Bautista veía ya en el Nazareno la sombra del sufrimiento y la
determinación de su entrega para todos los pueblos. Pero, ciertamente, sí que
la ve Juan, el evangelista que nos describe el encuentro con Jesús.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Qué
bonito es tener un maestro que nos señale al verdadero Maestro, que se quede aparte
y que nos conduzca al encuentro con el verdadero pastor de nuestras vidas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> <b>¿</b></span><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Qué queréis?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
primera palabra que Jesús pronuncia en el evangelio de Juan es: ¿qué queréis?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús
no va al Jordán a buscar discípulos, no los halaga o se felicita con ellos por
la elección que hayan hecho, sino que les pregunta por la razón de su elección:
¿qué queréis? Dios no quiere discípulos a remolque, cristianos descuidados, religiosos
de rutina, católicos por costumbre. Pide que seamos conscientes de lo que somos
y vivimos. Nuestro Dios quiere que le sigamos como adultos, no como personas infantilizadas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Porque
la fe verdadera nunca es un cómodo refugio para protegernos del mundo malo, nunca
es la alfombra bajo la que barremos y escondemos nuestras miserias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dios
quiere personas auténticas y libres.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Juan
y Andrés quedan descolocados ante la pregunta de Jesús, naturalmente. Es demasiado
fuerte como para no inquietarse. ¿Qué buscan? Todavía no lo saben. Piden ayuda,
buscan luz, algún agarradero, algún punto de referencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Dónde vives?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¡Cuánta
necesidad de certezas tenemos antes de poder confiarnos! ¡Cuánto “sí, pero”
ponemos antes de decir nuestro “sí” definitivo a Dios! <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y
Él, entonces como hoy, nos contesta: venid y veréis. Es decir, no preguntes, fíate,
muévete, haz de tu búsqueda una experiencia viva, arriésgate. Venid a vivir
conmigo y descubriréis entonces cómo vivo yo, desde dónde oriento mi vida, a
quiénes me dedico, y por qué vivo así.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hagamos
nosotros mismos esa experiencia. No busquemos información desde fuera. Este es
el paso decisivo que necesitamos dar hoy para inaugurar una fase nueva en la
historia del cristianismo. Millones de personas se dicen cristianas, pero no
han experimentado un verdadero contacto íntimo y personal con Jesús. No saben
cómo vivió, ignoran su proyecto. No aprenden nada especial de él. Sólo cumplen
normas y practican ritos que nos les dicen nada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Venid y veréis</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
fe no es hacer cosas, saber conceptos y doctrinas, sino conocer y experimentar
a Dios. Y nosotros, cristianos, somos los primeros llamados a ir y ver, a
experimentar a Dios, al que conocemos en Jesús; nosotros, cristianos, somos los
primeros llamados a seguirle como discípulos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Juan
y Andrés fueron, vieron y se quedaron con Jesús. Después de confiar en él, se
quedan, lo aceptan y se dejan implicar. Y no al revés. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
anotación final de Juan es muy simpática: era alrededor de las cuatro de la
tarde. Aquel día, aquel instante, fue tan importante para ellos como para
acordarse de la hora, porque marcó el principio de una vida nueva. Cuando uno
se encuentra con el Señor, recuerda ese momento para siempre. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Habían
pasado ya unos sesenta años desde aquel acontecimiento y el discípulo recuerda
la hora precisa porque todo había cambiado para él y su hermano Andrés. Aquel
día fue para ellos como el principio de una nueva Creación. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Si
supiéramos abrir cada día los ojos y reconocer al cordero de Dios que pasa por
delante de nosotros; si supiéramos abrir cada día los oídos sin dejar perder ni
una sola de las palabras que el Señor quiera todavía decirnos, podría cambiar radicalmente
nuestra vida. Es a lo que estamos llamados, hermanos, a hacer la experiencia de
Dios, en este tiempo verdaderamente tan poco ordinario: en el día a día de
nuestra vida. Que así sea.<o:p></o:p></span></p></div>
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Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-33267771935633065842024-01-06T13:00:00.000+01:002024-01-06T16:18:02.361+01:00BAUTISMO DEL SEÑOR (Ciclo B)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-kSR3RnqwGt0/VLJOkx2j82I/AAAAAAAAYRI/xT3UhQBXzKo/s1600/bautismo-de-jesc3bas.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="371" src="https://2.bp.blogspot.com/-kSR3RnqwGt0/VLJOkx2j82I/AAAAAAAAYRI/xT3UhQBXzKo/s1600/bautismo-de-jesc3bas.jpg" width="400" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
</div>
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;"> </span>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: georgia;">Primera
lectura: Is 42, 1-4.6-7</span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: georgia;">Salmo
Responsorial: Salmo 28</span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: georgia;">Segunda
lectura: Hch 10, 34-38</span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: georgia;">Evangelio:
Mc 1, 7-11</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es
breve el tiempo de Navidad. Breve pero lleno de emociones y de fuerza, de
provocación y de invitación a la conversión para quien quiera acogerlos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y
hoy cerramos estas dos semanas que hemos pasado acogiendo lo inaudito de Dios,
asombrándonos como los pastores, al descubrir que Dios viene intencionadamente
para los derrotados; al hacernos preguntas como los Magos, que son unos
curiosos de la vida; al meditar como hace María, que va tejiendo su vida
alrededor de la Palabra hecha carne.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hoy,
archivamos la Navidad con una última reflexión, densa, inmensa y
desestabilizadora. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Al
Jesús que habíamos dejado en la cuna reconocido por los Magos, lo encontramos
hoy ya adulto, penitente entre los penitentes, haciéndose bautizar en el Jordán
por Juan el predicador.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Estaría
bien que la Iglesia, antes de volver al tiempo ordinario, celebrara otras dos
fiestas: una, la memoria de la huida a Egipto, para recordarnos que Dios fue un
inmigrante clandestino, tratado mal por los biempensantes y honorables de todos
los tiempos y, otra, la solemnidad de la vida diaria de Nazaret, para
detenernos en el umbral del misterio de un Dios que se pasa haciendo taburetes
durante treinta años.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En
espera de esta improbable reforma litúrgica, nos metemos entre la muchedumbre
que baja de Jerusalén para encontrarse con el bautista, con Juan el profeta.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Marcos</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Marcos
no se alarga en los detalles, como es habitual en él. No habla del nacimiento
de Jesús ni tampoco de su infancia. Nos encontramos con Jesús ya adulto, listo
para bautizarse. También Juan está descrito con pocos rasgos, sin dejar espacio
a las deducciones o a la emoción.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús
se pone en fila para el bautismo, aunque no lo necesita. Su corazón no está
oscurecido por las tinieblas y, en él, la presencia de Dios es absoluta. Sin
embargo, quiere compartir la necesidad íntima de todo ser humano: la liberación
y la paz. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús
no finge, no acepta ventajas, porque es en todo igual al ser humano. En todo
excepto en el pecado porque – tenedlo muy en cuenta – el pecado es la
anti-humanidad. Dios no se aprovecha de ser Dios, sino que quiere hacer su
experiencia humana sin trucos. Esta cercanía a la humanidad seguirá
manifestándose durante toda la vida pública de Jesús.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Después
de haber recibido el bautismo, Jesús siente que el Padre le revela su misión y
su identidad más profunda. Él es el hijo querido, en el que Dios se complace.
Se complace, al verlo solidario con los pecadores. Se complace, al verlo
hacerse discípulo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Amados</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Lucas,
sin embargo, añade un colorido particular a esta página del evangelio. Después
del Bautismo Jesús se pone en oración y, en ella experimenta ser habitado por
el Espíritu Santo y todos los presentes oyen la voz del Padre: <i>“Tú eres mi hijo bien amado, en quien me
complazco”.</i><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En
la oración, que es experiencia interior de Dios, descubrimos que somos bien
amados del Padre. En la oración, que es susurro de Dios, descubrimos que Dios
está contento y que se complace con nosotros.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Ya
desde pequeños se nos invita a ser buenos alumnos, buenos hijos, buenos novios,
buenos esposos, buenos padres, buenos curas.
El mundo premia a las personas capaces, a las que triunfan, y en
nosotros se ha ido introduciendo la idea de que también Dios nos quiere, por
supuesto, pero con algunas condiciones. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Seamos
honestos: ¡a veces chantajeamos a los niños manifestándoles aprecio si hacen lo
que nosotros queremos! Así la idea final que nos queda en el corazón es que, si
nos portamos bien, tendremos como premio la posibilidad de encontrar Dios. (Si
no es aquí, en el más allá.)<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¡Esto
es un fastidio! Toda nuestra vida se vuelve entonces la limosna de un aprecio, de
un reconocimiento. Y así muchas personas se van convirtiendo en lo que los demás
esperan que sean, no en lo que ellas son de verdad. Más aún, si alguien nos
contradice o nos acusa, reaccionamos pensando que en el fondo tiene razón, y nos
decimos: “Tienes que rendirte a la evidencia, tú no vales.” <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El
primer impulso podría ser entonces el de defendernos, de atacar, de ignorar las
críticas, de dar lo máximo, o bien, a veces, nos asalta la desesperación y
decimos: no he merecido el amor de nadie, no soy amable para nada.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús
inicia su vida pública desmintiendo clamorosamente esta idea: Dios no me quiere
porque lo merezco, sino que me quiere y basta. Dios me quiere gratis ya que él
es el manantial mismo del amor y <i>“Dios no
puede más que amar</i>”, como dice San Isaac de Nínive, santo de la Iglesia
Ortodoxa.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Bien amados</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dios,
contradiciendo mi inconsciente, superando las convenciones sociales, forzando
las simplificaciones éticas, me dice que yo soy bien amado, desde el principio,
antes de que yo haya hecho nada bueno o malo, o aunque lo haga: Dios no me
quiere porque soy bueno sino que, queriéndome, me hace bueno. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dios
se complace conmigo porque ve la obra maestra que soy, la obra de arte que
puedo llegar a ser, la dignidad con la que él me ha revestido. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Entonces,
sólo entonces, podré mirar el recorrido que tengo que hacer para convertirme en
la obra de arte que Dios sueña para mí; sólo entonces podré mirar las fatigas
que me frenan, las fragilidades que tengo que superar, las ataduras malsanas que
tengo que aflojar y desatar. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El
cristianismo es eso. Dios me ama por lo que soy, Dios me desvela en lo profundo
lo que soy: una persona muy, pero que muy querida por Él. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es
difícil querer “bien”. El amor es grandioso y ambiguo, puede construir y
destruir, puede hacer vivir o cortar las alas. Es claro que todos quisiéramos
amar, y el amor es el deseo absoluto e intangible que habita en cada uno de
nosotros.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pero
un amor no maduro, un amor posesivo, un amor que chantajea, produce dolor y
frustración. ¡Cuántos padres engendran y cultivan en los hijos gigantescos
sentidos de culpa y, sin embargo, creen que los quieren! ¡Cuántos novios
entienden el amor como una unión sofocante que impide al otro brotar y crecer
en libertad! ¡Cuántas relaciones con Dios, y entre cristianos, se desarrollan
en un clima malsano, que ata en vez de liberar, que mata en vez de hacer
crecer, que mortifica en vez de dar vida!<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dios,
muy al contrario, me ama “mucho y bien”: sin chantajes, sin suscitar sentidos
de culpa, deseando de verdad mi bien y trabajando en mí para conseguirlo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
</p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¡Esto
sí es magnífico! Este es el amor de Dios manifestado en el Bautismo de Jesús y
en nuestro propio bautismo. Dejémoslo crecer y salir de nosotros para bien de
los que nos rodean, y de toda la humanidad. Que así sea.<o:p></o:p></span></p></div>
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Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-244382153151092332024-01-05T10:00:00.000+01:002024-01-05T10:23:26.864+01:00EPIFANÍA DEL SEÑOR (6 de enero) Ciclo B<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-3iokZEgzeHc/VKuiAHYEpZI/AAAAAAAAYQQ/GRE6UDGV0GY/s1600/Imagenreyes.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://1.bp.blogspot.com/-3iokZEgzeHc/VKuiAHYEpZI/AAAAAAAAYQQ/GRE6UDGV0GY/s1600/Imagenreyes.png" width="400" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Primera
Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Is+60%2C+1-6&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Is 60, 1-6</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Salmo
Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Sal+72&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Salmo 71</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Segunda
Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Ef+3%2C+2-3.5-6&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Ef 3, 2-3a.5-6</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Evangelio:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Mt+2%2C+1-12&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Mt 2, 1-12</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
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</span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Los
Magos que llegan del oriente con sus regalos han señalado verdaderamente la
fantasía humana a lo largo de la historia: quizás por ese no sé qué de exótico
que llevan consigo, todos hemos quedado fascinados por estas extrañas figuras
de la Navidad y llevamos en el corazón la imagen infantil de las estatuillas
que añadíamos el día de Reyes como último toque al belén familiar. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pero
estemos atentos a no reducir los Reyes a una fábula edificante. Hemos de tomar
muy en serio la narración de Mateo, que es ante todo una síntesis teológica, un
mensaje de fe, sin olvidar por ello los suficientes enganches históricos que en
ella se encuentran.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Mosaico bíblico</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Para
quienes conocen bien la Biblia (¡ojalá estuviéramos todos entre ellos!) salta a
la vista enseguida el mosaico de alusiones y referencias bíblicas que componen
este texto. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
intención de Mateo está clara. Él, como judío que es, escribe su Evangelio para
una comunidad judeocristiana, muy cerrada en sí misma, y desea abrirles la mirada:
el Mesías ha llegado y él es realmente el esperado de las gentes, no solamente
el pastor de Israel. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Como
cada pequeña comunidad que tiene que sobrevivir entre otras culturas agresivas,
Israel, a lo largo de su misma historia, se encerró como una minoría acorazada,
alérgica a lo extranjero, perdiendo el barniz primitivo, y olvidándose de que él
era el pueblo que llevó a otros pueblos el rostro del Dios misterioso que se había
manifestado a Abraham y a los padres en la fe. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y,
cosa asombrosa, los primeros en acoger al Mesías son obviamente judíos, pero judíos
olvidados, los pobres de Yahveh: María, José y los pastores. El Dios que viene no
es acogido por el potente partido de los saduceos, ni por el Sumo Sacerdote, o por
los fariseos, que eran los devotos más practicantes. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y,
cosa asombrosa, son los extranjeros, los marginados, los que no eran del
pueblo, a los que llamaban “perros” ellos son los que reconocen el rostro de
Dios. Dios quiere revelarse a todos, quiere alcanzar a cada persona, a cada
nación. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús
ha venido para ser reconocido por todos los pueblos de la tierra, representados
en el evangelio de Mateo por los misteriosos Magos de oriente. Pero hay algo más:
el gran Leví, el publicano que llegó a ser evangelista del reino de Dios, logra
sacar de su pluma algunos subrayados que ahora os muestro.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Brujos y magos</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Los
Magos eran astrólogos orientales, probablemente ricos, ya que se podían permitir
sus aficiones, pasatiempos y salir de su tierra para seguir el acontecimiento
cósmico del nacimiento de una estrella, o una conjunción astral, o cualquier
otro fenómeno astrológico.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
teoría era sencilla: un acontecimiento sideral tenía que corresponderse con un
acontecimiento terrenal. Así su viaje los lleva con naturalidad a buscar un rey
en la cercana tierra de Palestina. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y
aquí encuentran al rey-pelele Herodes, tan cruel y cínico que podía vivir
sujeto a Roma y construir, a la vez, un pequeño imperio en su corte. Herodes queda
aturdido por aquella situación: ¿qué va a saber él de las viejas teorías de los
creyentes de Israel? ¿El Mesías? ¿El nuevo David? ¡Pero si ahora el rey es él! ¡A
qué le vienen con estas historias!<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Herodes
se convierte, de repente, en un devoto acomodaticio y busca una respuesta en quienes
conocen bien las escrituras. Los escribas le dan la respuesta exacta: el Mesías
tiene que provenir de la casa de David y, por lo tanto, nacer en la ciudad de Belén,
a pocos kilómetros al sur de Jerusalén. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Qué
pensamientos pasaron por la mente de los Magos? Entonces ¿no era un rey lo que
buscaban? ¿Y qué era esa historia del mandato de Dios? La estrella reaparece y
se alegran por ello. Llegan a Belén y se postran ante la madre y el niño, ofreciéndoles
unos regalos que, por lo menos, no
dejaban de ser curiosos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Además</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Mateo
está diciéndonos: “Si quieres descubrir de verdad la presencia de Dios, tienes
que salir de tu entorno, aunque el motivo del viaje no sea por razones de fe.” <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Tengamos
en cuenta que los Magos no son creyentes, simplemente son personas que buscan
la verdad, que buscan una respuesta a sus teorías y siguen a una estrella que
los lleve a confirmar su búsqueda. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Eso
sí: son honestos, se mojan, se dejan interpelar por ideas diferentes a las
suyas (las Escrituras de Israel eran para ellos…. ¡chino!) y al final
encuentran a Dios. Esos extraños orientales son la imagen de todos los hombres
y mujeres que quieren descubrir el sentido de su vida, de tantos que han
buscado las huellas de la verdad en el arte, en la historia, en el pensamiento,
en la civilización y la cultura... Y que al final encontraron a Dios. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es
magnífico lo que afirma Mateo: una búsqueda honesta y dinámica de la verdad nos
llevará hasta la gruta donde Dios nos desvela su tierno rostro de niño. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Por
eso, Herodes, los sacerdotes y los escribas no encontrarán nunca al Mesías.
Herodes considera a Dios un adversario y un competidor que le va a robar el
puesto. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¡Cuánto
Herodes hay por ahí suelto! Los que piensan que Dios es la negación del hombre
y el cristianismo la muerte de la felicidad humana… La verdad es que, nosotros los
cristianos, tenemos alguna responsabilidad en ello, pero este es otro tema,
bastante triste por cierto…<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Y
los escribas? Unos turistas de lo sagrado, doctos conocedores de la Escritura, que
– diríamos - van a Misa todos los domingos, o varias veces a la semana, rezan
cada día y siguen un curso bíblico. Son personas que saben, conocen todo de un Dios,
al que ni buscan ni lo necesitan. Son ellos los que pretenden decir a Dios lo
que tiene que hacer en cada momento.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hay
pocos kilómetros de Jerusalén a Belén, pero no salen de su casa y no saben lo
que está pasando allí, fuera de su confortable entorno. Conocen a Dios sobre el
papel, en su mente ilustrada, pero no en el corazón humano.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Ahí están</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Los
que son buscadores de Dios ahí están ante de la gruta. Y ¿qué le ofrecen...? Ofrecen
al infante regalos poco habituales, tal vez forzados por el argumento teológico
de Mateo, pero llenos de verdad y de asombro: le ofrecen oro porque reconocen
en el niño al rey; el incienso porque reconocen en el niño la presencia de
Dios; y ... la mirra: un regalo de pésimo gusto porque es el ungüento usado
para embalsamar los cadáveres. El niño de Dios vive desde ya la contradicción
de la muerte, del rechazo, de la entrega total de sí a los demás... hasta la
muerte.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
</p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="color: black; font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-color-alt: windowtext;">¿Y nosotros?
¿Tenemos gana de ser un poco Magos? Ser buscadores de Dios, saliendo de
nosotros y de nuestras seguridades, para poder llegar a la intemperie donde
Dios se manifiesta a todos los pueblos. </span><span style="background: white; color: #1f1f1f; font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Sólo quienes buscan el reino de Dios y su justicia, como los Magos, lo podrán
acoger. ¡Pongámonos pues en camino!</span><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: georgia;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;"> </span></p></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-AqIe_1y7N6U/VKukoaRdpqI/AAAAAAAAYQc/AgNFfCGcioU/s1600/fotos-estrella-bel%C3%A9n.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="175" src="https://3.bp.blogspot.com/-AqIe_1y7N6U/VKukoaRdpqI/AAAAAAAAYQc/AgNFfCGcioU/s1600/fotos-estrella-bel%C3%A9n.jpg" width="320" /></a></div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-88760322349573003532024-01-02T11:00:00.000+01:002024-01-02T11:08:46.541+01:00SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS Titular de la Compañía de Jesús (3 de enero)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-hiQScBUETcA/XC3SABzcroI/AAAAAAAAoVE/_HIAEJBzZG4M2R6eC4eqSu2rUb9Coaz_wCLcBGAs/s1600/P9020164.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="959" data-original-width="1164" height="328" src="https://2.bp.blogspot.com/-hiQScBUETcA/XC3SABzcroI/AAAAAAAAoVE/_HIAEJBzZG4M2R6eC4eqSu2rUb9Coaz_wCLcBGAs/s400/P9020164.JPG" width="400" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Primera
Lectura: Eclo 51, 8-14<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Salmo
Responsorial: Salmo 8<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Segunda
Lectura: Flp 2, 1-11<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Evangelio:
Lc 2, 21-24<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;"><br /></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hoy
la Compañía de Jesús celebra su fiesta
titular: la imposición del Nombre de Jesús. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
experiencia fundacional que llevó a Ignacio y sus compañeros a adoptar el
nombre de “Compañía de Jesús” se remonta a la visión que San Ignacio tuvo en La
Storta, cerca de Roma. En 1538 Ignacio y dos compañeros, Pedro Fabro y Diego
Laínez, habían partido de Venecia y se dirigían a Roma para poner a disposición
del Papa sus personas y los demás del grupo primero. Unos pocos kilómetros
antes se detuvieron a rezar en la capilla de La Storta. En aquel lugar tuvo
Ignacio la segunda de sus experiencias místicas más importantes. En ella tuvo
Ignacio una visión en la que escuchó a Dios Padre que le decía: <i>“Yo os seré propicio en Roma”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">A
la vez le manifestó que le pondría con Su Hijo. No sabía Ignacio qué
significaban aquellas palabras, ya que lo mismo podía anunciar persecuciones
que favores, pues ambas cosas eran propias de Jesús.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En
los últimos escritos del P. Laínez leemos lo siguiente: <i>Me dijo (Ignacio) que Dios Padre había dejado impresas estas palabras
en su corazón – ‘Yo os seré propicio en Roma…’ Me pareció que había visto a
Cristo con la cruz sobre los hombros, y junto a Él al Padre que Le decía
‘querría que tomases a este hombre como servidor’. Y que por eso Jesús lo tomó
por tal y le dijo (a Ignacio) ‘quiero que seas nuestro servidor’. Y por eso,
con gran devoción hacia este santísimo nombre, (Ignacio) quiso que la
congregación (de estos compañeros) se llamase Compañía de Jesús”.</i></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;">El Papa Paulo III dio su
aprobación formal a la nueva orden religiosa el 27 de septiembre de 1540, con
el nombre de Compañía de Jesús. </span></p></div>
<a name='more'></a><o:p></o:p><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Hasta hace poco la Compañía celebraba su fiesta
titular el día 1 de enero, porque ese era el día de la fiesta del Santísimo
Nombre de Jesús junto con la fiesta de María Madre de Dios. Con la revisión del
calendario universal de 1996 la fiesta del Santo Nombre de Jesús pasó a
celebrarse separadamente en el día 3 de enero. La Compañía siguió, a pesar de
todo, con la práctica de celebrar la fiesta, junto con la de María Madre de
Dios, el día 1 de enero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Pero el 3 de diciembre de 2012, el P. Adolfo
Nicolás SJ, Superior General de la Compañía, hizo pública su decisión de
introducir cambios en el calendario litúrgico propio de la Compañía de Jesús
para acomodarlo al calendario litúrgico universal de la Iglesia Católica. En
adelante, la Fiesta Titular de la Compañía de Jesús se habrá de celebrar el día
3 de enero, Fiesta de Santísimo Nombre de Jesús, tal como hoy hacemos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Nosotros jesuitas estamos orgullosos de llevar tan
cerca de nosotros el nombre de Jesús, de tener a la Virgen como Madre de la
Compañía y de servir la Misión de Cristo en la Iglesia bajo la guía del romano
Pontífice. Y así, en la pasada 35ª Congregación General de la Compañía, el
Santo Padre Benedicto XVI nos recalcaba como jesuitas el encargo de ir hasta
las fronteras entre la fe y el compromiso por la justicia, y nos animaba a
continuar y a renovar nuestra misión entre los pobres y con los pobres. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">No faltan desaforadamente</i> -nos decía
entonces el Papa- <i style="mso-bidi-font-style: normal;">nuevas causas de
pobreza y marginación en un mundo marcado por graves desequilibrios económicos
y ambientales, por procesos de globalización conducidos por el egoísmo más que
por la solidaridad, por conflictos armados desoladores y absurdos. La opción
preferencial por los pobres está implícita en la fe cristológica...</i> Es por
lo tanto natural que quien quiera de verdad ser compañero de Jesús, comparta
realmente el amor por los pobres. Para nosotros la opción por los pobres no es
ideológica, sino que nace del Evangelio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Para los cristianos que alimentamos nuestra fe en
torno a la Compañía de Jesús y a la espiritualidad ignaciana resuenan con
fuerza estas palabras del Papa emérito. Pero también el Papa Francisco, desde
su propia espiritualidad ignaciana como jesuita, nos recuerda la necesidad de
que los seguidores de Jesús tengan la misma sensibilidad de Cristo. Esto
significa pensar como Él, querer como Él, ver como Él, caminar como Él.
Significa hacer lo que Él hizo con los mismos sentimientos de su Corazón. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Él, que era de condición divina, no consideró
esta igualdad con Dios como algo que debía guardar celosamente: al contrario,
se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor</i>, como acabamos de
escuchar en la carta de san Pablo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Los que seguimos a Jesús deberíamos estar
dispuestos a vaciarnos de nosotros mismos y rellenarnos de sus sentimientos,
teniéndole a Él como centro de la vida y de la historia. El cristiano tendría
que ser alguien de pensamiento abierto, sin las ataduras que nos esclavizan al
pasado, a la tradición, a la rutina. Porque los sentimientos de Cristo apuntan
a un horizonte que es la gloria de Dios y el amor de los hermanos: ésta es la
pasión que mueve la vida de Jesús. Una pasión que le hace de corazón abierto y
entregado a los demás. Si seguimos al Señor, también nosotros quedaremos
sorprendidos por la libertad que Él nos da y la entrega en el amor a que nos
impulsa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Cristo nos
da la libertad, Cristo nos da la salvación, Cristo nos la esperanza, Cristo nos
da el amor</span></i><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">,
como recita la canción.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Sin embargo, al ser pecadores, podemos
preguntarnos si nuestro corazón sigue buscando al Señor o si, al contrario, se
ha atrofiado; preguntémonos si nuestro corazón sigue en tensión, sin adaptarse
a las circunstancias, sin cerrarse en sí mismo. Para encontrar a Dios hay que
buscarlo, y una vez encontrado seguir buscándolo en todo momento. Solo esta
inquietud dará paz a nuestro corazón. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mi
corazón está inquieto y no reposará hasta que descanse en ti</i>, decía S.
Agustín.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Es sin duda un desafío laborioso, pero los que
hemos sido llamados por Dios al seguimiento de Jesús, aceptamos con confianza
que el Señor, que nos ha llamado a la fe y a su servicio, y ha comenzado en
nosotros su buena obra, Él mismo nos dará la fuerza para cumplirla para la mayor
gloria de su nombre, que hoy celebramos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br /></div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-48280422549758042742023-12-30T10:30:00.000+01:002023-12-30T10:31:15.063+01:00SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA MADRE DE DIOS (1 de enero)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-MTyBPdz6yNE/UsWMi63ZyQI/AAAAAAAAUFY/BvWVXXRQp8o/s1600/Madonna+della+Strada.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia;"><img border="0" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-MTyBPdz6yNE/UsWMi63ZyQI/AAAAAAAAUFY/BvWVXXRQp8o/s1600/Madonna+della+Strada.jpg" width="293" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-family: georgia;"><i><br /></i>
<i>Primera
Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Num+6%2C+22-27&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Num 6, 22-27</a></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-family: georgia;"><i>Salmo
Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=sal+67&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Salmo 66</a><o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-family: georgia;"><i>Segunda
Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Gal+4%2C+4-7&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Gal 4, 4-7</a><o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-family: georgia;"><i>Evangelio:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Lc+2%2C+16+-21&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Lc 2, 16 -21</a></i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: georgia;"><br />
<br /></span></div>
<p style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span> </span></span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;">La Navidad puede cumplir nuestras esperanzas más
profundas o puede ser una agradable borrachera de un momento pero que al final
nos deja decepcionados. Todo depende de cómo respondamos a la ocasión. Dios nos
da una oportunidad excepcional con el regalo de su Hijo, ¿qué hacemos con este
don? Hoy encontramos tres grupos en el evangelio, cada uno de ellos contesta de
manera diferente al don de Dios.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> Los
pastores escuchan la palabra de los ángeles, averiguan de qué va el tema, y
reconocen a su Señor. Ellos aprecian el don de Dios como nosotros, reunidos hoy
para celebrar la Eucaristía en esta mañana de Año Nuevo. Sabemos que el Salvador ha llegado y que
tenemos que ponernos a su servicio. Nosotros también lo haremos, pero por algún
tiempo, pero no mucho, porque pronto caeremos en la tentación de maldecir al
abuelo que conduce muy lentamente su coche por la calle, o bien a la joven
madre que - presurosa - va demasiado aprisa del trabajo a casa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> El
segundo grupo que encontramos es el de las personas que, como los pastores,
cuentan lo que han visto y oído. Ellos quedan maravillados, pero tampoco esto
es muy significativo. En el evangelio hay muchos que quedan maravillados por
los milagros de Jesús, pero luego no todos lo siguen. Su fe no tiene mucha raíz
como la gente que celebra las fiestas de modo superficial. Reconocen el regalo
del tiempo que Dios nos concede para celebrar los acontecimientos, pero se
olvidan del objetivo que es conocer, amar y servir a Dios, como Ignacio de
Loyola nos recuerda en el Principio y Fundamento de los Ejercicios
Espirituales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> En
el tercer grupo sólo hay una persona comprende plenamente: María la Madre de
Dios. Ella conservaba todas las cosas en su corazón. Es la perfecta cristiana
que no solamente escucha la Palabra, sino que reflexiona para llevarla a la
práctica. Ella nos da un modelo para vivir nuestras propias vidas. En la
encarnación que María ha facilitado, Dios, haciéndose hombre, llena de santidad
cada fragmento de vida: desde un trapo para fregar el suelo a la mano grasienta
de un mecánico, o al esfuerzo repetitivo de un obrero en la fábrica. Desde la
maternidad divina de María ya no existen lugares y tiempos sagrados. Sólo existe
un lugar y un tiempo santo que es la vida de cada uno, en la que Dios elige
habitar. Para darnos cuenta de esta transfiguración tenemos necesidad de
silencio y oración, como hace la bella María, guardando en el corazón todos los
acontecimientos, poniendo juntos, ante el Señor, los trozos de la vida: el alboroto
de la noche del parto, la visita inesperada y llena de estupor de los pastores,
la fatiga de tener un recién nacido que, aunque sea la presencia misma de Dios,
hay que amamantarlo y cambiarle los pañales como a cualquier recién nacido del
mundo.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;">Hoy también celebramos el Día Mundial de la Paz. Y
falta nos hace en nuestro mundo de hoy. Si acogemos a Jesús, como María, en el
interior de nuestros corazones, caminamos hacia la paz. La paz, será la primera
palabra de Jesús en su visita a la comunidad de los discípulos reunida en el
cenáculo la tarde de la Resurrección: </span><i style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;">"La paz sea con vosotros."</i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;">
Él es "el </span><i style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;">Príncipe de la paz</i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;">", según la cita del profeta
Isaías. Y no solo él sino todos los profetas se han extasiado en la
contemplación de la era mesiánica como portadora de abundancia y de paz. Los
ángeles en Belén anuncian la "</span><i style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;">paz a los hombres que ama el Señor</i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;">".
Jesús mandará a sus apóstoles como embajadores de paz, según la profecía de
Isaías: </span><i style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;">"Qué bellos son sobre los montes los pies de los que llevan la
buena noticia de la paz”</i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;">.</span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;"> </span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;">Y después
de su resurrección, Jesús entrega la paz a sus apóstoles: "</span><i style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;">La paz os
dejo, mi paz os doy</i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;">”. El Evangelio de Jesús es sin duda un Evangelio de
paz.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Pero esta paz no es un irenismo que espera el fin de
los tiempos para ser cumplida. Es una paz en la que se comprometen en la tierra
los hombres y mujeres bienqueridos por Dios. La paz que nos lleva a Jesús no es
gratis, tiene un precio, el de la justicia y de la solidaridad. Se trata, en
efecto, de un compromiso con esta realidad nuestra que implica tantos aspectos
concretos en un mundo globalizado: la marginación; la pobreza real, moral y
espiritual; los impedimentos culturales
que, a veces, no permiten un adecuado empleo de los recursos; las campañas de reducción de la natalidad
para frenar el desarrollo demográfico;
las enfermedades pandémicas como la malaria, la tuberculosis y el SIDA o
la COVID que padecemos; la pobreza de los niños -las víctimas más vulnerables
en esta historia-, la carrera de los armamentos que roba a los pobres los
recursos de que necesitan para su desarrollo;
la malnutrición provocada por la actual crisis alimentaria; el comercio internacional que facilita los
procesos de división y marginalización entre los pueblos, creando peligrosas
premisas para guerras y conflictos, como el que el que estamos viviendo en
Ucrania, en Israel y Palestina y en otras partes del mundo que ya olvidamos.
Son innumerables y dramáticas las situaciones de injusticia y pobreza en el
mundo de hoy y hace falta comprometerse en estos aspectos –desde más pequeño
hasta el más grande- para poder construir la paz.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Queridos todos, en este Año Nuevo le pedimos al Señor
su bendición. Con las palabras bíblicas deseo para todos nosotros que Dios nos
bendiga y nos proteja, haga brillar su rostro sobre nosotros y nos sea
propicio. Que el Señor vuelva su rostro sobre nosotros y nos conceda la paz.
Amén.</span><o:p></o:p></p>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-ualwSEWkiSE/UsWO7PcVl_I/AAAAAAAAUFk/Pezn8gV3NUs/s1600/paloma_de_la_paz_tarjetas-rbf14d86d6e4043fcaf180c821fe7487e_xvuak_8byvr_512.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://3.bp.blogspot.com/-ualwSEWkiSE/UsWO7PcVl_I/AAAAAAAAUFk/Pezn8gV3NUs/s1600/paloma_de_la_paz_tarjetas-rbf14d86d6e4043fcaf180c821fe7487e_xvuak_8byvr_512.jpg" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-85981707462105421212023-12-28T12:00:00.000+01:002023-12-28T12:02:40.434+01:00DOMINGO DE LA SAGRADA FAMILIA (Ciclo B)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-drcwZDV2qAA/VJ_aL500dlI/AAAAAAAAYNI/6zBT9IE9bN4/s1600/SgFamilia.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://3.bp.blogspot.com/-drcwZDV2qAA/VJ_aL500dlI/AAAAAAAAYNI/6zBT9IE9bN4/s1600/SgFamilia.jpg" width="400" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Primera
Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Eclo+3%2C+2-6.12-14&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Eclo 3, 2-6.12-14</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Salmo
Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Sal+128&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Sal 127</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Segunda
Lectura:<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Col+3%2C+12-21&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank"> Col 3, 12-21</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Evangelio:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Lc+2%2C+22-40&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Lc 2, 22-40</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Fiesta
de la Sagrada Familia, nos dice la liturgia. Fiesta de nuestra familia, añado yo.
La familia concreta, objetiva, real de la que cada uno proviene o que ha
formado o que desea formar o a la que ha renunciado por seguir una vocación
distinta. La familia que hoy día ya no es única, ni unívoca, y de la cual la
Iglesia, con el impulso del Papa Francisco, ha tomado buena cuenta y
preocupación en el Sínodo celebrado hace unos años sobre ella.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hoy
nos encontramos muchos tipos de familia y todas basadas en el amor: la católica
indisoluble, la no-católica pero con un vínculo sagrado que puede ser disuelto
según circunstancias, los matrimonios civiles, los divorciados casados antes
por la Iglesia y vueltos a casar civilmente, las familias monoparentales, los homosexuales
unidos en un vínculo civil, las parejas de hecho con derechos civiles
reconocidos por la ley, las parejas que viven juntas sin más. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Por
eso, celebrar en estos tiempos esta fiesta es algo a la vez chirriante y necesario,
que nos hace reflexionar, como una provocación que vuela sobre nuestros líos
políticos y sociales, que da vigor y energía a nuestra vida cotidiana, que da
cuerpo a nuestras celebraciones de la Navidad familiar. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Qué
nos guste o no, la familia es y queda en el corazón de nuestro recorrido por la
vida y de nuestra educación. A menudo es el origen de mucho sufrimiento - ¡cuánto
dolor existe en tantas parejas rotas! -, de alguna desilusión y, gracias a
Dios, sobre todo de inmensa alegría. Nos dice el Papa: <i>“Tener un lugar a donde ir, se llama hogar. Tener personas a quien
amar, se llama familia, y tener ambas se llama bendición.”<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¡Qué
bueno es que Dios haya querido experimentar la vida familiar! pero nos da qué
pensar que, para hacerlo, haya elegido una familia tan desdichada y tan complicada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Por
otra parte, nos asombra que la Iglesia se obstine en proponer esta familia como
modelo, una familia francamente inusual: el padre del niño no es el padre
biológico, la pareja vive en la abstinencia, el hijo es la presencia de la Palabra
de Dios y la pareja se ve obligada a escapar a causa de la notoriedad del
recién nacido...<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pero
no es precisamente por su diversidad por la que queremos seguir a María y José,
sino por su concreción de pareja que ve la propia vida rebosante de la acción
de Dios, por su capacidad de ponerse aparte, en serio, sin chantajes y con
honestidad, sin angustias, para integrarse en un proyecto más grande: el
proyecto que Dios tiene sobre el mundo.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La dura realidad</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hoy
celebramos la Sagrada Familia, tan diferente de nuestras familias y sin embargo
tan idéntica a nuestras en dinámicas afectivas. Escuchad una reflexión del Papa
Francisco: <i>Dios quiso nacer en una
familia, en un pequeño y apartado pueblo del Imperio Romano. Jesús permaneció
en Nazaret alrededor de 30 años, llevando una vida normal, en el seno de una
familia israelita piadosa y trabajadora. Entre otras costumbres de la vida cotidiana,
se dedicó al cumplimiento de los deberes sociales y religiosos, el trabajo con
José, la escucha de la Escritura y el rezo de los salmos. María y José
acogieron con amor a Jesús, teniendo que superar muchas dificultades por ello.
La suya no era una familia irreal, de fábula. ¡Cuánto podemos aprender de María
y de José, y especialmente de su amor a Jesús! Ellos nos ayudan a redescubrir
la vocación y la misión de la familia, de cualquier familia. Cada vez que una
familia, en cualquier parte del mundo, acoge este misterio, en ella actúa el
misterio del Hijo de Dios que viene a salvar el mundo.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
Navidad y la fiesta de hoy nos obligan a preguntarnos si de verdad queremos un
Dios tan débil como el nuestro, y la contemplación de esta familia de Nazaret
nos proporciona ocasiones aún más incisivas, si cabe.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El día a día</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Una
primera reflexión deriva justo del trajín cotidiano que María y José viven. Nosotros
estamos acostumbrados a considerar el tiempo dividido en laborable y festivo; recorriendo
repetitiva y aburridamente un día tras otro, con la excepción de cuando nos
preparamos con alegría intensa a algún acontecimiento inusual; con el cansancio
del trabajo diario y luego el torbellino de las vacaciones veraniegas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Así
pasa también en la fe: el domingo, si lo logramos, se recortan cincuenta
minutos de Misa y luego, en la semana, sólo queda el atropello de las múltiples
cosas en las que estamos empeñados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Nazaret,
en cambio, nos enseña que Dios viene a habitar en nuestra propia casa, que
podemos realizar el Reino en el día a día y en la repetición de los gestos y
las acciones y, desde ahí podemos hacer una experiencia mística y crecer en el
conocimiento de Dios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Se
podría elaborar una teología del pañal, un tratado místico de las tareas de los
hijos, una espiritualidad del plazo del préstamo a pagar. La extraordinaria
novedad del cristianismo es justamente su absoluta vulgaridad de la vida diaria.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Parejas
con hijos pequeños, con cansancios y noches toledanas; las relaciones pesadas a
causa de ese cansancio y de las preocupaciones, son las mismas que las de María
y José.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Amigos
con problemas de trabajo: también José pasó noches agitadas antes de pedir un
préstamo, para poder ampliar el taller de carpintero.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hombres
o mujeres que consagran la vida a los hijos: también María tuvo un velo de
tristeza en los ojos cuando vio en el espejo su primera cana...<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dios
ha decidido habitar en la banalidad y llenar el correr de los días.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El Misterio por casa</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">María
y José ven cómo el Misterio de Dios gatea y se tambalea, que pasa las noches lloriqueando
por el nacimiento de un diente... ¿No os habéis preguntado cientos de veces cuánta
fe habían de tener estos padres para decirse que aquel niño, idéntico a todos
los niños, era de verdad el Hijo de Dios?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">José,
quizá al final del día, miraba a su mujer, incómodo por la inmensidad de su fe,
sintiéndose él un poco inadecuado ante tan maravillosa perseverancia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">María,
cuando quizá llevaba a media mañana el café a José, con el pelo rizado lleno de
virutas, bendecía en su corazón a Dios por haberle dado un compañero tan sencillo
y auténtico.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
Sagrada Familia nos invita a mirar a los otros miembros de nuestras familias,
del tipo que sean, con una mirada luminosa y de fe, encontrando el Misterio
escondido en las personas con las que convivimos y de las que pensamos que son estáticas
e inmutables.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hermanos,
confiemos a Dios nuestras familias concretas, las que tenemos o que hubiéramos
querido tener, numerosas o monoparentales, unidas o separadas, con todas las
fatigas y las alegrías, con las contradicciones y las pobrezas, las emociones y
el bien que tantas veces nos sabemos dar a los otros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Confiemos
a Dios nuestras familias porque Él habita en nosotros y en nuestra casa.<o:p></o:p></span></p></div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-46263160506248255462023-12-24T10:00:00.000+01:002023-12-24T10:12:07.808+01:00SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR (B)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/--H6v6lLZKeo/VJvmeXqA5AI/AAAAAAAAYLs/fnWd-r1A5TA/s1600/natale%2Bluce.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia;"><img border="0" height="298" src="https://3.bp.blogspot.com/--H6v6lLZKeo/VJvmeXqA5AI/AAAAAAAAYLs/fnWd-r1A5TA/s1600/natale%2Bluce.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Primera
lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Is+9%2C+1-3.5-6&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Is 9, 1-3.5-6</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Salmo
Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=SAL+96&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Salmo 95</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Segunda
lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Tit+2%2C11-14&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Tit 2,11-14</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Evangelio:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Lc+2%2C1-14&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Lc 2,1-14</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Aquí estamos<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Nos
hemos preparado, hemos recorrido el camino del Adviento, hemos dejado que la
Palabra nos condujese, que iluminara nuestro tiempo frágil, nuestros momentos
de inquietud, que nos diese una esperanza entre tantas palabras fuertes como
crisis global, inestabilidad política, corrupción social, quiebra de valores,
sacrificios de la ciudadanía, guerras cercanas y lejanas, violencia y odio por
doquier...<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Quién
nos puede salvar verdaderamente de todo ello?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Los
organismos nacionales e internacionales, ciertamente, tienen que encontrar el
modo de salir de las guerras que no cesan, de la dictadura de los mercados, de
la locura de una economía que condiciona nuestras opciones de cada día, salir
fuera de lo que parece un ineludible capitalismo sin frenos, sin reglas y sin
medida.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pero
la salvación de estas esclavitudes no nos basta, no es suficiente; evidentemente
es necesaria para vivir decorosamente del fruto de nuestro ingenio y de nuestro
trabajo, pero la salvación que necesitamos es otra muy distinta.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">César
Augusto, gracias a su hábil política, inauguró la edad de oro de la “<i>pax romana</i>” y su llegada fue saludada
como una señal de abundancia y bienestar para todo el imperio. El 23 de
septiembre, fecha de su nacimiento, se celebraba como el principio del año
solar y el emperador fue proclamado “salvador” de cada persona.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pero
justo bajo su Imperio, en una oscura aldea de pastores, una joven pareja de
galileos da a luz a su primogénito: Jesús, el Salvador del mundo. El verdadero.
El único.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Desintoxicarse</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Ojalá
que la crisis de nuestra sociedad nos lleve al menos a un buen resultado: a reconducirnos
a lo esencial, a hacernos volver al sentido profundo de lo que vivimos, a retomar
la Navidad en su auténtico sentido, tan rebajado por nosotros, cristianos, a una
simple feria de los buenos sentimientos.<span></span></span></p><a name='more'></a> <o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
atmósfera que circunda la Navidad nos emociona, y es inevitable que sea así. Pero
ha llegado el momento de dejar que, además de la emoción, sea la teología la
que nos hable al corazón.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Creemos
conocer todos los acontecimientos que celebramos. Pero quizás haga falta que
nos animemos a borrar nuestros recuerdos y nuestra fantasía, para volver a
aquella noche de la primera y genuina Navidad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Qué ocurrió?</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Una
joven pareja llega a Belén, la ciudad que ha visto nacer el rey David. Llegan
allí a causa de un censo, posiblemente un censo regional, un modo de control que,
desde siempre, tienen los poderosos para manifestar su autoridad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
mujer está esperando a su primogénito y es acogida en casa de algún pariente, porque
era inimaginable que fueran rechazados, teniendo en cuenta el sentido sagrado que
tiene la hospitalidad en el mundo oriental. Pero, para proteger su pudor, María
pare en la trasera de la casa, normalmente constituida por un único espacio, en
el que se custodiaban los animales de tamaño pequeño, las vituallas
alimenticias y la caja fuerte de cada vivienda.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
escena se desplaza al exterior, a un grupo de pastores que pasan los días y las
noches, desde marzo a octubre, en los yermos pastos de Judea. No eran los “pastorcitos”
de nuestros belenes sino unas personas poco recomendables, endurecidas por el
trabajo, a los que los rabinos de aquel tiempo comparaban con los publicanos, y
eran considerados unos mentirosos e incumplidores que ni siquiera podían testimoniar
en un proceso. Esos son los pastores que reciben el anuncio del nacimiento, ellos
que son los derrotados, los perdedores, los condenados.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">No
reciben el anuncio los sacerdotes de Jerusalén, todos preocupados por el
funcionamiento del templo recién reconstruido, esperando a un Mesías
inoportuno.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">No
recibe el anuncio Herodes, que ha conseguido el trono con determinación y
ferocidad, y que ve en el Mesías un peligroso competidor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Ni
siquiera recibe el anuncio la buena gente de Jerusalén, preocupada por el día a
día, sin importarle nada todo lo demás.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Accesibilidad</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
chica da a luz, lava al niño, lo envuelve en los pañales, lo coloca en el
pesebre. Ninguna lucecita misteriosa, ningún prodigio, ningún efecto especial. Dios
nace como nace cada niño, la salvación llega a nosotros del modo más vulgar y corriente.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y
los pastores, lógicamente, buscarán un pesebre para reconocer al Mesías. Y los
astrónomos una estrella; claro. Porque Dios se hace encontrar allí donde estamos,
habla a nuestros corazones con el lenguaje que conocemos y con los conceptos
que manejamos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es
nuestra mirada la que cambia, es la luz de nuestro corazón la que sabe ver más
allá de la apariencia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Éste
es nuestro Dios: un recién nacido con los puños cerrados y la piel enrojecida,
los ojos que soportan mal la luz y la pequeña boca que busca el fértil seno de
la madre. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es
un niño impotente, frágil, que debe ser lavado y calentado, cambiado y besado, cogido
en brazos y en contacto con la piel áspera de José, que deja que la emoción le humedezca
los ojos para volver luego a lo concreto de una situación tan problemática como
la suya. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El
Niño Jesús ni da ni pide nada, no tiene delirios de omnipotencia, se ha
desvestido de los trajes de la majestad, y los ha puesto a los pies de nuestra
inquieta y convulsa humanidad. No son los ángeles los que se ocupan del Hijo de
Dios, sino una chica inexperta y generosa, María de Nazaret. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Nosotros,
en cambio, quisiéramos un Dios que nos solucionara los problemas, no un Dios
que nos los crea. Quisiéramos un Dios poderoso y fuerte, no un recién nacido
necesitado de todo. Quisiéramos un Dios más eficiente y no un perdedor; más alineado
con los fuertes y no un defensor de los débiles. Quisiéramos algún efecto
especial, fantástico, para convencernos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y
en cambio… es todo lo contrario.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Feliz Navidad</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Qué
Dios nazca en nuestro corazón. Que nazca el Dios verdadero, no el de nuestros delirios
y de nuestras vanas aspiraciones. El Dios que comparte con los pobres, que
salva a quién cree estar perdido, a los humildes y no a los soberbios.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
</p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Un abrazo y una felicitación especial a cada uno de
vosotros en esta Navidad. Un abrazo compartiendo la esperanza, la gracia, la
alegría y la paz que Dios nos da por puro amor. “Dios ha puesto su tienda entre
nosotros…” ¡Feliz Navidad!</span><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p></div>
</div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-27249059693631778582023-12-23T21:30:00.001+01:002023-12-23T21:39:14.772+01:00MISA DEL GALLO EN LA NATIVIDAD DEL SEÑOR <div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-rHhmou0LWeY/Ursq9oi3lNI/AAAAAAAAT1Q/pzNUQeO34Cs/s1600/Nacimiento.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="365" src="https://1.bp.blogspot.com/-rHhmou0LWeY/Ursq9oi3lNI/AAAAAAAAT1Q/pzNUQeO34Cs/s1600/Nacimiento.jpg" width="400" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">Primera Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Is+9%2C1-3.5-6&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Is 9,1-3.5-6</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">Salmo Responsorial:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=sal+96&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Salmo 95</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">Segunda Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Tit+2%2C11-14&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Tit2,11-14</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">Evangelio: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Lc+2%2C1-14&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Lc 2,1-14</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><div style="text-align: justify;"><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Renacer<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">Aquí
está Dios, Emanuel. Pero no es exactamente lo que esperábamos.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Aunque
ya nos hemos acostumbrado un poco después de dos mil años de celebraciones y
villancicos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y
si hemos tenido el coraje y la fuerza para recorrer un pequeño Adviento, tal
vez, al final, mirar a esa adolescente que aprieta a su hijo con fuerza contra
su pecho, también afecte nuestros corazones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Jesús
nació, en la historia, en ese pequeño pueblo de Judea, en Belén.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Realmente
aquello sucedió y dejó rastro. Hoy recordamos aquel día, aquel nacimiento que
fue el comienzo de un tiempo de salvación. Y hoy, sus discípulos, creemos que
él volverá en la plenitud de los tiempos para dar sentido a este tiempo que
vivimos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pero
ahora, hoy, el Señor viene, renace en cada uno de nosotros, y nos hace renacer
a la vida nueva. Claro, si es que tenemos el coraje de darle la bienvenida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Ciertamente,
el clima sociopolítico, las guerras, las crisis humanitarias, el vacío
existencial de nuestro mundo no ayuda. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Qué
Navidad es una Navidad en semejante ambiente? Tal vez tengamos respuesta
mirando a María y José.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Un establo</span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">José
tuvo que abandonar el taller por el capricho de un emperador que quiere recontar
sus súbditos, y tuvo que hacer un viaje de tres días, llevando con él a su
joven prometida que estaba a punto de dar a luz.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">María
todavía remueve en su corazón aquella tarde cuando se encontró con un ángel. Y aquella
barriga dilatada y prominente está ahí para decir que lo inaudito de Dios se
está haciendo presente. Pero de ángeles, por ahora, ni sombra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Los
pastores se están preparando para afrontar otra noche fría, al aire libre, cavilando
sobre su inútil vida de sacrificio y de desprecio de los otros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Un
grupo de magos persas se dirige hacia Jerusalén y quieren ver si sus complejos
cálculos astrales han sido correctos para poder rendir homenaje al rey de los
judíos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Simeón,
un anciano, se está preparando para subir al templo. Han pasado muchos años por
él y ha visto ya muchas cosas, pero la salvación no está entre ellas. Y tiene la sensación de haber esperado en vano,
lo que es difícil de soportar a esas edades de la vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Son
todo historias que se hacen muy cuesta arriba. Como las nuestras.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y
Dios viene siempre en un establo. Viene siempre en tiempos difíciles y de lucha.
Viene siempre cuando ya no se espera más.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Si
hay algún regalo, solo uno, que pueda traernos esta sociedad metida en una crisis,
hija de los errores de nuestro mundo, cegada por las ganancias y el poder,
envuelta en guerras sin fin, un mundo que no parece estar dispuesto a cambiar
de rumbo es comprender que la verdad se vuelve más clara en el sufrimiento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Abrumados</span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Sin
embargo, todos los demás personajes de la Navidad andan locos con ellos mismos
y con sus cosas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Está
abrumado César Augusto Octavio, el hijo adoptivo de Julio César, el que se
encontraba a la cabeza del mundo conocido en ese momento. El que pacificó al
Imperio con la espada y sin escrúpulos; el que, sin amigos y sin familia, ve a
su hija enviada al exilio porque estaba conspirando contra él, y mira a la
gloria inútil de Roma desde lo alto de su palacio. El que puso su sello en uno
de los muchos edictos que le presentó su secretario: entre ellos, un censo en
las provincias de Siria. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Herodes
también está abrumado por los acontecimientos, el rey idumeo puesto allí por
Roma, odiado y despreciado por sus súbditos a pesar del inmenso esfuerzo que
hizo para reconstruir el templo. Feroz más allá de todo límite, lleno de sospechas,
hizo matar a sus hijos por temor a un complot. Ahora le han dicho que viene un
rey que le va a hacer competencia. Herodes fue el primero de los que piensan
que Dios es un oponente de los hombres.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
buena gente de Jerusalén está abrumada, perturbada por la noticia de los magos
de Oriente que acaban de llegar y más preocupada con el nuevo templo que están
estrenando. ¡Qué necesidad hay ahora de un Mesías!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Los
escribas y sacerdotes consultan las profecías e identifican el lugar de
nacimiento del Mesías: en Belén, a solo ocho kilómetros del templo. Pero no
salen a ver lo que pasa. Son de los muchos que hacen de la religión una inútil prisión
donde vivir.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Todos
están abrumados por ellos mismos y por sus circunstancias. No salen, no se ponen
en marcha recociéndose en su propia salsa. Simplemente van haciéndose rancios y
resignados a su destino.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y si</span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En
cambio, si nos ponemos en marcha, si tenemos el coraje, hoy, de permanecer en silencio
y oración ante a un pesebre, aún podemos hacer de nuestra vida una cuna, un
lugar en que acoger a este Dios tan incómodo que nace.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Porque
el que Dios nazca es una provocación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
vida no debe ser tan mala si Dios habita en ella. Y Dios todavía no se ha
cansado del ser humano si Él mismo se hace hombre. Dios viene. Él es el hombre
nuevo que no existía, el que tenía que venir.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Llega
la luz, pero la oscuridad no quiere darle la bienvenida, ni entonces ni tampoco
hoy.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Sin
embargo,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">*
si nos atrevemos a renacer. * si todavía
apostamos por la vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">*
si dejamos que venga este Dios recién nacido, que nos sacude, nos sonroja y nos
pide que nos hagamos cargo de él… entonces realmente será Navidad, el nacimiento
de una nueva vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Aunque
a nosotros, al contrario, nos gustaría un Dios que resolviera nuestros
problemas, ¡no que nos los dé!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dios
está aquí. Emanuel, Dios con nosotros. Aceptarlo o ignorarlo es lo que marca la
diferencia. Yo ya he hecho mi elección hace algún tiempo y quiero hoy hacerla de
nuevo. Espero que tú, que vosotros también.<o:p></o:p></span></p>
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Un abrazo y una
felicitación especial para cada uno en esta Navidad. Un abrazo compartiendo la
esperanza, la gracia, la alegría y la paz que Dios nos da por puro amor. “Ha
aparecido la gracia de Dios…” ¡Feliz Navidad!</span></div></div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-12582315350051712322023-12-23T09:30:00.001+01:002023-12-23T21:39:54.060+01:00DOMINGO 4º DE ADVIENTO (Ciclo B)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-2GWArOvZ4yk/VJhAkAZ2wPI/AAAAAAAAYKU/M58wkojgQPo/s1600/La_Anunciaci_n_de_Fra_Ang_lico.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="291" src="https://4.bp.blogspot.com/-2GWArOvZ4yk/VJhAkAZ2wPI/AAAAAAAAYKU/M58wkojgQPo/s1600/La_Anunciaci_n_de_Fra_Ang_lico.jpg" width="400" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Primera
lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=2+Sam+7%2C+1-5.8-12.14.16&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">2 Sam 7, 1-5.8b-12.14a.16</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Salmo
Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Sal+89&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Salmo 88</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Segunda
lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Rom+16%2C+25-27&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Rom 16, 25-27</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: georgia;">Evangelio:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Lc+1%2C+26-38&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Lc 1, 26-38</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: georgia;"><br /></span></div>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Hacer
nacer a Dios. Hacerlo renacer. Dejar que sea él quien ilumine nuestras vidas, nuestra
vida diaria, con nuestras guerras lejanas o cercanas, nuestras crisis económicas
previstas o no, nuestro odio difuso – y a veces patente - que se cuela por las
rendijas de nuestra sociedad. Dejar nacer a Dios no para huir de una realidad
cada vez más tenebrosa, sino para dar un nuevo horizonte de luz a la vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Sabemos
lo que es una vida basada en las falsas apariencias, en la competencia por la buena
imagen y el quedar bien; ya hemos visto lo que significa luchar para poder conseguir
el último artilugio electrónico; ya hemos visto cómo está este país en el que
la vulgaridad se convierte en el nuevo lenguaje, la tergiversación en historia,
la mentira en las posverdad y el cotilleo y la habladuría se transforma en
virtud; hemos visto lo que pasa cuando la política y la economía, tantas veces
corrupta, se convierte en la nueva ideología dominante del “todo vale”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Tal
vez, alguna vez, incluso hemos estado orgullosos y hemos dado gracias por estar
en esta sociedad del bienestar que nos facilita la vida, pero que nos anestesia…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;"> </span><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">El Dios verdadero</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Hoy,
ahora, en este 4º domingo de Adviento, vamos a dar gracias a Dios. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">No
al “Dios” que nos hemos fabricado a nuestra imagen y semejanza. No al que bendice
nuestras batallas y guerras, no al elevado sobre estandartes de conquista, no al
que protege nuestras propias ideas contra las de los otros. No al Dios que
establece la autoridad constituida, no al que exalta el dolor y nos pide soportarlo
con cristiana resignación. No al Dios de las procesiones semi paganas y
ceremonias huecas, de los milagros y de las apariciones que nos liberan de
responsabilidad y nos adormecen el alma; ese Dios de las personas extraordinarios
y de los santos extraños e inalcanzables...<span></span></span></p><a name='more'></a><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Demos,
en cambio, gracias al Dios de Jesús: el Dios niño; el Dios inútil. El que fue anunciado
por los profetas, esperado y reconocido con asombro por Juan el Bautista. El
Dios que nos alcanza cada día y que pide humildemente nacer en cada persona, en
cada uno de nosotros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">No
falta nada para la Navidad, apenas un día. Una Navidad humilde, llena de
inquietudes y de apretarse el cinturón por la crisis que nos envuelve. Una
Navidad de ahorro de regalos inútiles, que estará muy atenta a la reducción de
comensales por la misma causa, con un trasfondo de ansiedad por la
inestabilidad política y las guerras que no cesan.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Dios
nace, aquí y ahora, en la concreta situación de nuestra vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;"> </span><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">David</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">¿Cómo?
¿Cuándo? ¿Dónde?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">María
y David son los protagonistas de la Palabra de hoy y ellos nos dan una preciosa
indicación: el nacimiento de Dios en nosotros es, ante todo, iniciativa suya. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">David,
ya envejecido y entristecido por los acontecimientos de la vida, ve su
formidable Reino recorrido por movidas secesionistas. El heredero del trono fue
matado por su hermano, quien, a su vez, fue asesinado durante una batalla del
ejército de David. El tercero hijo será a su vez matado por Betsabé, que quiere
poner en el trono a su hijo Salomón. Así será, y David teme que ya ningún
descendiente suyo gobernará sobre Israel. Decide construir un templo al Dios
que le ha hecho crecer tanto, y Natán, el profeta de la corte, lo detiene: no
será el rey quien construirá una casa para Dios, sino Dios el que le construirá
a David una descendencia. Y así será.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">A
pesar de todo, después del destierro de Babilonia, la casa de David
desaparecerá, pero será un descendiente suyo, el hijo de José de Belén, el que
tomará su lugar. Jesús, el nazareno, subirá al trono de David. Pero de una
forma muy distinta de la que se esperaba el gran rey y con él todo el pueblo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Hermanos,
siempre es Dios el que toma la iniciativa. Siempre es él quien viene al encuentro,
el que se hace presente, el que nace en nosotros. Pero nunca de la forma como
lo esperamos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;"> </span><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Bella María</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Por
ejemplo, fijaros en María, la adolescente y tierna jovencita de Nazaret, un
pueblo desconocido que ni siquiera aparece en el Antiguo Testamento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Si
Dios quiere nacer, ¿por qué lo hace en un agujero de un país sin importancia,
al margen de las grandes vías de comunicación, en un sitio árido en el que la
gente vivía en cuevas? ¿Por qué con una jovencita de trece años? ¿Por qué no en
Roma, en casa del emperador? ¿Por qué no hoy, con la fuerza mediática de los
satélites de comunicaciones, la internet global y la inteligencia artificial? Así
es Dios. Imprevisible.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">María
nos enseña también las otras características para hacer nacer Dios en nuestra
vida. No importa lo que hagamos, o si somos personas extraordinarias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Dios
nace en lo cotidiano. Aunque habitemos en un pueblecito de provincia poco cautivante
y menos famoso. Aunque no tengamos grandes cualidades y no logremos nunca salir
del anonimato. Aunque no formemos parte de los vip de este mundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Dios
no nace en las personas que se lo merecen, y tampoco en las personas
particularmente religiosas. Dios no nace porque estemos preparados
teológicamente para ello.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Dios
nace en los corazones que todavía saben asombrarse, como saben hacer los
adolescentes ante la vida que se les abre delante de ellos. Tal como hacen el
anciano David y la tierna María, precisamente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;"> </span><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">La narración de Lucas</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Lucas
retoma el esquema de las muchas “anunciaciones” presentes en el Biblia. Poco
importa cómo se hayan desarrollado los hechos, Lucas lo cuenta así y nos
asombra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Dios
no elige a la mujer del emperador ni a un premio Nobel, ni a una mujer manager
dinámica emprendedora de nuestros días, Dios elige a la pequeña adolescente, la
bella María. A ella le pide que se convierta en la puerta de entrada de Dios en
el mundo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Qué
diríais si por la mañana llegara una hija o una nieta adolescente diciéndote: Me
ha pedido Dios que le ayude a salvar el mundo. Probablemente quedarías sin
palabra. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">En
cambio, María ahí está firme, con preguntas, pero cree, y nosotros no sabemos
si reír o mover la cabeza ante tan espléndida inconsciencia, todos quedamos atónitos
ante la desconcertante sencillez de este diálogo, ante el atrevimiento de una
hija de Sión que habla de tú a tú con Dios, que le pide y le da explicaciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Elegir
Nazaret para encarnarse, un país ocupado por el imperio romano, en los confines
de la historia, en los márgenes de la geografía del tiempo, en una época
desprovista de medios de comunicación, nos revela una vez más la lógica de
Dios, lógica basada en lo esencial, en el misterio, en la profecía, en su
verdad, en resultados imprevistos y desconcertantes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;">Mañana
será Navidad y, para algunos, será un mar de banalidad o de sufrimiento. Vayamos
todos a Belén tal como somos. Como David en la primera lectura, que quiere
construir un bonito templo para Dios, también nosotros oiremos que se nos dice:
“déjate hacer, no te preocupes como has preparado tu Adviento, soy yo el que
viene a tu encuentro, aunque no tenga un alojamiento preparado”. <o:p></o:p></span></p>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">¡Si
nuestro Dios es así, dejémonos encontrar por Él, porque nos va la vida en ello!</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-oUx_NDPk-BU/VJhAu_xKdrI/AAAAAAAAYKc/0MjpZVWNAXk/s1600/domingo-4-adviento.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="237" src="https://1.bp.blogspot.com/-oUx_NDPk-BU/VJhAu_xKdrI/AAAAAAAAYKc/0MjpZVWNAXk/s1600/domingo-4-adviento.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: left;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-68063675612479816502023-12-16T10:00:00.000+01:002023-12-16T10:16:34.307+01:00DOMINGO 3º DE ADVIENTO (Ciclo B)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-5WVn3BciXsQ/VI1mWc2rWOI/AAAAAAAAYEY/FsU8IBu7qZY/s1600/3adviento.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="298" src="https://2.bp.blogspot.com/-5WVn3BciXsQ/VI1mWc2rWOI/AAAAAAAAYEY/FsU8IBu7qZY/s1600/3adviento.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #cc0000; font-size: large;">¡Alegraos, que ya viene el Salvador! </span></td></tr>
</tbody></table>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Primera
lectura:<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Is+61%2C+1-2.10-11&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank"> Is 61, 1-2a.10-11</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Salmo
Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Lc+1%2C46+-50.53-54&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Lc 1, 46 -50.53-54</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Segunda
lectura:<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=1+Tes+5%2C+16-24&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank"> 1 Tes 5, 16-24</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Evangelio:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Jn+1%2C+6+-8.+19-28&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Jn 1, 6 -8. 19-28</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-indent: 35.45pt;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
crisis económica, política y de valores que está sufriendo el mundo está
produciendo en occidente una extraña preparación de las Navidades. Por una
parte, de perfil bajo, casi de trámite, “porque toca” y, por otra, como si se
tratara de una huida para escapar del desánimo y la desesperanza de esa crisis
agravada por las guerras.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es
una crisis compleja y articulada que está arrollando al mundo, pero siempre y
en todo caso es algo que hemos producido nosotros, por nuestro egoísmo y
nuestra avaricia, tanto personal como social e institucional. Es una situación
que nos hace más frágiles e inseguros. La fiesta de Navidad se ha convertido en
la cumbre de las compras, los regalos y el despilfarro, aunque tengamos que
echar bien las cuentas porque ahora buscamos más los bienes de primera
necesidad, pero ni siquiera tenemos medios para ellos y hay que actuar en todo
con mayor prudencia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¡Qué
actuales resuenan, en esta situación, las invitaciones a la confianza y a la
alegría que nos presenta este tercer domingo de Adviento!<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El
mundo nos muestra ampliamente sus límites, las falsas promesas de un bienestar
difuso y de un crecimiento global que tiene que vérselas con la dura realidad y
con sus propias trampas. Todo proyecto, incluso el más virtuoso y devoto, se
enfrenta con el egoísmo humano y el sálvese quien pueda; con los pocos que, siendo
ya ricos, son arrollados por el ansia del poder y de la riqueza, empobreciendo
los demás.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es
verdad que tenemos que encontrar soluciones comunes y compartidas, pero tenemos
que fijarnos, ante todo con autenticidad, en la naturaleza humana y en sus
límites. Sólo una mirada que sepa ir más allá de la realidad, que ponga la
atención en otro lugar podrá construir un mundo diferente.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Permanecer
en la alegría significa elegir el campo en el que nos jugamos la vida:
alinearse con la esperanza o con el desastre.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Alegrarse
no es sólo una emoción sino un gesto de voluntad. Uno puede alegrarse también
en la dificultad. Como hicieron los desterrados de Jerusalén; como nos toca
hacer a nosotros hoy. Alegrarnos en la dificultad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Retorno</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Cuando
un nuevo autor continúa la escritura del libro de Isaías, la profecía que
escuchamos el domingo pasado ya se había cumplido. Hoy, en la primera lectura, son
los persas los que dominan la escena política: los babilonios son derrotados y
los judíos son liberados, después de setenta años de deportación.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El
regreso a casa se está mostrando difícil y lleno de peligros, pero lo peor es
que en Jerusalén ya nadie se acuerda de estos deportados, que son confinados en
las afueras de la ciudad sobre la altura de Sión; lo que eran sus tierras ya están
siendo cultivadas por otros judíos sin escrúpulos que aprovechan la crisis
financiera del momento (!) para prestar con intereses de usura, y una
inesperada carestía lleva a los umbrales de la muerte a los recién liberados. Supervivientes
de la esclavitud, ahora están amenazados de morir de privaciones en la ciudad
que los ha olvidado. E Isaías, en este caso el llamado el tercer Isaías,
profetiza e invita a todos a la alegría.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">“En
el dolor la verdad se hace más clara”, escribió el visionario Dostoievski, y
esto, a veces, es verdad. Para permanecer en la alegría hace falta fe, hace
falta una perspectiva diferente.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Si
la alegría me viene sólo de la emoción por realizar un sueño, de poseer algo que
deseo desde hace tiempo, esa alegría es frágil, y cualquier obstáculo puede
destruirla. Si mi alegría está puesta en Dios, como son invitados a hacer los
deportados de Jerusalén, puedo cultivar una verdadera esperanza para siempre y
en cualquier circunstancia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Oración</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
alegría que viene de otro sitio me permite vivir el dolor presente con la confianza
que nace de la oración, como afirma Pablo escribiendo a los tesalonicenses. Una
oración que no es la insistente solicitud de resolución de los problemas, sino el
abandono confiado en quien puede darme la fuerza para afrontar toda oscuridad y
todo dolor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es
posible prepararse a la verdadera Navidad a pesar de la gran fatiga y
desconcierto que estamos experimentando. Es posible vivir con una alegría que
nace de la fe, y que es alimentada en el Espíritu mediante la oración.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Cristo
nacerá en nuestros corazones, si así lo deseamos. Encontrémoslo velando sobre
nosotros mismos, dejando que la interioridad retome su espacio en nuestras
vidas arrolladas por tantas preocupaciones.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pero
hay una condición, simple, pero condición: para poder acoger a Dios que nace,
tenemos que caminar hacia la autenticidad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> </span><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Quién eres?</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Juan
recibe la visita de los enviados del Sanedrín que se preguntan por este extraño
personaje que no se asusta ni siquiera ante las autoridades religiosas, que no
enfatiza su papel, que tira de frente por su accidentado camino. "¿Quién
eres?", preguntan los que detentan el poder. Juan lo tiene claro y
responde: él no es el Cristo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Podría
pensarlo, como otros lo piensan de él, teniendo en cuenta lo necesitados que estamos
de un Salvador. Podría aprovecharse de ello, cediendo a la más disimulada de
las tentaciones, la del delirio de omnipotencia. No, dice Juan, él no se hace
pasar por Dios. También él como los penitentes, está desesperadamente en
búsqueda.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Juan
hoy nos amonesta: sólo reconociendo el propio límite, que no es mortificación
sino oportunidad, podemos llegar a ser libres para acoger al Dios frágil que
nace. Sólo reconociendo que no tenemos en nuestra mano todas las respuestas,
podemos ponernos en búsqueda. Sólo entrando en la profundidad de nosotros
mismos, podemos encontrar nuestra verdadera identidad en Dios.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Voz</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">"¿Quién
eres, entonces, Juan?” ¿Quiénes somos, entonces, nosotros?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
lógica mundana dice: eres lo que produces, eres lo que aparentas, eres lo rentable
que seas, eres lo que controlas, eres lo que cuentas, eres lo que gritas. Juan sabe
que no es así, que esa lógica es ilusoria y engañosa, que, nunca, somos lo que tenemos
o lo que hacemos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Juan
pensó y entendió. La espera agitada de un Mesías creó dentro de él un espacio donde
sabrá reconocerlo y reconocerse a sí mismo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">“¿Quién
eres, entonces?” ¿Un místico? ¿Un provocador? ¿Un gurú? No, él es la voz.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Una
voz prestada a la Palabra de Dios, una voz que amplifica una idea que no es suya;
una voz, que hace retumbar una intuición de la que él es deudor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Siempre
nos imaginamos que somos adultos, que realizamos o escribimos cosas memorables,
para permanecer en la historia o, por lo menos en la pequeña historia de las
personas que queremos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Dios
es quien nos desvela lo que cada uno de nosotros somos en profundidad. ¿Y tú
qué eres? ¿Qué dices de ti mismo? Quizás seas paciencia o espera, o sonrisa, o
perdón, o sueño, o inquietud.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Contrariamente
a la falsa idea de un catolicismo que mortifica y castra las ambiciones de las
personas (“Si existe Dios yo estoy fastidiado”, pensaba Herodes), contrariamente
a eso, el Evangelio nos desvela un Dios que nos ayuda a reconocer la verdad de
nosotros mismos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
</p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Confiemos
y alegrémonos en el Señor que viene y nos muestra lo mejor de nosotros mismos.
¡Ven Señor Jesús!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></p></div>
</div>
</div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-40080066088218990592023-12-09T13:00:00.001+01:002023-12-09T16:19:40.764+01:00DOMINGO 2º DE ADVIENTO (Ciclo B)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-o6Y-FHMn1kY/VIQqPNO2q_I/AAAAAAAAYC4/icg3t_1_Bp8/s1600/Panorama%2BSan%2BPedro%2Bde%2Blas%2BDue%C3%B1as.JPG" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="97" src="https://2.bp.blogspot.com/-o6Y-FHMn1kY/VIQqPNO2q_I/AAAAAAAAYC4/icg3t_1_Bp8/s1600/Panorama%2BSan%2BPedro%2Bde%2Blas%2BDue%C3%B1as.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #783f04; font-family: arial; font-size: xx-small;"><i>Preparad el camino al Señor</i></span></td></tr>
</tbody></table>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;"><i style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i></div><h3 style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-weight: normal;"><i style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "georgia" , serif;">Primera
Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Is+40%2C+1-5.9-11&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Is 40, 1-5.9-11<br /></a></span></i><i><span style="font-family: "georgia" , serif;">Salmo
Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Sal+85&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Sal 84<br /></a></span></i><i><span style="font-family: "georgia" , serif;">Segunda
Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=2+Pe+3%2C+8-14&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">2 Pe 3, 8-14<br /></a></span></i><i><span style="font-family: "georgia" , serif;">Evangelio:
<a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Mc+1%2C+1-8&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Mc 1, 1-8</a></span></i></span></h3>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Cuándo comenzó todo?</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-indent: 35.45pt;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Comienzo
del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios… acabamos de escuchar. Ahí empezó
todo, porque los primeros cristianos conocieron a Jesús a través de las
palabras de los apóstoles. Ellos se convirtieron en seguidores del Nazareno y fueron
llamados “los seguidores del camino”, tenían el corazón lleno de las palabras
del Maestro que les habían transmitido unas almas ardientes y sencillas.
Conocen las palabras del Maestro, conocen sus prodigios y sus promesas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Los
primeros cristianos eran curiosos, sobre todo los que habitaban lejos de
Jerusalén, perdidos en la Babilonia de los gentiles, y se preguntaban: ¿cuándo comenzó
todo?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es
Marcos el que se decide a redactar una narración. No un tratado de teología sino
una historia, una narración de los hechos, una buena noticia, un evangelio.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Tampoco
era una novedad. Por entonces ya circulaban las “buenas noticias” (<i>euanguelion</i>) que celebraban las proezas
de los emperadores romanos. Grandes proezas, unas veces hinchadas y otras
falsas, de unos hombres que eran tenidos por dioses, disputándose entre ellos
el trono con violencia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">En
la historia de Marcos, en cambio, se habla de un judío marginal que vivió en los
confines del imperio. Marcos, ayudado probablemente por Pedro el pescador, pone
en orden los acontecimientos, para que Cristo también pueda nacer en el corazón
de quien lo escucha y de quien oye hablar de él.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Por
eso estamos aquí: para hacer espacio a Dios en nuestro corazón.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Consuelos y caminos</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">No
hagamos un simulacro de que Jesús va a nacer. Queremos hacerlo nacer de verdad en
nuestra vida, cada día, fortaleciendo el manantial de vida que habita en
nosotros y redescubriendo en nosotros el rostro de Dios que él mismo nos ha desvelado.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Un
Dios que consuela, como nos dice Isaías mientras sufre su deportación en
Babilonia con todo el pueblo de Israel. Ya habían pasado cuarenta años desde el
incendio de la ciudad santa y muchos ya se habían integrado en la sociedad
babilónica. Ya no piensan en una vuelta a la patria, ¿para qué?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Desde
su desesperanza y su desidia, Isaías los vuelve a llamar a lo esencial. Para descubrir
el consuelo de Dios hace falta construir un camino en medio del desierto.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Babilonia
y Jerusalén estaban separadas por un desierto inmenso y los antiguos hubieran
preferido construir un camino que bordeara las montañas, durante mil largos kilómetros,
con tal que de no afrontar aquel desierto.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Isaías,
en cambio, pide al pueblo construir un camino nuevo justo en medio del
desierto, pide al pueblo que se atreva a volar alto con grandes deseos y con
grandes ideales.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Y
nosotros? ¿Queremos, de verdad, encontrar al Dios de Jesús? ¿Queremos encontrar
su consuelo? No nos homologuemos entonces con la mentalidad de nuestro tiempo,
no nos resignemos, no nos acomodemos. Construyamos un camino en nuestro propio desierto,
en medio de nuestra vida caótica.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El
encuentro con Dios es gratuito, es un regalo y es gratis. Pero para dejarnos
encontrar tenemos que arremangarnos y entrar en el desierto de nuestra vida. En
definitiva, huir de Babilonia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Retrasos</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Pero
alguno podrá decir: después de dos mil años de preparación del camino al Señor,
¿dónde está ese Cristo? ¿dónde está ese Reino nuevo? La profecía de un mundo nuevo
parece haber quedado perdida en los meandros de la historia humana.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Eso
es lo mismo que las primeras comunidades pensaron, y un presbítero del siglo
primero escribe una carta, atribuida al apóstol Pedro, en la que da dos
respuestas: una, los tiempos de Dios no son nuestros tiempos y, dos, Dios tiene
toda la paciencia porque sabe que podemos convertirnos y cambiar la vida.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Construyamos
caminos en el desierto, esperemos aún en Dios, incluso haciendo, ya hoy, un acto
de esperanza, esperando la vuelta última y definitiva del Señor, esperando la plenitud
de los tiempos, la consumación de la historia en la que Dios tendrá la última
palabra, que siempre será una buena noticia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Profetas</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">San
Juan, el Bautista, decidió dedicar su vida a ayudar a los demás, a preparar el
camino al Señor. Renunció a las legítimas comodidades de la vida para ir a lo
esencial. En el desierto acogió a las personas con una señal poderosa, como era
la inmersión en el Jordán, para cambiar de vida.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">A
Cristo lo encontraremos si nos ponemos manos a la obra, si hacemos caso a los
muchos profetas que todavía caminan junto a nosotros y que nos sugieren
recorridos de interioridad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">A
Cristo lo encontraremos en los gestos y símbolos de los sacramentos que, si los
vivimos de verdad y con fe, nos llevarán a él.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¡Qué
bonito sería si en este tiempo de Adviento lográramos recortar algún espacio,
aunque fuese pequeño, para la oración! ¡Qué bonito sería si consiguiésemos no
dejarnos arrollar por el inminente “buenismo” navideño, el denostado “espíritu
navideño” que amenaza con reducir el acontecimiento a una melaza de buenas
intenciones, y nos decidiéramos a construir un camino en el desierto de
nuestras caóticas vidas! La Navidad es algo serio, que tiene que ver con el
drama de un Dios que se hace presente y de un hombre que está ausente.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Juan
nos recuerda que es imposible vivir si no logramos entender por qué extraña
razón hemos sido puestos en el mundo. Para conseguirlo hemos de superar primero
la tentación de los ídolos presentes en nuestra vida: la buena imagen de uno mismo,
el “carrerismo”, la competencia, el dinero, y tantas cosas que pretenden saciar
falsamente la sed de infinito que nos habita. Luego, nos queda todavía llenar un
inmenso vacío de sentido, la necesidad absoluta de entender la vida.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
</p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Hay
mucha gente que ha renunciado, que ha abdicado de pensar y de vivir, arrollada por
una rutinaria vida cotidiana. Pero Dios no se desanima y nos alcanza a todos precisamente
en la vida de cada día, convirtiéndose en uno de nosotros. ¡Que sepamos
encontrarlo!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></p></div>
</div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-18008013363300179302023-12-07T10:00:00.000+01:002023-12-07T10:12:54.922+01:00INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA (8 de diciembre)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-loBG69julk4/WEfR9nGcN1I/AAAAAAAAa1Y/dyFwivAOF_4-8yPlV8wJZpjGhdst5CkewCLcB/s1600/8882198624_ccb7e47c67_o.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://4.bp.blogspot.com/-loBG69julk4/WEfR9nGcN1I/AAAAAAAAa1Y/dyFwivAOF_4-8yPlV8wJZpjGhdst5CkewCLcB/s400/8882198624_ccb7e47c67_o.jpg" width="300" /></a></div>
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i>
<i><span style="font-family: georgia;">Primera Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Gen+3%2C+9-15.20&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Gen 3,9-15.20</a></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="font-family: georgia;">Salmo Responsorial: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=sal+98&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Salmo 97</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="font-family: georgia;">Segunda Lectura: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Ef+1%2C+3-6.11-12&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Ef 1,3-6.11-12</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="font-family: georgia;">Evangelio: <a href="http://www.biblija.net/biblija.cgi?biblia=biblia&m=Lc+1%2C+26-38&id22=1&pos=0&set=13&l=es" rel="nofollow" target="_blank">Lc 1, 26-38</a><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12pt;"> <span> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> En pleno tiempo de Adviento la
Iglesia nos presenta la fiesta litúrgica de la Inmaculada Concepción de María. No
es que se pretenda hacer un paréntesis litúrgico, sino más bien contemplar a
uno de los personajes clave de este tiempo de espera y que está en el lo más entrañable
del camino de nuestra de fe: María, la madre de Jesús.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> Muy pronto desde el principio las
iglesias primitivas entendieron que María había desarrollado un papel
importante en todo el diseño salvador de Dios y por eso la admiraron siempre con
amor, y trataron de imitar sus virtudes. Las pocas referencias a ella que
encontramos en los evangelios nos hacen entender que la figura de María y su
presencia animaron sin afanes ni protagonismos la espiritualidad de los
primeros cristianos. Lo mismo habría que decir de los cristianos de las
generaciones posteriores, de los padres de la Iglesia, y de todos los
cristianos que la contemplamos a lo largo del tiempo no sólo como la madre del
Verbo hecho carne, sino como madre de todos los creyentes. Muchos títulos e
invocaciones han sido dados a María a lo largo de la historia cristiana. Es
obvio que la madre del Salvador hubiera recibido de Dios algunos regalos y
algunas gracias, no por justo mérito, sino en virtud del favor y de la
gratuidad divina. “<i>Convenía que la Madre de Dios poseyera lo que corresponde
a su Hijo, y que fuera honrada como Madre y Esclava de Dios por todas las
criaturas”</i> (San Juan Damasceno).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">María
emerge de las narraciones de Lucas y de los otros evangelistas como una chica
de gran equilibrio, con una experiencia de vida que se parece tanto a la
nuestra. Por eso es el modelo de cada cristiano.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> </span><b><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> María
del Adviento</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> En este tiempo de Adviento tenemos
la necesidad de despertarnos, porque tenemos el peligro de vivir un poco “dormidos”,
fuera de la verdadera vida; todos atareados en encontrar espacios para distraernos,
olvidando lo esencial. También María, joven creyente, se encuentraba en el trajín
familiar: el trabajo hogareño de aquel tiempo, las amistades, el tiempo
libre.... Y es en este contexto ordinario cuando ocurre lo inaudito y
extraordinario: a María se le pide convertirse en la puerta de entrada de Dios
en el mundo. Una cosa fácil, ¿no? Y si nos hubiera sucedido a nosotros, si Dios
nos hubiera dicho: “Oye, necesito que me eches una mano para salvar el mundo”, ¿qué
le hubiéramos contestado? <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">María,
lo primero que hace es titubear, preguntar y agobiarse: ¿cómo es posible todo
esto? Lo primero que hace la Virgen es preguntar. María pide explicaciones. Y
pide explicaciones precisamente porque lo que se le anuncia es un misterio que
sólo puede ser acogido desde la fe. Algunos piensan que la fe requiere
renunciar al pensamiento, que exige una obediencia ciega, y no es así. La fe
requiere el pensamiento porque la fe es lúcida y supone la inteligencia. No es
para tontos y para crédulos, porque no es cierto que Dios prefiere a los
imbéciles. Imbéciles son los que así lo creen.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y
el ángel le recuerda a María que no hay que poner obstáculos a Dios, porque él
sabe bien lo que hace. Y María cree, confía en el Señor. <span></span></span></p><a name='more'></a> <o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> Uno se queda atónito, incrédulo,
asombrado de la sencillez de la respuesta de María: “¡aquí estoy!” ¡Cuántas
consecuencias va a tener esta disponibilidad! ¡Menudo cambio radical va a provocar
este “sí” de María! Problemas con su situación familiar, con un prometido que
ve a Dios como su competidor en el amor.... Problemas con este niño que tendrá
que ser mirado continuamente como un Misterio.... Problemas con aquel “Maestro”
tan ocupado en el anuncio que hasta se olvidará de su familia para abrirse a
una familia más amplia.... Sufrimiento al ver a un hijo inocente condenado a
muerte.... Es ésta la terrible y sobrecogedora grandeza de la vida cotidiana y
ordinaria de alguien a quien Dios se le hace presente. María se fía, y cree en
el Dios de lo imposible. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> En este tiempo de Adviento estamos invitados
a contemplar en María la primicia de alguien que ha encontrado su plena
realización en conseguir que se cumpla el sueño de Dios, pero sin que esto la eleve
a un nivel inalcanzable, sino permaneciendo en la normalidad de la vida. San Pablo
dice explícitamente que cada uno de nosotros - gente normal como la muchacha María
de Nazaret – hemos “<i>sido elegidos antes de la creación del mundo, para ser
santos e inmaculados”</i> en la presencia de Dios. El hecho de estar revestida
de esa presencia desde su concepción no dispensa a María del empeño en corresponder
a la gracia. Nosotros también hemos sido concebidos por el Espíritu en nuestro
bautismo y no estamos dispensados de corresponder a la gracia que se nos ha
dado. Si la ola que empezó a fluir en María ha podido convertirse en un
torrente desbordante y benéfico sobre toda la humanidad, ha sido por su incondicional
entrega al Espíritu. La potencia de un “aquí estoy” que nos hace a todos
colaboradores de Dios, no sólo tejiendo nuestra propia santidad sino también
llevando adelante su designio de salvación para la humanidad entera.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> Llenos
de gracia</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> Lo que se ha realizado en María la
llena de gracia, espera realizarse hoy en cada uno de nosotros, pues somos “agraciados”,
llenos de gracia, no como ella en el momento de la concepción, pero sí en y
desde nuestro bautismo. Es el gran regalo y la llamada que nos lanza a la
maravillosa aventura de la construcción de nosotros mismos y del mundo según el
proyecto de Dios y, por lo tanto, en la dirección del amor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> El Adviento, de hecho, es un tiempo
mariano: es el tiempo en el que María ha hecho espacio en su regazo al Redentor
del mundo, llevando en sí la espera y la esperanza de la humanidad. Celebrar el
Adviento significa hacerse mariano, unirse al sí de María, unirse al espacio
del nacimiento de Dios y de la plenitud de los tiempos. Así que, si el Adviento
es el tiempo que nos compromete a todos en la espera del Señor y en el
cumplimiento de la esperanza cristiana, María es la que nos ayuda a esperar de un
modo concreto e inmediato. Santa María de la Esperanza, mantén el ritmo de
nuestra espera.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> Contemplamos a María como santa e inmaculada
porque se ha entregado totalmente a Dios. Mirémonos en ella, no para
deprimirnos al constatar lo que aún nos separa de la meta, sino para abrirnos a
la alegría de un camino luminoso, que se nos ha dado para recorrer con ella y
como ella, en el humilde “aquí estoy” de cada día.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> Gracias, Señor, por el regalo de la
inmaculada concepción de María. Un regalo que nos habla de ti, de tu amor sin límites,
de tu gracia que nos asiste y que siempre hace posible lo imposible. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">
</p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Maranatá</span></i><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">, ¡ven Señor Jesús!<o:p></o:p></span></p></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
</div>
</div>
</div>
</div>
Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8241734775075204547.post-88275711891192050052023-12-02T10:42:00.001+01:002023-12-02T10:56:17.191+01:00DOMINGO 1º DE ADVIENTO (Ciclo B)<p><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><img border="0" data-original-height="310" data-original-width="620" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpIP53hplnyWs-XURG0BBa6zbrbDbM0nUW8Cxa3zUpsduPfDvJqA1m0ZWGktsRzaQ2jRyffJBdbV4wMbVVMTmsQDG8GEfb03b757AYuPD47s7xFE4MCJ4p7kfGcCSaWuuUEKRZYGw9DvVNK60CEfd1RRfg_R0kA4DZOjbOOWkKQkLwoW66LJ1oLEua4sM/w400-h200/img_4487-1.jpg" title="PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO" width="400" /></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #741b47; font-size: small; font-weight: bold;">PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO</span><br /><br /></td></tr></tbody></table></p><p style="text-align: left;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;">
<h3 style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="font-weight: normal;"><i><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Primera lectura: Is 63,
16b -17.19b; 64, 1c-7<br /></span></i><i><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Salmo Responsorial: Salmo
79<br /></span></i><i><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Segunda lectura: 1 Cor 1,
3-9<br /></span></i><i><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Evangelio: Mc 13, 33-37</span></i></span></h3>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;"> Volvemos
a empezar<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Primer
domingo de Adviento, este año siguiendo el evangelio de San Marcos. Marcos, aquel
muchacho que siguió a Jesús hasta Jerusalén, y en cuya casa se reunieron los discípulos
después de la crucifixión. Marcos, que siguió a Pablo más bien a regañadientes,
y por eso fue mandado de nuevo a casa, por la excesiva morriña de adolescente y
al que encontramos después al lado del apóstol Pedro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El
evangelio de Marcos está escrito, probablemente, en el ámbito de la comunidad
de Roma, con un lenguaje escueto y pobre, pero denso en matices.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Y
hoy, en su compañía, una vez más, iniciamos el tiempo de preparación a la
Navidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Cuántas veces?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¿Cuántas
Navidades hemos preparado y vivido en nuestra agitada vida? Y aún estamos aquí,
no para hacer un simulacro del nacimiento de Jesús, porque él ya nació, vivió,
murió y resucitó, sino para dejar que él nazca en nuestra vida una vez más.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Entre
su llegada histórica y su retorno glorioso estamos tú y yo, estamos nosotros,
en este tiempo nuestro, que nos ha tocado vivir. Cada año hacemos un recorrido
por la historia de la salvación, escuchamos los mismos evangelios, volvemos al
mismo punto de partida una y otra vez, pero lo hacemos, como en una espiral, a
un nivel cada vez más profundo. Con esperanza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Las
razones para estar desanimados son muchas: la crisis mundial que la globalidad
nos acerca cada vez más; la guerra abierta en distintos frentes; las
dificultades políticas en los diversos países del mundo; el creciente clima de pendencia
y enfrentamientos sociales; y la Iglesia que parece estar ya cansada de revitalizar
la fe, esquinada en un rincón con demasiados miedos y bastantes incoherencias que
la hacen poco creíble en muchos momentos. Hermanos, necesitamos un redentor.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Destierros<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">El
pueblo de Israel estaba desde hacía tiempo en el destierro de Babilonia. El
desaliento clamaba al cielo: ¿dónde están todas las promesas dadas a los
padres? ¿Dónde está el Dios del que hablaban con pasión? Nadie sabe ya hablar
de Dios y el profeta Isaías se atreve a decir: no son los padres de la patria los
que salvan al pueblo, sino sólo Dios, el redentor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Las
relaciones dentro del clan, en Israel, eran fortísimas. Si un familiar era reducido
a la esclavitud, si era víctima de la guerra, o para pagar sus deudas, alguien de
la familia tenía que rescatarlo pagando su liberación o, en último caso,
sustituyéndolo en su esclavitud. Era el <i>“goel”</i>,
el redentor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">A
nosotros, también Dios promete rescatarnos, sustituirnos, arrancarnos de las
mil esclavitudes en las que hemos caído.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Noches</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">La
escueta parábola con la que iniciamos hoy nuestro acercamiento al evangelio de Marcos
nos abre un mundo. Jesús viene a visitarnos en la noche, de manera escondida. Todos
podemos hacer la experiencia de encontrarnos con él, pero de un modo distinto de
como los discípulos lo conocieron en su tiempo. La noche, para nosotros,
representa la fatiga de la búsqueda, la tensión hacia el ideal de vida, el
descubrimiento del mundo de la oración y del mundo interior, de la
espiritualidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Los
rabinos, en sus reflexiones, hablan de cuatro noches: una es en la que Dios
creó el mundo, otra en la que llamó a Abraham, la tercera en la que liberó a Israel
de la esclavitud de Egipto. La última noche es la del regreso del Mesías.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">También
nosotros podemos encontrar a Dios ya sea en la noche, o en el resplandor de la
Creación, y en la armonía del Cosmos. La naturaleza entera está en la espera de
redención, como nosotros, y por eso debe ser reconocida y respetada. Los
acontecimientos dramáticos de las catástrofes naturales nos recuerdan cada poco
lo frágiles que somos, y cómo tenemos que actuar bien para respetar los ritmos
de la Creación, sin ceder a la tentación de querer administrar a nuestro antojo
el jardín que en ella se nos confía, porque si no lo destrozaremos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Podemos
encontrar a Dios, como Abraham, poniéndonos en camino para descubrir quiénes
somos y regresando al interior de nosotros mismos. Como a Abraham, el Dios
misterioso también nos dice: <i>“sal de tu
tierra...”<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Si
dedicamos tiempo a nutrir nuestra interioridad nos haremos capaces de
vislumbrar la presencia de Dios hasta en la vida cotidiana. Podemos encontrar al
Señor en los acontecimientos de liberación, cuando, en el camino de conversión,
nos descubrimos capaces de no ser víctimas de nuestros miedos, de nuestras
incoherencias y de nuestras fragilidades. Algunos, después de una fuerte
experiencia interior, abren su corazón a la belleza de Dios y se convierten,
percibiendo un sentido de liberación del miedo y del dolor, del pecado y de la
tiniebla. Es el comienzo de un camino que, atravesando el desierto, nos lleva
al monte de la alianza.</span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><b><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Velar<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Estamos
aquí para darnos un mes de despertador interior, para hacer que Dios nazca en
nosotros más y más. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es
obvio que Él ya ha nacido, de otro modo no estaríamos aquí escuchando las palabras
del evangelio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es
obvio que Él ya ha nacido, si decidimos rebelarnos contra una fe superficial y
tibia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Es
obvio que Él ya ha nacido, si decidimos ponernos a la búsqueda de Dios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Ahora,
lo que podemos hacer es mantenernos despiertos, no dejarnos atropellar por la
locura cotidiana de la vida, rebelarnos contra el pensamiento dominante para
vivir conforme a nuestra interioridad de buscadores de Dios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Adviento.
Comienza el tiempo de la resistencia, de la interioridad, de la oración y de la
esperanza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Si
Dios se hace hombre, es porque todavía no se ha cansado de nosotros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Si
Dios se hace hombre, es porque las personas podemos aprender de Él cómo convertirnos
en personas perfectas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">¡Si
Dios se hace hombre, la vida merece la pena, y tiene que ser espléndida! Ojalá
lo entendamos así.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 12.0pt;">Venga,
hagámoslo bien este año, sigamos en serio la provocación que nos hace la
Palabra de Dios. Esperamos que Él nos ayude.<o:p></o:p></span></p></div></td></tr></tbody></table></p><p><br /> </p>Juan Ignacio García Velascohttp://www.blogger.com/profile/13042225459974659356noreply@blogger.com0