El
instituto Stensen de Florencia, inspirándose en el trabajo científico-cultural
de Nicolás Stenone, se propone favorecer la búsqueda y la confrontación entre las
diversas culturas mediante iniciativas que buscan promover el diálogo
intercultural y la ética de la confrontación.
La importancia de la cultura como
lugar e instrumento de evangelización ha sido reclamada muchas veces por el
Concilio Vaticano II y por varios decretos de las últimas Congregaciones Generales
(cfr. por ejemplo: Gaudium et spes, cap. 2 y Decreto n. 4 del CG 34). La Fundación
Niels Stensen, instituida por los Padres Jesuitas de Florencia en 1964, está dedicada
a la memoria de Nicolás Stenone, médico y geólogo danés del siglo XVII, 1638
-1686, beatificado por Juan Pablo II en 1988. Desde su nacimiento y por obra de
P. Alejandro Dall’Olio S.J, ha desarrollado un importante y reconocido papel en
el debate cultural ciudadano. Inspirándose en el trabajo científico-cultural de
Nicolás Stenone, se propone favorecer la búsqueda y la confrontación entre las diversas
culturas, con iniciativas adecuadas para promover el diálogo intercultural y la
ética de la confrontación: grupos de investigación; cursos formativos;
congresos; seminarios de estudio; espacios expositivos; cineforum, etc. El
principio inspirador es el respeto y la valorización de la dignidad de otras
culturas y el objetivo es preeminentemente formativo, dirigiéndose de manera
privilegiada, aunque no exclusiva, a las generaciones más jóvenes (en
particular a estudiantes y docentes de la Escuela Secundaria y a la Universidad).
Desde hace ya muchos años el Noviembre Stenseniano - un curso de
reflexión interdisciplinar e intercultural sobre temas complejos - se ha vuelto
una cita muy calificada y característica en la ciudad de Florencia, con la
participación de diversas instituciones culturales y universitarias.
Particularmente el 2009 ha sido un año importante por la delicada y fundamental
relación entre Ciencia, Teología y Magisterio Eclesiástico. La Asamblea General
de las Naciones Unidas (ONU), en efecto, ha proclamado el 2009 como Año
Internacional de la Astronomía, en memoria de los 400 años del uso astronómico
del telescopio en 1609 por parte de Galileo Galilei (1564 -1642), con el
descubrimiento de la existencia de nuevos fenómenos y cuerpos celestes, que
contribuyeron a la afirmación de una nueva concepción del universo, pero que
desencadenaron aquel conjunto de tensiones e incomprensiones que fueron el origen
del tormentoso “Caso Galileo”, arrastrado durante siglos cada vez que existen
posibles contradicciones entre la investigación científica y la reflexión
teológica. Florencia, junto a las otras
ciudades galileanas, Pisa y Padua, ha sido protagonista de importantes
manifestaciones culturales internacionales sobre el tema.
La Fundación Stensen organizó a
finales de mayo de 2009 una relectura histórico-filosófica y teológica del “Caso
Galileo”, teniendo en cuenta las más recientes investigaciones científicas e
historiográficas al respecto: un congreso internacional que convocó a los
máximos expertos en la materia y que se desarrolló en muchas prestigiosas
instituciones e instalaciones de la ciudad de Florencia. El Congreso, en el que
participaron más de 200 estudiosos de todo el mundo, consiguió el consenso y la
participación de 19 acreditadas instituciones nacionales e internacionales,
representativas de importantes sectores de la vida cultural y científica e
históricamente implicadas en el “Caso Galileo”. El hecho que todas estas instituciones,
desde el Pontificio Consejo de la Cultura, el Observatorio Astronómico Vaticano
y la Pontificia Academia de las Ciencias, hasta las históricas Universidades de
Florencia, Padua y Pisa, se hayan encontrado juntas por vez primera después de
unos 400 años, constituye indudablemente el aspecto más relevante y
políticamente más significativo del Congreso, fruto de largas y pacientes
mediaciones. El Congreso fue inaugurado el 26 de mayo de 2009 en la basílica de
Santa Cruz - mausoleo de eminentes personalidades italianas - dónde se
encuentra la tumba de Galileo, en presencia del Presidente de la República, de
autoridades eclesiales y vaticanas y de numerosas representaciones del mundo
institucional italiano e internacional.
Según el parecer de muchos
estudiosos intervinientes, este acontecimiento ha señalado un cambio histórico de
la compleja cuestión galileana, una de las más candentes de la historia. El Congreso
en efecto afrontó, con una amplitud hasta ahora inusitada, todos los temas
esenciales: la condena de la doctrina de Copérnico en 1616 y el proceso a
Galileo de 1633; la génesis del “Caso Galileo” en Italia, Francia y la Inglaterra
del “Settecento”; la historia del caso, primero en la Ilustración y luego en el “Ottocento” (en la edad del positivismo y del
“Risorgimento”) y, por fin, en el “Novecento” hasta estos nuestros
días."
La publicación de las actas está
prevista para el verano de 2010. La participación del Presidente de la
República y la implicación de las más importantes instituciones de la investigación
revela no sólo el evidente valor cultural del Congreso, sino también y sobre
todo su alto valor político. La memoria del pasado y la correcta contextualización
del "hecho galileano" contribuirá indudablemente a favorecer las
condiciones para una relación de colaboración y serenidad entre la Iglesia y
las instituciones de investigación, sobre todo en la perspectiva de las
complejas y, a veces, inéditas problemáticas filosóficas y éticas levantadas
por la investigación bio-tecno-científica contemporánea. Hacer cultura hoy adquiere
un valor y un sentido primordial. En la emergente complejidad de la problemática
contemporánea, significa, operativamente, tratar de situar el patrimonio de los
conocimientos adquiridos y el saber elaborado por las múltiples instituciones
de investigación en un horizonte de sentido y de significado.
En esta línea y en la perspectiva de
los complejos desafíos futuros, la Fundación Stensen está empeñada desde hace muchos
años, en la colaboración, diálogo y sinergia con las principales agencias e
instituciones de investigación. Una particular atención está dedicada a la
búsqueda y a la reflexión interreligiosa. La época en que vivimos exige altos
niveles de comprensión de la realidad religiosa circundante, en un contexto
cada vez más plurirreligioso y multiétnico, así como una calidad sin
precedentes de la información sobre las temáticas religiosas. Sin embargo,
comprender y profundizar cualquier cuestión socio-político-religiosa necesita tiempo,
empeño y calidad. Requisitos estos cada vez menos localizables hoy en día. Hacen
falta, por lo tanto, nuevos espacios y nuevos contextos, en los que sea posible
encontrar la alta calidad de la información junto con la escasez del tiempo disponible
para la formación.
Desde hace algunos años estamos
organizando y proponiendo encuentros formativos sobre el hecho religioso
contemporáneo: una serie de ciclos anuales con el objetivo de ofrecer una
información de alto nivel científico, en un tiempo razonablemente proporcionado,
y en un contexto de relación informal que facilita el empeño y el diálogo
interreligioso. En las diversas ediciones de este proyecto se han afrontado de
cerca - y siempre con mayor análisis - numerosas temáticas relevantes, a partir
de su configuración y articulación en el seno de las seis tradiciones
religiosas puestas a examen: Budismo, Confucianismo, Cristianismo, Judaísmo, Hinduismo/Taoísmo,
Islam. Varios han sido los temas tratados por estos ciclos formativos: los
modelos socio-políticos engendrados e impulsados por las religiones (soberanía,
diarquías, solidaridad); los modelos de encuentro, confrontación y convivencia
entre los diversas tradiciones religiosas; las relaciones entre religión y
violencia; la distinción entre clero y laicado, etc.
También las políticas sociales y la
búsqueda de valores compartidos son condicionadas fuertemente por la cultura
predominante de un determinado período histórico. La responsabilidad y la
implicación de cada ciudadano, creyente o no creyente, en la elaboración de
políticas que favorezcan el bien común es otro aspecto importante de la
convivencia social. Con mayor razón estará implicado en ello el creyente que
quiera poner el imperativo de la caridad evangélica al servicio de la humanidad
y de la sociedad civil, en continuidad con la secular y experimentada tradición
cristiana.
“El ciudadano y el sentido del
Estado: conversaciones con políticos, sociólogos y exponentes de las diversas tradiciones
socio-culturales”, es un ciclo de encuentros que proponemos en particular a las
jóvenes generaciones. Hay momentos históricos y circunstancias sociales en las
que la primera y absoluta exigencia es el sentido del Estado por parte de todos
los ciudadanos. Las crecientes tensiones civiles, políticas y sociales a las
que asistimos desde hace varios años, en casi todos los ámbitos relacionales e
institucionales, nos ponen preocupantes interrogantes sobre el deterioro de
nuestro discurso público y sobre el sentido del Estado y de las Instituciones,
cada vez más difuso en entornos jurídicos y políticos en absoluto marginales.
Por memoria y experiencia, sabemos que el sentido del Estado nace de la
historia de un país y del sentimiento de pertenencia de sus ciudadanos. De otro
modo todos los valores proclamados quedan “abstractos”, todas las
reconstrucciones constitucionales resultan frágiles y todas las expresiones
simbólicas se vacían de contenido, con el riesgo de frustrar el mismo
patrimonio moral y cultural de nuestro país. El problema es muy sentido, sobre
todo por parte de las jóvenes generaciones, en el contexto de una sociedad que
todos percibimos profundamente desestructurada y con una política incapaz de
reinventarse y renovarse. ¿Cómo es entonces posible, y sobre qué bases, repensar
y reengendrar un sentido de Estado y de las respectivas Instituciones que nos haga
a todos los ciudadanos más responsables frente a las complejos y, a veces,
inéditos desafíos que se prevén para la próxima década?
Finalmente, en la Fundación Stensen existe
una larga y consolidada tradición de propuestas de cine. Concluida la gloriosa y
afortunada época del cineforum al final de los años 70, la programación -
dirigida por un grupo de jóvenes - no sólo versa sobre recorridos temáticos, a
menudo en conexión con los principales acontecimientos culturales en curso,
sobre un festival o manifestaciones variadas, sino también sobre proyecciones y
películas que, a menudo fuera de particulares reseñas, se han distinguido por
los motivos más variados y que creemos un deber señalar... para memoria futura.
El medio película sigue siendo una ocasión y un instrumento eficaz y
privilegiado de reflexión y de confrontación sobre muchas situaciones y
problemáticas humanas y culturales.
Ennio
Brovedani, S.J.
Traducción:
Juan Ignacio García Velasco, S.J.
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