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viernes, 5 de agosto de 2022

TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR (6 de agosto)

 


 

Primera Lectura: Dan 7, 9-10.13-14

Salmo Responsorial: Salmo 96

Segunda Lectura: 2 Pe 1, 16-19

Evangelio: Mt 17, 1-9; Mc 9, 2-10; Lc 9, 28-36


Por medio de la transfiguración de Cristo en la montaña, los discípulos pudieron contemplar su gloria y hacerse capaces de comprender el misterio de la crucifixión libremente aceptada, proclamando que Jesús es el resplandor de la gloria del Padre.

Es esta una fiesta que tiene su origen en la dedicación de las iglesias edificadas en el monte Tabor. Hay ya indicios de ella en el siglo VI.
 
En el Tabor
La experiencia de Transfiguración del Señor ha de servirnos para redescubrir y elegir qué personas queremos ser, de la misma manera que Jesús eligió en el Tabor qué tipo de Mesías quería ser.

Para vivir esta experiencia es necesario subir, como los apóstoles, a ese montículo personal en el que todo creyente encuentra la belleza de Dios.
El Tabor evoca el momento en que Jesús, gran Rabí y carismático profeta, desvela su verdadera identidad, supera los límites y se ofrece a la vista pasmada y asombrada de los apóstoles. El Tabor nos habla de lo absolutamente otro que es Dios, nos habla de su inmensa gloria y de su indescriptible belleza.

El Tabor es la meta de la conversión. Y esto es preciso decirlo y repetírnoslo a nosotros católicos, tan inclinados a las autolesiones, a nosotros que asociamos la fe al dolor, que representamos siempre a Jesús como el crucificado, olvidándonos del resucitado.

El tiempo del dolor llegará, por supuesto, pero será sobre otro monte, una pequeña cantera de piedra en desuso llamado Gólgota, allí lo veremos colgado y podremos dirigir la mirada al que traspasaron.
 
Lo más bello
Pero antes, es imprescindible acordarse de la belleza de Dios, de su embriagante presencia. La liturgia, provocativamente, nos pone delante la transfiguración del Señor para indicarnos el lugar al que tenemos que llegar. Si en mi vida hago gestos de conversión y solidaridad, de renuncia, de oración y de autenticidad es sólo para poder ser libre y llegar a ver la gloria del Maestro y Señor.